**Tres días después de la muerte del padre de Annie.**
{ANNIE}
Ahora mismo estoy sentada en la sala, justo en el pequeño sillón donde mi padre solía fumar. Eso es lo que provoca la muerte. Hace que todo pase de «es» a «era». Frente a mi, siguen las colillas de cigarro de mi padre, por que él nunca solía limpiar la planta baja de la casa. Curiosamente su habitación siempre se encontraba limpia.
Yo estaba tan concentrada en mis pensamientos que no me había dado cuenta que están tocando a la puerta.
"¡Ábreme la puerta Annie, se que estas ahí!"
Amy.
Me re-acomodo en el sillón y espero a que se canse de gritar. Espero que no rompa la ventana.
Al cabo de unos minutos caigo en un ligero sueño.
{AMY}
Annie hija de tu... olvidemos que pensé eso, ya no le queda nada. Veo en el pequeño jardín un adorno de alambre en forma de mariposa, así que voy por el y lo desfiguro para poder quitar el seguro de la puerta. Tardo como unos 20 minutos para lograr nada, y lo se por que veo a Dylan llegar.
"Pensé que estarías dentro ya." Me dice, arqueando una ceja.
"Decidí tomar el sol, creo que así no logro molestar ni a los muertos."
"Oh, vamos, trata de que tu sarcasmo sea más realista, está nublado, querida hermana. Yo abriré."
Veo a Dylan observar un poco la puerta. Yo pensé que forzaría la puerta, como yo, pero en lugar de eso, rodea la casa y entra por la puerta trasera, saltando el muro, claro está. Después viene a la puerta principal y la abre desde dentro.
"Ya está." Me dice con una sonrisa burlona, en cambio, yo opto por rodar los ojos y pasar a un lado de él, buscando a Annie.
Reviso la cocina, que es lo más próximo, pero no está. Solo hay un plato con huevos revueltos y un pan tostado a medio comer. Espero que esta chica no vuelva a la anorexia.
Salgo de la cocina y veo la sala de estar. Me detengo a medio camino por que distingo a Annie en uno de los sillones. Dormida.
Me doy un facepalm pensando: »Amy, una persona que tuvo anorexia en el pasado no puede estar deprimido comiendo en la cocina.«
Dylan me alcanza, veo que tiene una manzana roja en su mano, y por lo que alcancé a ver, ya tiene algunas mordidas.
"Dylan, vienes a la casa de tu novia, la cual está deprimida, ¿y robas comida?" Le dije con gesto molesto.
"Solo lo tomé prestado eternamente."
Estoy a punto de contestarle, pero...
"¡SERÁN IDIOTAS! Me han asustado, diablos, que estaba dormida y cuando despierto están ahí, parados. Además, ¿esa es mi manzana? Oh por Dios, Amy Whittman, dime que no haz roto la maldita ventana para entrar, que hace como media hora que me he dormido. ¡¿Cuanto llevan tiempo llevan aquí degenerados?!" Dice Annie, con un cambio de emociones impresionantemente rápido.
Definitivamente esta chica esta en crisis emotiva.
"Esta claro. Yo traigo el helado." Les digo, y salgo de la casa.
{DYLAN}
"Ven aquí." le digo acercándome a ella y tirando de su brazo para que se levante.
"No quiero." Me dice haciendo un pequeño puchero y resistiéndose.
Tiro un poco más fuerte de ella pero con cuidado de no lastimarla. Logro al fin que se levante, la levanto con mis brazos y la cargo en mi hombro.
"¡Dylan, por Dios, no me hagas esto!" Gritando y tratando de bajar.
"Si te mueves, te puedes caer y lesionarte, Dylan no quiere eso."
"Entonces bájame."
"Yo creo que no." Le digo riéndome.
"Dylan, bájame o no te vuelvo a abrir la puerta de mi casa." Me dice Annie, enojada.
"Esta vez no me haz abierto la puerta, y estoy dentro de tu casa." Le digo riendo.
"Está bien, tu ganas, bájame de aquí." contesta ella, con voz triste.
Muevo la silla un poco hacia atrás, y la bajo justo en ésta para que se siente. Estamos en la cocina.
"Come." Le digo firmemente, como si yo fuera el padre de esta niña pequeña.
"¿Es en serio?" Me dice arqueando una ceja.
"Si, ahora come. No querrás volver al hospital." Le digo seriamente.
"Ooh, ¡no es mala idea! vuelvo al hospital, muero y voy con mis padres. ¿que tal, eh? ¡Chao!" Dice Annie, que al terminar de decir la oración trata de escapar de la cocina.
"Tu no te me vas." le digo al ver que ya esta en el marco de la puerta.
Tomo su brazo antes de que desaparezca de mi vista, y tiro de el, pero por mala suerte, se aferró al marco de la puerta.
"Annie, no estoy jugando, ven aquí." le digo tratando de ocultar una sonrisa. "Vaya que eres fuerte, eh."
"Ya vez tu, es solo concentrarte, los talleres especiales no están de adorno. -en eso, Annie pierde un poco de se agarre- Rayos, no me distraigas."
Suelto la mano de Annie, y veo como se tranquiliza, pues se suelta del marco de la puerta. Pero vuelvo a tomar su brazo mientras ella esta distraída y la atraigo hasta que esta junto a mi. Y quedamos más juntos de lo que planeaba.
{ANNIE}
Esto, literalmente, no lo veía venir. Estoy en mi cocina, con Dylan frente a mi, si no se dice que pegado a mi. Ya me imagino como se ve esto desde otro punto de vista: Él es más alto que yo, pues yo soy algo pequeña, así que el voltea a verme agachado y yo volteo hacia arriba. Y si este fuera el punto de vista de Amy, ya nos hubiera gritado que nos besáramos. Es fácil saber como piensa ella.
Y hablando del rey de Roma...
"¡Ya está! Nuez para mi, vainilla para Annie y limón para mi querido y odioso hermano. -dice mientras revisa lo que lleva en los brazos, así yo pensé que no nos vio y aproveché para separarme de Dylan.- Y no se preocupen ustedes, vi todo su teatro desde la ventana. Yo tenía el helado en la hielera que carga el coche."
Puedo percibir que Dylan se ruboriza, y al parecer yo también. En ese momento, Amy nos toma una foto con su celular.
"¡Hey!, ¡¿que te pasa, Amy?!"
Grita Dylan.
"¡Pal' Face!" En eso sale corriendo y riendo, mientras Dylan la persigue. En cambio, yo recojo mi plato, y veo una nota debajo de éste, supongo que la habrán puesto mientras dormía, pero me equivoqué.
»¡Hola Annie! Te espero en el gran parque a las 2:35 p.m, ven sin compañía, y no le digas a nadie donde estarás.
Atte. R. Whittman.«
Parpadeo un poco, pues estoy completamente desconcertada. Volteo a ver el reloj, son las 2:21.
"¡Oigan chicos! -Grito mientras corro hacia las escaleras, por que por lo que escuché, están arriba- Bajen ahora."
Oh Dios mío, Amy sabe donde estaba mi maquillaje viejo. Los veo bajar, rayados de labial rojo y rosa, además, de delineador negro. Una vez que están abajo, los llevo a la puerta.
"Gracias por venir, los veo más tarde. Si, eh, pasen a las 7, -les fue mientras los empujo a la puerta principal- Adios." Cierro la puerta y pongo la cerradura, solo que esta vez, también en todas las puertas y ventanas. Corro hacia las escaleras, las subo y voy directo a mi habitación. Maldición, ahora si que tengo hambre, pero no me da tiempo de comer. Tomo mi celular, un poco de dinero -para comprar algo y comer- y las llaves. Bajo las escaleras, y corriendo, voy a la puerta. Abro la puerta, y está un señor de traje gris, un poco gordo y algo -no completamente- calvo.
"¿Señorita Williams? -Dice el hombre aquel, muy serio- ¿tendrá unos minutos?"
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Víctima de Todos ©
Teen FictionEsa soy yo. La chica que no debería existir. La chica que debería ser de polvo. Mi nombre es Annie, tengo casi 18 años y curso bachillerato. Mi madre decía que al mal tiempo buena cara. Y eso hago yo, o al menos lo intento. Porque todo lo que es mal...