Capítulo 36

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Todo Por Grace.°}


James y Nicholas, al igual que Grace, estaban en la habitación de Brigith mientras un doctor la examinaba, Grace estaba buscando entre la ropa de ella por su ropa para dormir, James y Nicholas estaban ambos de pie en el pequeño cuarto junto a la chimenea, seguían en la misma habitación que ella pero una pared daba la ilusión de privacidad, Geoffrey y Jeffery se habían encargado de sacar a un inconsciente Cassian de la habitación de su hermana, lo habían encerrado en el despacho de su padre mientras esperaban a sus padres y a la policía, por fortuna para todos ellos Jeffery se había encargado de buscar a sus hermanos pequeños y todos respiraron mas tranquilos al darse cuenta de que ellos no estaban en la casa cuando todo esto había pasado.

Ninguno hablaba, ambos demasiado centrados en sus pensamientos, y en Brigith para el caso, además de que intentaban no pensar en que el causante de todo esto estaba a solo unos metros de ellos o llegarían a matarlo a golpes por lo que le había echo a ella, caminaban por la pequeña estancia con los brazos cruzados y el ceño fruncido, analizando lo que haría en las siguientes horas, pero por más que lo intentaban no lograban poner un orden a sus pensamientos, todos ellos siempre terminaban en la joven herida he inconsciente que estaba siendo examinada.

Escucharon como la puerta principal se abría, se quedaron quietos a la espera de saber quien había llegado, las risas y voces de Harry y Anika lograron calmar a Nicholas de una forma que necesitaba, pero que no esperaba, sopeso la idea de bajar y llevar a sus hermanos hasta los jardines y hacer que se quedaran allí hasta que llegaran sus padres, pero no fue necesario, reconoció la voz de Jeffery en el primer piso y como guiaba a sus hermanos lejos de todo ese caos.

-es una fortuna que ellos no estuvieran aquí – James susurro, no soportaría ese silencio ni un segundo más.

-si, al menos sabemos que no intento hacerles nada a ellos dos – Nicholas se paso las manos por el cabello y por el rostro – me hubiera vuelto loco si los hubiera tocado, lo habría matado.

-no hubieras sido el único, eso te lo aseguro – escucharon los murmullos del doctor en el otro cuarto – al menos no se escapo, aun quiero saber quien pudo detenerlo de esa forma.

-fue Grace – James reconoció ese tono de orgullo y cariño, era el mismo con el que se refería a Brigith cuando la nombraba – ella lo detuvo, yo le enseñe a hacerlo, después de todo, parece que le enseñe bien – se rio.

-al menos ella se defiende mejor que tú – bromeo y los dos se rieron, se sentían más tranquilos, pero no lo suficiente como para alejarse dos pasos de en donde estaban parados.

-no se que hubiera pasado si ella no lo detiene – Nicholas susurro, todo el rastro de diversión de los comentarios anteriores se había perdido – nosotros hubiéramos llegado tarde, de eso no tengo ninguna duda.

-creo que todos le estaremos eternamente agradecidos con ella – escucharon la voz de Grace venir desde el otro lado de la habitación, los pasos del doctor y la respiración de Brigith, ninguno hablo hasta que el silencio volvió del otro lado de la habitación – ella la protegió mejor que todos nosotros.

-tienes razón, pero aun así tienes que decirle todo lo que nos dijiste a nosotros – lo miro, finalmente, desde que habían llegado a la habitación – solo espera hasta que se encuentre mejor, más recuperada y más tranquila.

-no tienes que decírmelo, no cometería el mismo error dos veces, en especial con ella – la puerta principal volvió a abrirse, pero ahora lo hizo con un estrepito y pasos apresurados le siguieron, además de las voces mescladas de dos familias.
James y Nicholas se miraron, sabían que ahora vendría lo complicado, detenerlos a todos de evitar entrar a la habitación, ni siquiera un par de minutos después la puerta fue abierta y entraron por ella dos mujeres y tres hombres, todos con expresiones asustadas y ansiosas, Nicholas alzo las manos y se acerco a ellos intentando calmarlos a todos.

-Brigith estaba inconsciente cuando llegamos, ahora mismo un doctor la esta revisando, nuestro doctor de cabecera – se apresuro a explicar al ver las miradas de sus padres y de sus abuelos - sabemos que el trabajara con la mayor discreción y que nada de lo que vea o escuche mientras esta aquí dejara nuestro hogar, Grace esta con él ayudándolo a manejar a Brigith.

-¿estaba herida? – su madre se adelanto a preguntar, su esposo y su hijo, al igual que la pareja de ancianos, la miraron sorprendidos cuando mostro ese nivel de preocupación por Brigith – cuando la encontraron… ¿estaba herida?

-mucho, por desgracia – Nicholas se acerco y sujeto a su madre de los hombros cuando ella intento entrar a la misma habitación que su hija mayor – no puedes entrar, no serviría de nada, solo se entorpecería el trabajo del doctor – intento razonar con todos ellos.

-¿ese hombre seguía aquí? – el Duque miro a su hijo y como este asentía - ¿Dónde demonios esta ahora?

-en el despacho del Conde con Geoffrey y Jeffery – los miro a todos, y cuando vio la mirada perdida de la condesa quiso calmar un poco de su preocupación por sus hijos – Harry y Anika no estaban en la casa – todos los adultos dejaron salir un suspiro de alivio al escucharlo – estaban fuera cuando paso todo, ¿Dónde esta Corina? – miro a su padre.

-abajo, lo más seguro es que este en las cocinas preparando té para todos – aunque ahora que el Duque lo pensaba talvez estaba con los Hargrove mas pequeños.

Pudieron seguir conversando de la misma forma tensa y escueta, pero la silueta del doctor se hizo visible para todos, al igual que la sangre que había en los bordes de sus mangas, todos le prestaron atención, deseosos y desesperados por escuchar buenas noticias, noticias que tuvieran que ver con la hija mayor de el matrimonio Hargrove.

-doctor, ¿Cómo se encuentra mi hija? – el señor Hargrove no espero hasta tenerlo frente a él, quería hacerlo a un lado y correr hasta ver a su hija, pero antes tenia que saber las cosas que solo un doctor podría decirle.

-My Lord, el estado de su hija es delicado e incierto – dejo su maletín a un lado de sus pies – el estado en el que la encontré era preocupante, tiene lastimadas las costillas y la muñeca derecha estuvo a punto de fracturarse – James y Nicholas tomaron una larga bocanada de aire creyendo que eso los ayudaría a no correr escaleras abajo y matar al bastardo que la había lastimado – su mejilla interna tiene una herida un poco profunda, pero eso se resolverá con el paso de los días, le dieron un fuerte golpe en uno de los costados de su cabeza, por consecuencia su ojo esta inflamado y comienza a amoratarse, la golpearon demasiado duro en la nariz, por fortuna no esta fracturada, pero sangro mucho y esta enrojecida e inflamada, tiene varios rasguños en los brazos, piernas, espalda y cuello.

-pero… - la Condesa dio un paso más cerca, temblaba y sus ojos estaban llenos de lagrimas – ¿ese hombre… él la… la…? – no encontró las palabras para formular la pregunta, pero no fue necesario, todos, incluyendo al doctor, entendieron lo que quería preguntar.

-la señorita Hargrove esta altamente lastimada, pero… Gracias a la persona que dejo inconsciente a ese hombre, ella no fue violada – todos respiraron con una gran calma, ella estaría bien, ellos, todos ellos, se asegurarían de que lo estuviera – pero fue sedada, con esto – alzo el pequeño frasco y se los mostro – aun no estoy seguro de que es lo que contenía pero me encargare de averiguarlo y volveré en un par de horas, para ese momento la señorita Hargrove ya estará despierta.

-¿tardara mucho en despertar? – James se sentía ansioso, solo quería explicarle todo a ella.

-será cuestión de un par de horas, si me disculpan – todos le agradecieron inmensamente y un sirviente lo escolto hasta la salida, no había dado un paso fuera de la habitación de Brigith cuando la Condesa y la abuela de Brigith se apresuraron para verla.

Grace estaba terminando de vestirla cuando las dos mujeres entraron a la habitación, se detuvo y las miro, nunca espero ver esa preocupación en el rostro de la madre de Brigith, en especial que esa mirada fuera dirigida a su hija, se aparto de la cama y les dejo espacio para que se acercaran a ella, recogió la ropa con sangre y echa girones, la guardaría para la policía, creyó que eso seria necesario, dio dos pasos y el Conde, junto con su padre, Nicholas, James y el Duque entraron a la habitación, ella se quedo quieta mientras veía como el Conde se acercaba a su hija, como el hombre de edad mayor miraba a su nieta con lagrimas en los ojos, James y su padre se quedaron un poco apartados de todos ellos, pero ambos se sentían dolidos por ella, por que ella no se lo merecía, porque ella nunca tuvo la culpa de que esto ocurriera.

Grace sonrió, había echo lo correcto, la había salvado de sufrir el mismo destino que ella, se dispuso a salir de la habitación y darles privacidad, pero la mano de Nicholas en su brazo la detuvo, lo miro y vio las lagrimas en sus ojos, la llevo al otro cuarto, en donde él seguía cerca de su hermana pero nadie más podría verlos, y la beso.

-gracias, Grace, estaré eternamente agradecido contigo – le susurro al mismo tiempo que pasaba sus manos por su cabello.

-Nicholas, no dejaría que la historia se repitiera – paso una de sus manos debajo de sus ojos y se deleito con la mirada de amor y adoración que él le daba solo a ella – lo volvería a hacer sin dudarlo, por ella o por ti.

-te amo – ella sonrió aun más al escucharlo, llevaban de esa forma por dos años, él la cuidaba y la adoraba en cada oportunidad que se le presentara, y ella hacía lo mismo con él, siempre habían creído que nadie mas sabría lo que entre ellos pasaba, pero el Conde y la Condesa sabían lo que pasaba entre ellos desde hacía solo un par de semanas, no habían hablado para que el compromiso entre Brigith y James se estropeara, pero hablarían con ambos y los dejarían ser felices.

Grace se separo de él y volvió a sus tareas,  Nicholas entro de nuevo al cuarto donde su hermana estaba recostada y se sentó a los pies de ella, su madre y su padre sostenían las manos inertes de Brigith, sus abuelos la miraban de pie a los lados de la cama, y aunque no los veía, sabia que James y su padre estaban de pie detrás de ellos, velando por su hermana y por su bienestar.

Talvez, y solo talvez, James y Brigith si podrían llegar a ser felices juntos, después de todo, eso era lo que ambos se merecían.


La Ladrona De SueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora