32.the garage

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Capítulo 32

-luces muy guapo, y gótico...-dijo Carol cuando llegué al vestíbulo, ella seguía con sus ojos hinchados por llorar, pero actuaba como si nada hubiera pasado.

-gracias, y lo sé, muy gótico -sonreí de medio lado.

-Anabelle vendrá en un momento, espera un par de segundos... Tubo problemas con su ropa -informó Carol, con diversión.

-¿un problema con su ropa?

-rompió accidentalmente su blusa.

-¿como pasó eso?

-creyó que era una falda... Es igual de torpe que tu -soltó una carcajada.

-¡oye! -la fulminé con la mirada. Reconozco que si era torpe, pero no le daba derecho a decirlo.

-lo siento.-dijo, riéndose todavía.

Carol subió las escaleras y me dejó solo en el vestíbulo, aunque esa soledad no duró por mucho. Segundos después, una chica bajó las escaleras, lucía hermosa, radiante y definitivamente no estaba usando una blusa como si fuera una falda, a menos que, mi concepto de "blusa" fuese erróneo... Pero no, definitivamente estaba usando la ropa en la parte del cuerpo en que se debía poner, y vaya que se veía fantástica. El universo se detuvo para centrarse en ella, tenía su castaña cabellera suelta y arrojada a un lado, dejando que un pequeño fleco le cayera ligeramente sobre su rostro; estaba usando un vestido negro con puntos blancos, el cual caía a un par de centímetros sobre las rodillas, tenía un cinturón rojo rodeándole la cintura, el cual combinaba con sus zapatillas carmesí y el moño de misma tonalidad que llevaba detrás de su cabello.

-mierda -dijimos al mismo tiempo, y reímos después de unos segundos.

-te vez... Eres... Luces increíble -balbuceé.

-gracias, y tu luces fantástico.

-lo se cariño -de alguna forma, me sentía mas confiado cuando hacía bromas, y ver su sonrisa, triplicaba esa confianza-, ¿lista para salir?

-algo así... ¿a donde me llevaras Romeo? -ella reía todavía.

-bueno, técnicamente, tu nos llevaras hasta ahí, es que no tengo uno de esos "cristales/portales" -le dije, mientras señalaba la piedra que le colgaba del collar a Anabelle.

-bien recuerdame obsequiarte uno para navidad.

-¿celebran la navidad? -por alguna razón, creí que los hechiceros tendrían su propia fiesta rara con un nombre raro.

-celebramos casi todas las fiestas que tienen los humanos... Pero con un estilo diferente.

-súper... ¿me permites tu collar? -pedí amablemente.

-solo si me das un beso.

-¡entonces no hay trato! -fingí indignación-, en eso es en lo único que piensan ustedes las mujeres -me acerque a ella lentamente, mis labios rozaron los suyos cuando hablé, lo cual me hizo temblar-. Es una pena -por fin, nuestros labios se unían en una torpe danza... Bailaban y bailaban...

-creí que se habían ido, niñitos -lo primero que observé fue una cabellera rubia, y un traje de cuero. Yasper-. Valió la pena que pidieras concejos de moda, James, ahora hasta pareces gente.

-callate oxigenado -ordenó Anabelle.

-ven y callame doña puntitos -contraatacó Yasper, señalando el vestido de Anabelle.

-vete a ver porno o algo, deja de fastidiar -dijo ella al final, ambos se rieron.

***

La música del local se escuchaba a lo lejos, en la entrada estaban esas características letras blancas y picudas, con manchas rojas "the Garage" y unas más pequeñas decían "Coffee & Rock". Toda la estructura del lugar parecía ser una versión oscura de cualquiera de los otros locales que yacían a su lado, tenia paredes de ladrillo falsamente deterioradas, piso de madera muy áspero, y carteles con imágenes oscuras y, probablemente, mi mamá me hubiese llevado a la iglesia con ella todos los domingos, si se hubiese enterado que ese era el lugar donde más me gustaba estar... Aunque, en ese momento, la música no era nada escandalosa, pero habitualmente lo era, y mucho.

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