{ANNIE}
"Claro, pase..." le digo, extrañada, haciendo que pase hasta la sala de estar.
"Mi nombre es Steve Banks, el abogado que ha contratado su familia para este tipo de ocasión." me dice mientras me entrega una pequeña tarjeta con su datos personales y número de teléfono.
"¿Se refiere a la muerte de mis padres?" Le digo con curiosidad, pues yo nunca supe nada de esto.
"En efecto, señorita Williams. Por lo que yo se, usted es de California, E.U, pero vive aquí en Veracruz, México. Debido a que en México al cumplir 18 años usted es una persona adulta, le puedo entregar lo que me han pedido sus padres, ya que así lo quisieron ellos."
"¿Y qué clase de cosas me querían entregar?" Le pregunto, algo atónita.
"Usted tiene dos cuentas bancarias, en una tiene depositado los ahorros de la universidad que acumuló su padre y en la otra tiene aproximadamente 120,000 pesos. Entre las dos, tiene alrededor de un total de nada más y nada menos que... -en eso saca una calculadora de un bolsillo de su traje y comienza a teclear- ...300,000 pesos aproximadamente, y según sus padres, todo es para usted."
Me quedo más atónita de lo que ya estaba, es in-cre-í-ble que mi padre haya juntado todo eso pensando sólo en mi.
"Pero todavía no termino. -Explica Banks- Además de las cuentas bancarias, tiene una residencia en California, E.U. La residencia es de 3 plantas, superior, inferior y sótano. En la planta superior, -en eso, saca unos planos de su maletín café, de imitación piel, el que no me había dado cuenta que llevaba- se encuentran 2 habitaciones, un baño, y un área sin uso establecido aún. En la planta inferior, se encuentra la cocina, comedor, sala de estar, un baño y aquí -dice mientras señala un punto del plano- están las escaleras para ir al sótano. El sótano está completamente vacío. Volviendo al tema de las habitaciones, está una habitación que tiene una cama matrimonial, alfombra, televisión, baño privado, entre otros detalles. En la otra habitación hay una cama individual, suelo de alfombra, cajoneras, entre otras cosas. Los planos de la casa se los dejare aquí. Todo lo que he mencionado ya esta oficialmente a su nombre por lo que cuando usted desee viajar a California, sólo hágamelo saber y yo le conseguiré un viaje. Esta es la tarjeta -me entrega la tarjeta- donde he depositado un poco de dinero. No se preocupe, son sólo 500 pesos por sí necesita comprar despensa o pagar algún servicio. Cuando necesite más hágamelo saber y yo haré el movimiento de dinero para que no tenga que ir a un banco. Esa tarjeta, es como una de débito pero sólo se deposita en ella lo que vaya a usar sin sobrepasar los 5 mil pesos. Toda la información que le he proporcionado estará resumida en estos documentos. Procure guardarlos bien. Eso es todo de mi parte, si me necesita, en mi tarjeta está mi número telefónico. Un gusto conocerla. Me retiro, con permiso." Me dice mientras camina a la puerta, y se va.
Supongo que este señor tiene demasiado trabajo. Le deben pagar bien.
Son las 3:08 p.m, demasiado tarde para ir al parque. Bueno, tarde no lo es, me refiero a que ya no es hora de llegar a una cita con este misterioso personaje. Bueno, la esperanza es lo último que muere, y yo no pierdo nada en comprobar sí no está ahí. Reviso sí llevo las cosas correctas para salir de casa y cuando es así, me voy.
~~~
Llego al parque en autobús, ya que esta a 15 minutos desde mi casa. Me bajo del autobús, y cuando apenas piso la banqueta, suena mi celular, es un mensaje. Al querer revisarlo, comienzo a caminar inconscientemente.
»Annie, por lo que más quieras, ya no me busques en el parque. Yo me he ido hace poco y creo que es mejor que no veas lo que hay ahí.
-R. Whittman«
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Víctima de Todos ©
Teen FictionEsa soy yo. La chica que no debería existir. La chica que debería ser de polvo. Mi nombre es Annie, tengo casi 18 años y curso bachillerato. Mi madre decía que al mal tiempo buena cara. Y eso hago yo, o al menos lo intento. Porque todo lo que es mal...