Las dos caras de la moneda [Completa]

Capítulo #16

No lo puedo creer.

Estoy a minutos de abordar mi avión y Miranda es un mar de lágrimas mientras me abraza, cuesta un poco que me de libertad, pero cuando lo logro me despido de los que faltan, paso por Alejandro.

-No te extrañaré- eso lo que dice mientras me abraza.

-Claro que sí- le respondo a lo que ríe por lo bajo- que te vaya genial en la universidad amigo.

-Igual mi amigo.

Voy por Tomás.

-No me gusta hablar en esto de las despedidas, así que solo opto por abrazarte sin más- me abraza y río por lo bajo.

Voy por Nicholás.

-Bien, yo solo te digo que te cuides y busques el amor- me guiña el ojo y yo ruedo los míos.

-Nunca pasará.

-Ya lo verás.

Por último, paso por papá.

-Me siento orgulloso hijo, te voy a extrañar. Espero y disfrutes de la experiencia.

-También te extrañaré papá, pero me debes visitar.

-Claro que sí.

Anuncian mi vuelo por primera vez.

-En camino hijo, en camino hacia un futuro brillante, aquí estaré yo como una buena mamá, sabes que puedes contar conmigo.

-Gracias en verdad a todos, les llamare cuando esté en el departamento y mejor me voy que me van a hacer llorar.

Anuncian el vuelo de nuevo.

Espero que les vaya bien y a mí también.

-Te irá bien, me siento orgulloso.

Que un padre te diga eso es la mejor sensación que se pueda experimentar y cuando anuncian la tercera vez el vuelo, yo ya estoy atravesando la puerta.

A empezar una nueva vida.

Me despierto justo cuando la azafata viene, pura casualidad porque tengo mucha hambre, es una ventaja gigante. Al pasar por mi lado tomo algunas cosas como una gaseosa y unas papas, varios paquetes de papas.

Me entretengo comiendo en lo que queda del viaje-pues no es mucho- y cuando aterrizamos estoy muy nervioso sobre lo que vaya a pasar, tengo la dirección del lugar en mi mano para ir directo por un taxi.

Mis nervios sobre vivir solo en este país son muy grandes, porque, he estado varias veces, sí. Pero nunca como lo voy a estar ahora.

Gracias a estar en mis pensamientos no me doy cuenta de lo rápido que he llegado a la zona de los taxis; con ayuda del taxista acomodo las maletas, le doy la dirección a lo que él hace una media sonrisa y se sube al coche, cosa que imito.

Una vez dentro avanza y me pregunta que, si hablo español, a mi respuesta ser afirmativa comienza a hacer conversación conmigo.

- ¿Mae qué? ¿Primera vez en Costa Rica? - lo primero que dijo no lo entendí, por lo que solo respondo lo segundo.

-No, he estado aquí otras veces- contesto, un poco dudoso. Pese a dominar el español hay cosas que me resultan difíciles

-Genial- no vuelve a hablar en el camino por lo que aviso a mi padre mi estado en estos momentos y me sorprendo al ver que realmente no estaba lejos del lugar, mi padre se encargó de buscar "lo ideal" para mí.

Hoy solo me encargo de acomodar mi ropa, salir a comprar un poco de comida e instalarme totalmente en el que será mi nuevo hogar.

El primer año