6: Festival Amandio

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Capitulo 6

— chicos creo que será mejor que no salga del castillo, Jonis me dijo que...

—vamos, no seas aguafiestas — dijo Anabelle.

—pero, me dijeron que por los momentos tenia prohibido salir... — protesté.

—para eso es el cristal, la aldea Amelía esta a cinco minutos de aquí, podríamos llegar caminando pero de esa forma detectarían que salimos del castillo, en cambio si usamos el cristal no se darán cuenta — explico Javier.

—y además no estaremos mucho tiempo, regresaremos temprano — añadió Javier.

—esta bien,  iré.

  En un parpadeo llegamos a la aldea, pude reconocer la plaza con la fuente del ángel, lucía igual que antes solo que el ambiente al rededor era diferente, personas bailando con música a todo volumen, personas fumando y en ese momento me pregunté, ¿por que todos los hechiceros vestían como motociclistas?. La mayoría de las personas que estaban bailando en la calle eran adolescentes, personas jóvenes.

—¿quieres? — dijo Javier, ofreciendome un vaso con un líquido amarillento, parecía licor.

—no quiero.

—no te vas a embriagar, solo es un poco — extendió su brazo.

—de verdad, no tolero el sabor — alejé su mano de mi.

—esta bien, oye deberías sacar a bailar Anabelle —Javier empezó subir y bajar sus cejas — he notado como la miras...

—¡¿que?!, ¿Anabelle?, no estas delirando, y tampoco es como que sepa bailar— dije, mientras trataba de alejarme de el.

—bueno tu te lo pierdes, además dijo que eras lindo.

—si claro... — dije un poco escéptico.

—lo digo enserio, siempre le han gustado los chicos góticos — dijo mientras reía.

  Me alejé de el, y empecé a caminar por el lugar, observaba a las personas ebrias haciendo el ridículo, un hombre estaba bailando con otro, un chico de aproximadamente trece años estaba hablando solo, lo cual me dio mas miedo que risa. Llegué a una pequeña casa que parecía estar abandonada, era de madera muy oscura, parecía estar podrida y tenia las ventanas rotas, estaba oscuro en su interior, pude ver una pequeña niña que se asomaba por la ventana, estaba llorando, me armé de valor y entre a buscar a la niña, pero no la pude ver por ninguna parte, había un largo pasillo en el cual presencié una figura negra pasar de una habitación a otra, la seguí.

  En esta habitación se percibía un ambiente bastante frío, no podía ver nada por la oscuridad, mis ojos tardaron un poco en adaptarse a la escasa luz, poco a poco podía apreciar más el lugar, a solo unos metros estaba una anciana, esta vestía de rojo, tenía una cabeza de cabra en sus manos, y sangre salia de su boca...  Intenté retroceder poco a poco pero tropecé con algo, ya estando en el suelo, observé una figura mas inocente... O eso pensé en el momento, la niña que. había visto desde afuera.

—¡sal de aquí pequeña! — le ordene, la niña me sonrió mostrando unos afilados colmillos en vez de dientes.  Me levanté y trate de huir del  lugar y volví a donde estaban los chicos.

—chicos tenemos que salir de aquí, pronto — dije.

—calmate,¿que ocurre? — dijo Selegna.

—¡amandios! — se escuchó y todas las personas gritaron desesperadamente.

—eso es lo que sucede — dije.

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