EDEN

7:Anaiah

Capitulo 7

poom!

Caí de la cama, - demonios - me levanté del suelo apresuradamente, y observé mi  alrededor, estaba en mi habitación, no en la del castillo, mi teléfono estaba sobre la mesita de noche, observé la hora en el teléfono, 5:00 am...

  Después de un rato me di una ducha, y vestí para dirigirme al colegio, mi reflejo en el espejo de el baño era un poco borroso y pude notar todas mis cicatrices, en mi cuello tres marcas seguidas de las afiladas garras de el predicador y en mi espalda, tres marcas de diferentes tamaños, una de ellas había sido de la anciana de el autobús y la otra del amandio de la noche anterior, había pasado de ser el chico gótico, ha ser el chico rudo con cicatrices, raro ¿no?.

Traté de abrigarme lo mas posible, para cubrir todas las cicatrices, busqué un suéter de lana y una bufanda -Dios, me parezco a mi abuelo - dije mientras me acomoda la bufanda. Bajé a desayunar, y me percaté de que no había nadie en casa, entonces solo tomé dinero de mis ahorros y me dirigí a la estación de autobuses.

Estuve esperando por treinta minutos aproximadamente, y no sólo no llegaban autobuses, si no que ni siquiera un solo auto ni personas se veían en la calle, en sí parecía un desierto.

Intenté caminar hasta el colegio, pero justo antes de llegar, escuché un sonido muy agudo que me hizo caer al suelo...

...abrí los ojos un tanto adormilado, y me di cuenta de que había sido un sueño.

  Como mi vista seguía borrosa, no pude notar, que habían tres personas observándome, una de ellas sostenía con sus dedos mi cabeza y las otras dos solo me observaban.

—ha despertado — dijo la mujer de cabello azul que sostenía mi cabeza.

—James... — dijo Elena, que era una de las dos personas que me observaban.

—¿que esta ocurriendo? — dije en tono alto.

—buscábamos en tus recuerdos... — dijo la mujer de cabello azul.

—¿que, que buscaban? — dije confundido como siempre.

—queremos encontrar algún indicio, de por qué eres... — empezó a decir la mujer de cabello azul, pero fue interrumpida por Elena.

—no importa James, igual no podemos encontrar nada en tus recuerdos, es como si estuvieran borrados... — Elena hizo una breve pausa — ¿no recuerdas algo extraño de tu niñez?

—algo raro, ¿como que? — pregunté.

—no lo se, ¿de pequeño jamas viste algo fuera de lo común?

—bueno de pequeño me daba miedo la oscuridad, por que... Bueno juraría que podía ver fantasmas, pero no tengo recuerdos claros de mi niñez.

—bueno eso es algo — dijo la mujer de cabello azul.

—esto es suficiente por los momentos, puedes volver a casa — dijo Elena.

—¿no volveré?

—si, pero por los momentos puedes volver, y no olvides nunca te quites el collar.

—Esta bien, ¿pero ahora como vuelvo a casa?

—toma — me dio uno de esos  cristales que se usaban para llegar de un lugar a otro.

—¿como se usa?

—solo Sierra los ojos y piensa en tu hogar.

—¿es así de sencillo?

—si, por cierto, la mayoría de tus cosas se quedarán acá en el castillo.

—esta bien, adiós, bueno hasta luego — dije y luego tomé el cristal con un poco de miedo, el procedimiento era bastante simple, cerré mis ojos...