{ANNIE}
Era domingo por la mañana. Habia tenido una pesadilla, por lo tanto no pude dormir bien.
En el sueño aparecía yo, a un lado de la carretera -como a 5 metros de la orilla-, y en resumidas cuentas, observaba la muerte de mi padre sin poder hacer algo al respecto.Era demasiado temprano para mi gusto, así que salí a caminar hasta la casa de Dylan, donde con buena suerte se habrían despertado al menos.
Sí, así de temprano era.
Miraba el entorno conforme caminaba: gente platicando o abriendo locales -los que se abrían en domingo- y un que otro coche que pasaba. A esta hora era muy pacífico.Al cabo de un largo tiempo, llegué a la casa.
Toqué la puerta con esperanzas de que alguien abriera. Y así fue, después de unos segundos Amy, me atendió.
"¿Qué quieres?" Preguntó de mala manera.
"Buenos días... ¿Te levantaste con el pie izquierdo? Busco a Dylan.
"Él no quiere verte."
"¿Ahora tú también estás en mi contra?" Reí con incredulidad.
Me miró un momento.
"Adiós." me cerró la puerta en la cara.Molesta, me senté en suelo, cerca de la puerta, esperando una de dos: o que Amy me echara a patadas o que apareciera Dylan a preguntar que hago aquí.
Pasaron un par de horas y no ocurría nada, seguía yo ahí, y en cada minuto que pasaba perdía más la esperanza. Estaba a punto de irme cuando vi un coche estacionarse frente a la casa.
De él, salió Alex.
"¿Qué tal Annie? ¿Problemas con los Whittman?"
"Eso no te incumbe."
"De igual forma, ya lo venía venir. Comienzas sin amigos, terminas sin amigos."
"¿A qué vienes?" Yo seguía molesta.
"Oh, nada importante. Solo quería hablar de algo con Amy. Me cae bien esa chica."
Pasó por un lado mío y se acercó a tocar la puerta. Luego de unos momentos, Dylan apareció.
"Hola Alex...-me volteó a ver, y después volvió la mirada a Alex- ¿qué se te ofrece?"
"Que amabilidad... busco a tu hermana Amy."
"¡Hola Alex! -ella pareció detrás de Dylan- Pasa."Alex entró a la casa como si fuera la suya. Luego Dylan salió para hablar conmigo.
"¿Qué haces aquí?" Preguntó.
"Te esperaba. Llevo aquí unas horas."
"Y... ¿por qué no me enteré de eso? No creo que seas tonta como para no llamar a la puerta."
"Toqué y me recibió Amy de mala manera, así que esperé que te dieras cuenta por ti mismo."
"Ah, ya veo... ¿cómo llegaste aquí, en autobús?"
"A pie. Desperté muy temprano y decidí venir."
"Pues... ¡buenos días!"
"De buenos no hay nada."
"¡Alégrate! -me tomó de la mano- Es domingo por la mañana, hay muchas cosas que se pueden hacer."
"¿Cómo qué?"
"Hm... ¿Te parece si vamos al cine esta tarde?"
"Esta bien..."
"Necesitas que te lleve a casa, ¿verdad?"
"Sí por favor."***
Llegué a mi casa, comí lo que pude y saludé a Samantha, que acababa de despertar.
"Samantha..." Comencé a decir.
"¿Sí?"
"¿Por qué te pusiste esa prenda mía?"
"Pensé que no te importaría. Es lo que te regaló Richard, así que pensé que nunca te lo pondrías y lo hice yo."
Suspiré. Ella tenía razón.
"Esta bieeen, ya me la quito."
"No, no, yo no me refería a eso."
"No, ya me la quité. Ya podrás morir en paz porque no usaré más tu ropa."
"Tú también morirás porque no te prepararé el desayuno."
"¿QUÉEE?" Gritó.
"¡Es la una y media de la tarde!" Exclamé.
"¿Y? Mi organismo pide alimento."
"Pues prepáratelo tú, voy a dormir. No debí haberme levantado tan temprano." Dije mientras caminaba hacia mi habitación.
"Maldita Williams." Se escuchó desde la cocina.
"¡Yo también te quiero!" Fue lo último de nuestra conversación mañanera.***
Dormí 5 horas. A ver... son las 6:53 p.m, no es tan tarde...
Rodé en mi cama para ver al otro lado y...
"¡Hijo de tu santa madre!" Grité medio-cubriéndome la cara.
"Buen día." Dijo Dylan.
"Harás que muera por un paro cardíaco."
"Tú harás que no lleguemos a tiempo al cine."
Me levanté de un brinco al escuchar eso. ¡Lo había olvidado! Tomé las cosas que pude -mi celular y un billete de 10 dólares que me había quedado de mi visita a California-, los puse en mi bolsillo y salí corriendo al baño.
¿Qué? También soy humana y tengo necesidades.
Luego de haber salido, bajé las escaleras, esperando que Dylan no fuese idiota y estuviera en la planta baja.
"Dylan sigue arriba." Dijo Samantha desde la cocina. Olía a que preparaba pasta.
"Diablos." Susurré.
Fui hacia las escaleras y subí corriendo, luego llegué a mi cuarto y él ya no estaba.
Salí al pasillo que conectaba con las demás habitaciones y llamé a Dylan.
"¿Dylan? ¿Dónde estás?"
"Aquí." Dijo subiendo las escaleras.
"Pero, cómo, tú, no estabas, debiste... ¿Cómo llegaste ahí sin que te viera?"
Sonrió.
"Ven vámonos." Se dió la vuelta y comenzó a caminar.~~~
Un capítulo... algo aburrido, lo sé.
Era parte de la historia, tenía que ponerlo.
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Víctima de Todos ©
Teen FictionEsa soy yo. La chica que no debería existir. La chica que debería ser de polvo. Mi nombre es Annie, tengo casi 18 años y curso bachillerato. Mi madre decía que al mal tiempo buena cara. Y eso hago yo, o al menos lo intento. Porque todo lo que es mal...