Capítulo 21

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Conociéndose Mejor.°}

Especial Mes del Libro.


Brigith tomo aire y permitió que se le ayudara a bajar del carruaje, miro frente a ella y una sonrisa se formo en sus labios de forma involuntaria al ver a James a solo unos pasos de ella, James camino hasta ella y beso su mano.

– Bienvenida – ambos se inclinaron.

-Gracias James – él le sonrió y ella se sintio completa, ambos se acercaron a Corina y al Duque – Milord, Corina – se inclino ante ellos y los saludo de forma apropiada – es un gusto verlos de nuevo.

-opino igual Señorita Hargrove – el Duque beso su mano, aquella que James no estaba sosteniendo – luce hermosa.

-Gracias Milord – Corina se acerco feliz a ella, deseosa de saludarla.

-hola Brigith, es bueno verte – ambas se inclinaron, sonrisas cómplices en sus rostros, desde el momento en que se habían conocido ambas habían compartido una larga serie de cartas, no pasaban más de dos días sin que alguna de ellas le escribiera a la otra.

-también es bueno verte Corina, luces hermosa – la alago.

-si nos disculpan – James interrumpió lo que hubiera sido una larga conversación – quisiera llevar a Brigith al lugar de nuestra cena.

-por supuesto – el Duque asintio hacía su hijo – pueden retirarse.

Ella esperaba que la llevara adentro del hogar de los MacConnell, pero en su lugar la llevo por un camino alterno que llevaba directo a los jardines - ¿no cenaremos adentro? – le pregunto mientras ambos caminaban al lado de los hermosos matorrales.

-no por esta noche, supuse que te agradaría cenar en el solárium, mi padre me ayudo a iluminarlo, además de que me di cuenta de que este lugar te agradaba – ajusto su mano alrededor de su brazo - ¿te parece bien?

-me parece enteramente perfecto – ella lo miro con un brillo en sus ojos.

Ambos caminaron en silencio hasta que llegaron al solárium, ella desde afuera pudo ver lo hermosamente iluminado que estaba, no había un solo rincón en oscuridad, ambos entraron y ella observo la mesa bellamente, además de estratégicamente, colocada en el centro de la estructura, el dulce aroma de las flores solo lograba que el ambiente se volviera mas intimo, él la ayudo a sentarse y dos mujeres de la servidumbre aparecieron por la puerta llevando su cena, se las dejaron delante de ellos y la boca de Brigith salivo cuando recibió el delicioso aroma de la carne con mantequilla y especias, además de las verduras cocidas.

-espero que te guste, pensé que podríamos comer lo que más nos gustaba, esta es mi cena preferida – le explico mientras las mujeres les servían vino en sus copas – tu padre me dijo cuanto te gustaba la sopa de calabazas amarillas, también comeremos un poco de eso.

-es una buena forma de conocernos – ella tomo el tenedor y el cuchillo, corto una parte de la carne y se la llevo a los labios, el aroma le acaricio la nariz, mastico el trozo de carne y el sabor exploto en su boca, ella lo saboreo, lo jugoso de la carne, el toque de mantequilla y el sabor penetrante de las especias – creo que has logrado que esto se vuelva en mi comida referida.

Él se rio al escucharla – no me molestaría el compartir mis cosas preferidas contigo – ella miro como se llevaba un trozo de carne a la boca – además, estoy seguro de que esto no es lo único que puedo darte.

Ella paso saliva y tomo un sorbo de vino – esta cena es para conocernos, así que adelante Milord, puede preguntar lo que sea, yo intentare responder sus preguntas.

-de acuerdo – James la escruto con la mirada, ella se sintio temblar delante de él – puesto que ya se eso que nadie mas sabe – le sonrió – me gustaría saber lo que todo el mundo sabe, excepto yo.

-perdóname, pero no se ha que te refieres – tomo una de las verduras cocidas con su tenedor.

-¿Qué es eso que todo el mundo sabe, pero que tú no contaste? – se inclino hacía ella – aquellas cosas que puedo saber preguntándole a tu padre o a tus hermanos, esas son las cosas que a mí me gustaría saber de tu boca.

-bueno, ahora que entiendo tú pregunta – dejo los cubiertos sobre el plato y le entrego toda su atención, él hizo lo mismo – mi nombre es Brigith Rose Hargrove, soy la cuarta de seis hijos, tengo dieciocho años – comenzó a contarle su vida en pequeños fragmentos – soy mitad inglesa y mitad irlandesa – eso lo sorprendió – mis flores favoritas son las hortensias y las peonias – ambos miraron a las flores que se habían colocado en ese lugar solo por ella – soy muy unida a mi hermano Nicholas, aprecio el conocimiento ya que nos enseña a no comerte los mismos errores que se cometieron en el pasado, amo los caballos, me enfermo cada vez que robo un sueño más – se mantuvo en silencio por un segundo – solo tenia ocho años cuando descubrí lo que podia hacer – ella ya no lo miraba a él, pero James estaba atento a todo lo que salía de su boca – me he caído solo dos veces de un caballo, Nicholas y Geoffrey me protegen mucho, Jeffery es aquel que me ayuda en mis siguientes lecturas, deseo algo día poder viajar al extranjero con mis hermanos, llevo usando guantes desde que tengo ocho años, me ayudan a tener un control sobre mi misma y gracias a eso tengo una gran colección de estos – se rio y James rio con ella – solo mi padre y mi abuela sabían de lo que era capaz hasta que te lo dije a ti, mi comida favorita es la sopa de calabazas amarrillas, mi postre favorito es el pastel de limón – intentaba recordar que mas podría decirle – antes de ti nadie mas había intentado cortejarme, o al menos, ninguno había pasado del escrutinio de mi padre y mis hermanos.

-¿supongo que aun hay mucho por decir? – ella se encogió de hombros.
-eso es lo que puedo recordar por el momento – jugo con la cuchara que estaba a su derecha - ¿y que me dice usted Milord? ¿Cuáles son esas cosas que todos saben menos yo?

-bien, comenzare igual que tú – le sonrió – mi nombre es James Lorcan MacConnell, soy el hijo mayor de mis padres, tengo una hermana menor llamada Corina y la protejo con todo lo que tengo, tengo veintiocho años – ella lo miro con sorpresa – estudie negocios con mi padre, el me ha enseñado todo lo que se, soy enteramente escoces – ella le sonrió – perdí a mi madre cuando solo tenia diecisiete años – las sonrisas de ambos desaparecieron, ese era un tema superado para James, pero aun así cada vez que recordaba a su madre su pecho le dolía hasta sangrar -falleció mientras tenia a mi hermano pequeño, ambos murieron durante el parto – esta vez fue su turno de quedarse en silencio y Brigith se dolió con él al ver como sus ojos se nublaban – lo siento – se disculpo y limpio sus ojos, despues de una larga y profunda respiración pudo seguir hablando – obtuve mi titulo cuando solo tenia dieciocho años, mi abuelo murió y su titulo paso a mi padre y el de mi padre me fue dado a mi, conozco a Nicholas desde hace algunos años, siempre protejo a aquellos que quiero, nunca me he llevado bien con Geoffrey, aunque esto seguro que de eso ya te diste cuenta – se rieron – he viajado mucho durante los últimos años, en algún momento te llevare conmigo – la mirada que le dio la hizo sonrojarse – mi comida favorita es el filete con mantequilla y especias, y a diferencia de ti, yo si he cortejado a otra persona, pero eso no termino bien – sopeso en ese mismo instante si le decia lo que aquella frase ocultaba, pero no queria arruinar este momento para ella – creo que eso es todo por ahora.

- es un placer conocerte James – tomo de nuevo sus cubiertos.

-el placer es todo mío Brigith – ambos siguieron cenando con una conversación amena, una conversación que los llevo a conocerse mejor, para cuando llego el postre, James había ordenado que fuera pastel de limón, Brigith ya sabía que él era un gran espadachín, que le gustaba montar a caballo al igual que ella, que ahora tenia una flor favorita y que esta era la peonia, y James aprendió más de ella, supo algo del dolor que ella había vivido al ocultarse, supo que su color favorito era el azul que se veia en el cielo despues de una tormenta y, además de todo eso, ambos supieron que ya no había marcha atrás en los sentimientos que ambos comenzaban a tener por el otro.

-tengo algo para ti – James se puso de pie y se acerco a ella una vez que los platos del postre habían sido retirados – era de mi madre, me lo dejo para dárselo a la mujer con la que me casaría – le explico y abrió la pequeña caja que había cargado todo el día, ella miro su contenido y su respiración se atasco en su garganta, era una fina y delicada cadena de oro trenzado, al final de esta colgaba una joya, un zafiro en forma de gota, tenia un detalle de cadena de oro con diamantes pequeños a su alrededor – espero que lo aceptes, es un obsequio por nuestro cortejo.

-es preciosa – lo miro – pero no puedo aceptarlo, es demasiado.

-nada sera demasiado s es para ti – la saco de la caja y abrió el pequeño broche que cerraba la cadena - ¿me permites? – apunto a su cuello y ella, renuente, acepto.

Ella se estremeció al sentir el frio del collar en su cuello, sintio su tibia respiración en su piel descubierta, escucho como cerraba el collar y sintio como James pasaba sus dedos por su piel, se estremeció y deseo que él llegara a tocarla mil veces más, este era su momento perfecto.

Para cuando todo hubo acabado la noche ya estaba sobre ellos, James se ofreció a acompañarla y ella acepto, no queria dejar de verlo, de sentir su presencia junto a ella, ambos subieron al carruaje que había llevado a Brigith hasta su hogar, conversaron de forma calma y amena durante el camino, James admiro como la joya que antes había pertenecido a su madre adornaba el cuello de Brigith, ella obtuvo un cierto nivel de tranquilidad al sentir el collar colgar de su cuello, una tranquilidad que no sabía que necesitaba.

Para cuando ambos llegaron al hogar de la familia Hargrove la hora que Nicholas le había indicado a Brigith ya había pasado, pero por algún motivo ni su padre ni su hermano habían ido a buscarla, James se ofreció a acompañarla hasta el interior de su hogar, además queria disculparse por la hora en la que Brigith estaba llegando, uno de los sirvientes les abrió la puerta, de inmediato se dieron cuenta de que sus padres y sus hermanos mayores aun estaban despiertos y todos estaban reunidos en el estudio, ella creyó que la estaban esperando, pero cuando ambos entraron al estudio de su padre se dieron cuenta de que era algo totalmente diferente.

Un hombre estaba sentado frente a su padre y Nicholas, a un lado de Geoffrey y Jeffery - ¿padre? – miro a todos a su alrededor y fue cuando el hombre desconocido se puso de píe, ella sintio de inmediato como el ambiente se tensaba, como James se tensaba a su lado y como su padre y sus hermanos los miraban a ambos, pero la mirada de Geoffrey era diferente, miraba al Vizconde como si lo retara.

-hija, Vizconde – su padre se puso de píe y se acerco a ambos – tenemos una visita algo… Inesperada, te quiero presentar a Cassian Kaufmann Duque de Glynne – él se inclino ante ella, ignoraba deliberadamente a James – ella es mi hija, Brigith Rose Hargrove.

-es un placer conocerla Señorita Hargrove – tomo su mano y cuando sus labios se posaron sobre la tela de su guante James quiso alejarlo de ella lo mas que pudiera.

-el placer es mío Milord – su voz se escucho ronca, carraspeo - ¿puedo saber el motivo de su visita? – había algo en el hombre frente a ella que no le daba confianza.

-vine a arreglar ciertos asuntos – miro a James mientras lo decia, ambos se retaron con la mirada – además de visitar a su hermano, Geoffrey él y yo somos amigos desde nuestro tiempo en la escuela.

-mi hermano nunca lo menciono – ella dio un paso más cerca de James, era su forma de calmarlo.

-porque no era el momento – miro de nuevo a James, en su mirada había algo oculto, algo que ella deseaba saber – pero ahora estoy aquí, para evitar que los mismos errores se cometan, ¿no cree lo mismo… Vizconde? – le pregunto a James con un tono cargado de burla.

-ten cuidado en como me llamas – ella lo miro sorprendida al escuchar su tono de voz duro – podrás tener un titulo mayor que el mío, pero eso no te da ningún derecho a inmiscuirte en donde nadie te ha llamado – la furia en el pecho de James burbujeaba deseando ser liberada – mantente lejos de mi y de Brigith, ¿te ha quedado claro?

-si antes no podías mandarme, ¿Qué te hace pensar que eso ha cambiado? – dio un paso más cerca él, los demás a su alrededor solo podían ver que era lo que ocurría, Brigith era la unica que no sabia el pasado que ellos dos compartían, los secretos que ambos guardaban – yo solo he venido a destapar a las personas que tienen demasiados secretos bajo la manga.

-mantén cerrada la boca, no me obligues a cerrártela como lo he hecho antes – se alejo un paso de Brigith, no dejaría que este hombre que creía olvidado regresara para arruinar lo que comenzaba a construir con Brigith, a ella no se la arrebatarían – camina con cuidado, tú no eres el único que tiene secretos de los demás – la mirada de Cassian tembló y se alejo de James.

Brigith los miro a ambos y despues a su padre y a sus hermanos, no lograba comprender nada de lo que pasaba a su alrededor, pero sabía que con la llegada de este hombre llegarían muchos problemas.

Si tan solo todos hubieran estado preparados.

La Ladrona De SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora