{RICHARD}
Puede verse su cara de asombro de reojo. Sabía que. no toleraría la información de golpe.
"¿Qué? ¿Sorprendida porque un chico muy guapo -digo remarcando esas palabras.- que es sólo un poco mayor que tú, fue por ti al aeropuerto, y luego después te enteras que el te conoce más de lo que piensas y tú no a él? Ja, te diré otra cosa: Soy tu vecino."
"¿QUEEEEEEÉ?" Me dice demasiado fuerte, -casi gritando- sorprendida.
"Así como lo oyes querida, tu casa es hermosa, ¿no puedes hacer una fiesta?"
"Tú, estas loco. -continua después de una pausa- Por cierto, ¿cuál es tu relación con los Whittman?"
"¿Dylan nunca te lo contó?" Pregunté, ahora yo era el sorprendido.
"¿El qué?"
Los dos cerramos la boca por unos minutos.
"Yo...-comienzo a decir-...para ellos, es como si no existiera. Yo sería hermano mayor de Dylan por un año. A los trece años mis padres comenzaron a hacer planes para mudarse a Veracruz, y simplemente yo no quería, además de que nunca me agradaron, quería ser independiente desde pequeño, así que me quede aquí, en California, y comencé a cuidarme con pequeños empleos y demás. Aunque esto tampoco fue fácil. Para quedarme, tuve que huir una noche. Recuerdo que estaba nublado, así que estaba más oscuro todavía, lo digo por que apenas y se veía la luna detrás de las nubes. Robe un poco de dinero a mis padres, tome una cobija y una almohada y huí. Supe que no sería fácil. Compré comida con lo que tenía de dinero y me escabullí a un callejón. Me cubrí con lodo y tierra para parecer un niño de la calle. Duré unas dos semanas. Ahí fue cuando me encontraron, pero no mis padres, por suerte. Me llevaron a una casa de adopción y me adoptó una señora, algo vieja la verdad. Me pregunto que nombre quería. Yo sabia que si me ponía el mismo me descubrirían, así que opte por ponerme otro nombre con «R», en este caso, Ryan. Desde entonces vivo aquí, en esta casa. Pasaron 5 años cuando ella murió por un paro cardíaco. Ahí nos dimos cuenta que los papeles de la adopción eran falsos, por lo que podría decirse que nunca fui su hijo, y como fui una «relación cercana» me dejaron la casa. Además, como mi «familia» está en México y yo tenía 18 años, aunque me descubrieran, yo podría huir de nuevo, así que decidí organizar los documentos importantes, ahora sí, con mi nombre real. Así es como llegué aquí. Para ellos estoy muerto. Así que cuando supe que murieron tus padres... y que la casa vecina sería para la hija de ellos, comencé a investigarte algo más a fondo. La semana pasada fui a Veracruz a ver como era tu vida."
"Vaya historia, escribe el libro de una vez. -dice con ironía, y después hace una pausa de 5 minutos- y antes de que lo olvide... repasemos: eres casi idéntico a Dylan por lo que puedo ver, sólo que rubio y de ojos azules, ¿no? Y fuiste hace poco a México, me estuviste espiando... tú... -dice asintiendo con la cabeza- ¿tú golpeaste a Zoe?" Me pregunta firmemente, pero con cierto tono de duda.
Pensé que no lo sabría.
"¿Zoe? ¿Quién es ella?" Dije con un accidental tono irónico.
"¿Por qué lo hiciste?" Me dice algo decepcionada.
"Nunca dije que lo haya hecho." Afirmé.
"Richard, se que lo hiciste tú, no lo evadas. Ahora dime, ¿por qué?"
"Ella se lo merece. Anda por las calles creyéndose la gran cosa y lastimando a los demás, ¿tengo razón? Claro que tengo razón, y tu lo sabes bien."
"Repito: Estas loco. Además, ¿cómo saber que todo eso es cierto? Yo debería estar en un taxi ahora mismo, y no en el coche de un extraño." dice ella segura de lo que acaba de decir, y voltea a ver a la ventana.
"Es verdad, lo olvidé, tú confías en nadie. Supongo que tengo esta semana para convencerte, para mi no eres ninguna extraña. Y otra cosa: sí, estoy loco. Pero tal vez sea por ti. Te admiro. Mucha gente a tu edad, si tomamos en cuenta lo que haz pasado, ya se hubieran suicidado. Eres fuerte Annie, y no sabes cuanto admiro eso.
Ella se limita a voltear a verme y sonreír tímidamente.
"Gracias, pero eso no hará que confíe en ti más rápido."
"Mejor, no pretendía hacer algo así. Después pensarás que soy un violador o algo así." Digo casi riéndome.
"Oh, descuida, no te preocupes en que llegue a pensar eso, porque ya lo hago." dice sonriente, viéndome.
Sonrío.
"Bien, pues llegamos."{ANNIE}
Es ya de tarde, el sol comienza a ponerse. Soy la primera en bajar del automóvil, baje tan rápido que el motor aún no estaba apagado. Richard lo estacionó en la casa de en frente y se encargó de llevar las maletas a mi puerta. Observo mi casa con detenimiento: Es completamente blanca con detalles en negro, y alguna que otra cosa en plateado, tiene un diseño moderno y se ve costosa. Comienzo a dudar que mi padre tenía deudas con el banco.
"¿Cómo te quedas, eh? La verdad es una casa muy bonita. Y costosa. Si tienes dudas o quieres que te lleve a algún lado, solo búscame." dice mientras escucho que sus pasos se alejan, ya que todavía sigo admirando la casa. Hasta que reacciono.
"¡No se ni donde vives!" Grito mientras me volteo, buscándolo, hasta que veo que entra en la casa de enfrente.
"¡Soy tu vecino, no te complicarás!"
Yo sólo opto por sonreír ante su comentario, e ir a mi casa. En la entrada no hay macetas, y frente a la puerta hay una alfombra que dice «Welcome» (bienvenido en inglés) color marrón claro. La puerta es plateada y parece de aluminio, es de forma rectangular completamente y tiene unas pequeñas ventanas cuadradas en la parte superior. Abro la puerta finalmente y entro, observando cada detalle. Es una casa, bastante amplia por dentro, lo cual me agrada. Tiene muebles en cada área, según cual es cada una. Y en todas tiene un diseño minimalista, es decir, bastante sencillo, sin muchos adornos. Opto por ir directamente a donde Banks me dijo que era mi habitación. Corro con mi maleta, ésta tropezando en cada blanco escalón. Una vez arriba, busco lo que se supondría que es mi alcoba. Una vez la localizo, corro hacia ella con la maleta en mi mano, y me detengo en la entrada. Observo todo con detenimiento: una cama matrimonial con cobijas blancas y almohadas negras, junto a ella una mesita de noche con una pequeña lámpara, además hay alfombra blanca en todo el piso, y las paredes son del mismo color. Luego, hay una lámpara con focos ahorradores en el techo, una mesita que puede ser utilizada como escritorio, unas cortinas muy grandes en una parte de la pared -donde supongo que hay una ventana-, y una puerta que lleva a un baño privado. Ya por último, se perciben las puertas de un armario, y en la entrada, en la pared, hay un interruptor que controla la lámpara de techo antes mencionada. La puerta estaba abierta, y ahora se percibe que está hecha de madera pero va pintada de un color blanco. Una vez vi todo, finalmente entro, dejando la maleta a un lado y corriendo para saltar a la cama. Caigo justo en medio, y los resortes de un colchón se mueven un poco. Todo es demasiado confortable. Pude estar ahí todo el día, pero preferí seguir explorando. Fue así como decidí levantarme e inmediatamente, ir a ver que ocultaban aquellas cortinas. Caminé hasta ahí y estirando mi brazo, muevo éstas gigantes cortinas a un lado para descubrir lo más maravilloso hasta ahora: un balcón. De la emoción, abro la puerta y salgo. Al salir, sentí un tibio y calmado viento, que terminó siendo agradable. Volteo a ver hacia mis alrededores y veo las casas de mis vecinos, que son casi idénticas a la mía, pero hay algunos detalles que dicen lo contrario, que mi casa ha sido modificada. Después, cambio de dirección mi vista, y ahí es cuando veo a Richard, con una sonrisa amigable y saludándome con la mano. Sonrío y le respondo de la misma manera. Después, bajo la vista y camino hacia dentro de la casa, perdiendo de vista a Richard, cerrando la puerta de cristal y devolviendo las cortinas a su lugar.
El cansancio estaba en una batalla con mi cuerpo, y al parecer ha ganado el, ya que al volver a acostarme, caigo profundamente dormida.11:37 p.m, mismo día.
Despierto después de una terrible pesadilla. Soñé que iba con mi padre en un avión y que, nos avisaban que habían problemas -unas palabras más bonitas para decir que vas a morir- y que creían que no habría solución. Estábamos apunto de caer con el avión, cuando desperté. «Sólo fue un mal sueño, -pensé- vuelve a dormir.» Me volteo en la cama para quedar viendo hacia las cortinas, queriendo volver dormir. Cierro los ojos poco a poco, pero en el último instante, veo algo que no creo normal: las puertas del balcón están abiertas, y estoy segura de que las cerré. Al levantarme, algo salta atrás de mi y me da un pequeño empujón, causándome el mayor susto de mi vida. Era Richard.
"¡Eres un maldito!" Grito con toda mi furia, al ver que se ríe a carcajadas en el suelo.
Como veo que no piensa dejar de reírse, le lanzo una pequeña almohada a la cara. Quien ríe ahora, eh.
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Víctima de Todos ©
JugendliteraturEsa soy yo. La chica que no debería existir. La chica que debería ser de polvo. Mi nombre es Annie, tengo casi 18 años y curso bachillerato. Mi madre decía que al mal tiempo buena cara. Y eso hago yo, o al menos lo intento. Porque todo lo que es mal...