No puedo dormir solo escucho como cae la lluvia, doy vueltas en la cama y trato de calmarme, pero claro, nada me ayuda a dormir.
El mensaje de Stephanie es lo único en lo que puedo pensar, no es posible que ella me haya dicho eso no lo entiendo, es decir, yo no he hecho nada para que ella sienta eso y lo que me hace más miserable es que no supe que contestarle.
"Oye me gustas, espero y podamos hablar mañana en el instituto"
¿Cómo puedo yo gustarle? Hemos hablado muy poco y yo no quiero relaciones. He sentenciado que no quiero sufrir como lo veo sufrir a él, mi madre dejó una gran marca en mi padre cuando murió, y aunque Stephanie sea linda no me interesa quedar así.
Mañana iré a hablar con ella y aunque no sé cómo, pero la voy a rechazar. Aparte de que ella se merece a una persona mejor.
"Bien, a las 8 en la cafetería
Es lo que respondo y una parte de mí siente culpa por lo que le voy a hacer a ella.
Sigo dando vueltas y alrededor de las cuatro de la mañana es cuando consigo dormir un poco.
***
Hay algo molesto que suena constantemente y hasta que logro despertar me doy cuenta de que es el reloj que hay en mi mesita de noche.
¡Mierda!
Salgo corriendo hacia el baño y me ducho rápidamente, al salir mi padre llega aún en pijama y me ve con el ceño fruncido y un café en su mano derecha.
-Hijo ya deberías estar en clase.
-Lo sé papá, pero como que se me hizo un poco tarde.
- ¿Necesitas que te lleve?
- ¡Por favor!, a esta hora no conseguiré un autobús que me lleve.
-Bien, apúrate- Dicho eso se da media vuelta y camina hacia algún lugar de la casa.
Termino de alistarme, bajo a la cocina, me llevo un poco de café y subo al auto apremiando a mi padre para que nos apuremos, él se ríe de mi desesperación y yo solo puedo ver la hora en mi reloj.
-Alejandro se va con nosotros porque sus padres se irán antes para arreglar algunas cosas sobre el hotel, bajan rápido para que no nos de la noche de camino.
-Está bien papá, nos vemos y gracias por traerme- digo y al bajar casi corro para entrar al instituto, está claro que no he llegado a la primera clase, pero yo no voy a llegar tarde a la segunda, la cual inicia en tres minutos.
Cuando llego ya Alejandro está ahí, me mira con cara de alivio, pero también una de miedo que no comprendo.
-Pensé que no venías idiota, me estaba asustando- dice dándome un golpe en la parte baja de la cabeza.
- ¡Auch! Eso duele baboso, me quedé dormido. Papá me tuvo que venir a dejar.
- Estaba un poco asustado por algo que me dijo Stephanie, parecía un poco enojada.
- ¡Oh mierda! se me olvidó por completo.
- ¿Qué le hiciste grandísimo idiota? Ahora parece enojado conmigo, han sido muchas reacciones en un solo momento.
- Nada, pero quedé con ella para hablar a las 8 y con esto de quedarme dormido no llegué.
- De seguro ella lo entenderá, pero debes explicarte ahora mismo, me amenazó con arrancarme las bolas si te estaba encubriendo- se estremece mientras lo dice y yo río, aunque profundamente también me da un poco de miedo.
El profesor entra y empieza la clase de Matemáticas, pero estoy tan profundo en mis pensamientos que ni me doy cuenta de que el profesor me habla hasta que Alejandro me toca el hombro.
- ¿Podría repetir?
- Pase a resolver este ejercicio a la pizarra, por favor- parece muy enojado, parece que lleva hablándome mucho tiempo. Es un poco vergonzoso.
-Claro- digo, camino hacia la pizarra y es un alivio de que sea bueno en matemáticas por lo que no me cuesta tanto resolver.
-Excelente joven, puede volver a su lugar- me dice ahora sonriendo y el enojo que parecía tener se esfumó, extendiendo la mano entregándole el marcador para volver ahora a mi lugar y sentarme.
- ¿En qué piensas amigo?
-En Stephanie, ella parece que me quiere matar o solo sacarme los ojos, nadie sabe- digo y finjo estremecerme y él muy idiota ríe- no te rías pedazo de mierda.
-Bien, bien. Pero no hace falta que me pegues. Trata de hablar con ella antes de que se vaya.
-Tienes razón- digo recogiendo mis cosas y saliendo del salón en busca de ella, pero parece que huye.
- ¡Stephanie! – Después de un pequeño momento en el que pienso que no se va a detener, da la vuelta y me encara.
- ¿Ahora sí quieres hablar?
-Lo siento de verdad, me quedé dormido y llegué hasta la segunda clase. Por favor no me mires como si me quisieras matar lenta y dolorosamente.
-Eso es lo quiero hacer, pero si lo que dices es verdad me gustaría hablar contigo.
-Adelante...
-Bien, como te dije ayer me gustas y pienso que tal vez podríamos...
-Lo siento, pero no estoy preparado para una relación y no lo tomes personal, pero es que no quiero terminar... como muchas personas que quedan hundidas en la miseria por el amor.
-Pero tal vez si lo intentamos...
-De verdad perdón y espero no me odies, pero ya he visto muchas personas así y no quiero terminar de ese modo- termino en un susurro y veo una lágrima salir- Mierda, ¡no llores!
Ella se va y yo soy tan idiota que no voy tras de ella, prefiero darme la vuelta y yo supongo que luego podremos hablar.
Llego de nuevo donde Alejandro y el me mira con diversión por lo que me encargo de darle un golpe en la cabeza y se queja por lo que ahora soy yo el que río.
Creo que necesito que termine el día e irme a relajar a la playa porque la vida es realmente muy agitada y estar lejos de ella parece un buen plan en estos momentos.
***
Espero que mi amigo termine de guardar cosas en el casillero para por fin irnos a la tan anhelada playa, claro, si Alejandro deja de perder el tiempo.
Pasan al menos 3 minutos cuando está listo y lo apremio a que nos apuremos porque papá debe estar esperando.
-Vamos que Rayan y Miranda deben estar llegando, tardaron un poco- dice mi padre mientras subimos al auto.
-Lo siento papá, Alejandro no se apuraba.
-Culpable- dice él levantando las manos a lo que todos reímos.
Es un largo viaje así que pongo música y de vez en cuando hablamos o Ale cuenta chistes si no es que vamos cantando.
Un viaje muy divertido. Me encanta.
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Las dos caras de la moneda [Completa]
Novela JuvenilKevin es un chico que está terminando su etapa de colegio, que ve a su padre sufrir día a día por un amor, su madre, él no sabe por qué de la situación, pero decide poner una regla: No amar, él piensa que el amor es solo para sufrir y le tiene miedo...