8: Anabelle

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Capitulo 8

  En un abrir y cerrar de ojos (literal) ya estábamos en el castillo. Anaiah caminó furiosa por los pasillos y yo la seguí, hasta llegar a una puerta negra.

—¡Elena! — gritó Anaiah.

—un segundo por favor — se escuchó al otro lado de la puerta.

  Y al cabo de unos segundos, la puerta se abrió dejando ver a Elena vestida con un enorme vestido magenta que la hacia parecer una de las princesas de los cuentos de hadas.

—¿que ocurre? — dijo Elena.

—los amandios se han vuelto mas poderosos de lo que creíamos, no reaccionan ante el poder de los collares protectores — dijo Anaiah, en un tono asustado y enojado al mismo tiempo.

  Mientras ellas hablaban, yo miraba los grabados que habían en las paredes de lo que parecía ser la "oficina de Elena" o algo así.

  Las paredes tenían muchos pequeños dibujos, al parecer relataban historias, el dibujo que mas me llamo la atención, fue uno de un chico sentado en una enorme roca, de sus manos salían rayos, el chico estaba adentro de un triángulo y en cada punta de este había una cabeza esquelética de cabra, cada una mas espantosa que la otra. Sentí escalofríos y el bello en mi nuca se erizó.

—¿que es esto? — pregunté señalando la pared.

—es una antigua leyenda, el "tercer Maleficio"— dijo Elena a quien parecía fascinarle contar historias — la leyenda, cuenta que los tres malefistas más poderosos que han existido se unirán para acabar con los hechiceros, y así obtener el dominio total de las tres dimensiones, también relata que un joven hechicero obtendrá el máximo poder y los derrotara... — hizo una larga pausa — pero después de todo es una leyenda...— sonrió — aunque la mayoría de las leyendas suelen ser ciertas.

—¿Crees en eso realmente Elena?—preguntó Anaiah.

—Bueno, todo es posible ¿no? — respondió Elena con una extraña y misteriosa sonrisa — James, ponte tu mejor ropa, hoy iras a ver al rey.

—¿al rey?

—si iremos al palacio real, el pidió verte.

—¿por que el querría verme?

—eres un caso muy raro, es como si encontraras un tigre de color verde, lo querrías por que es diferente, único, algo así es lo que sucede contigo, es casi imposible que una persona nacida en una familia de humanos logre obtener poderes de hechicero, te hemos investigado y no tienes familiares ni descendientes con esas cualidades... — a Elena parecía encantarle hablar y hablar pero siempre solía hacer muchas pausas.

—Bueno, iré a mi habitación — dije, y justo al cruzar la puerta una luz segadora apareció de la nada.

—al fin llegamos — era Jonis y Carol.

—creí que estaban peleando con los amandios — dije.

—si, pero justo cuando Anaiah y tu se marcharon los amandios se alejaron de el lugar – dijo Carol.

—¿por que ellos me buscan?

—los malefistas y los amandios son aliados, solo te buscan por tus habilidades, por que les ayudaría en... — decía Carol antes de ser interrumpida por Jonis.

—James deberías irte arreglando por verte con el rey — Jonis procedió a fulminar a Carol con la mirada.

—¿como sabes que tengo que ir a ver al rey?

—Bueno, el rey nos dijo esta mañana que quería verte.

—bien, bueno iré a mi habitación.

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