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Y dime, ¿ya tienes pensado donde ir o quieres que te recomiende un lugar?...

Su padre ya le había advertido que esto podría llegar a pasar, se lo habia dejo bien claro esa noche en la que le contó porque estaba tan alterado y paranoico con su seguridad, también le dijo que no tenía opción porque si no le hacen daño ellos por negarse se lo haría Lucy por robarle la información que ese hombre le pedía, lo bueno de todo eso es que Spinola no tenía secretos con su hijo por lo que le recomendó mantenerse lo más tranquilo y callado posible y si podía fingir que no sabía nada de sus negocios ilegales mucho mejor, es por eso que decidió hablar cortando el silencio que había y que tanto odiaba.

Pero había un detalle que el no le dijo a su padre cuando este le habló sobre todos los que siempre estaban con Lucifer y era el hecho de que había leído demasiadas historias en todas sus aplicaciones para no poder aguantarse las ganas de ver en persona a Lucy gracias a sus malditas historias donde el chico malo siempre es el más atractivo y parece creado por los dioses como el chico que tiene a su lado y no despega la mirada de el.

Por su parte una vez que la camioneta arrancó Lucy se dedicó a observar y a pensar que tenía ese chico que no podía dejar de mirarlo, hace dos segundos que está con el y esta totalmente hipnotizado con su mirada neutra, de cómo arruga la frente ante algo que le desagrada o como juega con sus manos cuando le tiene que preguntar algo y le da vergüenza, hasta un ciego podía darse cuenta que el chico estaba muy lejos de las chicas y chicos de los cuales estaba acostumbrado, pero debía admitir que algo en el le llamaba demasiado la atención, sin poder evitarlo volvió a sonreír ante sus pensamientos agradeciendo a Spinola por haberle robado esos documentos, porque de lo contrario el no estaría ahí con su hijo.

Estoy a tu disposición...- hice mi mejor sonrisa aprovechando que estábamos solos en la parte trasera de la camioneta ganándome un sonrojo por parte de el y tuve que apretar mis manos para aguantarme las ganas de pellizcar su mejilla ante lo adorado que se veía.

Bu- bueno, tampoco para decirlo así...- mi labio se volvió a elevar una vez más antes de que desabroche el cinturón para sentarme bien de frente a el causando que sus mejillas se pongan más rojas de lo que ya estaban.

Como quieres que lo diga?....- al ver que se ponía cada vez más nervioso lo tome de las manos logrando que este de un brinco del susto.

- puedes calmarte? si te pasa algo tu padre me matará...

Perdón... es que es la primera vez que estoy solo con alguien en un espacio tan chico y que encima es un desconocido...

La realidad es que ya se había puesto nervioso cuando vio las camionetas acercarse a la casa de su tía ya sabiendo lo que iba a pasar, luego se puso aún más nervioso cuando entraron a la camioneta quedando completamente solos después de que Lucy suba el vidrio que los separaba de los dos hombres que iban al frente.

¡¡ QUE MALEDUCADO SOY!!! te pido mil perdones...

Llevo una mano a su pecho causando que Agustín ria por mi actitud graciosa, el debía ser sincero, Lucy no parecía el monstruo que su tía y su padre describen o por lo menos no con el, es por eso que sentía que no debía hacer nada que lo enoje para estar a salvo.

No exageres...

En verdad mil disculpas, me presento, mi nombre es Lucifer Hammer y estoy encantado de conocerte...

Dijo mostrándose lo más educado y seductor posible, no sabía porque lo hacía pero ese era un detalle sin importancia en ese momento porque aunque Lucy era ya casi un adulto, con solo ver el aspecto de ambos podía darse cuenta quien tiene más experiencia con mujeres, a el las mujeres se le regalaban por motivos que no sabe ni le importan mientras lo complazca en todos sus caprichos y el se ve que fue criado a la antigua porque aún tiene actitudes de adolescente que en otra ocasión le hubiera molestado haciendo que pierda todo interés en el.

Los Hammer  EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora