11: Adiós

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Capitulo 11

  Al salir de el armario casi tropiezo, corrí Hasta llegar de nuevo al gran auditorio, los demonios habían destrozado casi todo lo que había alrededor, uno de las bestias notó mi presencia y se acercó a mi.

  Intenté consentrarme, sentí la la fuerza, la energía que se acumulaba... con todas mis fuerzas logré sacar un enorme rayo de mi mano derecha, este golpeó al demonio en su brazo, este emitió un ruido horrible, su brazo empezó a evaporarse Hasta caerse -increíble lo logre-pensé, pero con eso solo logré que se enojará mas...

  El demonio saltó hasta el techo de cristal, y como cuchillas afiladas, dos enormes alas salieron de su espalda rasgando la piel de el mismo. El resto de los demonios me tenían rodeado, uno de ellos saltó en sima de mi y enterró sus enormes colmillos en mi cuello, lo golpeé con toda mi fuerza la cual no era mucha, pero este se alejó.

  Tres demonios mas grandes se acercaron y me golpearon tan fuerte que no puede evitar gritar y llorar, -tal vez si soy muy torpe- me dije, traté de consentrarme de nuevo, cerré mis ojos, esta vez sentí todo mi cuerpo moverse, sentía más energía correr por mis venas, de un momento a otro todo explotó y al abrir los ojos puede ver que lo había hecho, todos los demonios estaban tirados en el suelo, evaporandose.

Escuché un pequeño crujido, miré el techo y de inmediato huí despavorido de la habitación, el techo se vino abajo, rompiéndose en millones de pedazos que caían hacia el suelo como gotas de lluvia.

   Me sumergí en el pasillo y choqué con Yasper, levante de inmediato de el suelo y le ayude a levantarse.

—¿viste lo que hice?—le pregunté emocionado.

—de hecho todos lo vimos cariño —esta vez no respondió Yasper, la persona que había respondido, era indudablemente Elena.

—Elena — dije mientras me dirigía hasta ella — ¿vieron lo que hice?.

—fuiste muy valiente — dijo y me estrujó en sus brazos — y fue algo súper estúpido, pudiste haber muerto...

—pero no lo hizo, es mucho mas valiente y poderoso de lo que creí — dijo Jonis, quien se acercaba lentamente — estoy orgulloso de ti.

—Gracias — le dije, el Lucía un poco mayor que la última vez que lo había visto, tenia enormes ojeras y parecía estar muy cansado.

Pude notar que el rey se aproximaba, estaba enojado, el quería culparme por los demonios, pero ahora no podía, yo los había derrotado, le había ganado en su propio juego, pero una persona desquiciadamente malvada siempre cargaba un truco bajo la manga, no podía confiarme.

—felicidades joven James, — dijo entre dientes— debido a este desastre tendremos que posponer tu juicio, puedes irte y pasar esta noche en Eden.

—Muchas gracias señor — le dije, tratando de leer sus pensamientos con la mirada...  No funcionó, pero tenía que intentarlo.

***

La noche en el castillo Eden, era fría y tenebrosa, escuchaba las ramas de los árboles y a los búhos hacer ese sonido bastante estresante...  UH UH UH!

  Cuando por fin amaneció, me sentía tan agotado, solo quería estar dormido todo el día, pero no podía hacerlo, ese día seria la continuación de la pesadilla... quiero decir juicio, estaba asustado, no sabia que cosa pudiera hacer el rey para hacerme quedar mal, fuese lo que fuese, no estaba preparado.

  Me dirigí al baño, tomé una ducha y vestí una camisa negra, pantalón negro, botas negras,lo usual. Busqué a Elena, esta estaba en su oficina, decidí hablarle de lo que había escuchado.

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