{°Sangre°}
-no pensé que las balas alcanzarían a alguno, solo queria que se detuvieran de una vez – la voz arrepentida de Nicholas llego a sus oídos.
-bueno – Geoffrey hizo una mueca de dolor – tuviste mejor puntería que nunca.
Brigith estaba sentada a un lado de su padre y enfrente de donde estaba recostado Geoffrey, tenia un agujero de bala en su brazo derecho, un doctor estaba de pie con unas pinzas intentando sacar la bala, para su mala suerte, esta se había despedazado en algunos cuantos pedazos y ahora los estaba buscando.
Ella miro alrededor de la habitación, Nicholas y Jeffery sostenían a Geoffrey evitando que se moviera y dificultara el trabajo del doctor, Corina, el Duque y el Vizconde estaban al otro lado del cuarto, un doctor trataba al Vizconde en su abdomen bajo, la bala había entrado y salido dejando una herida limpia, estaba de costado tomando la mano de su hermana mientras su padre lo sostenía para evitar el movimiento, había tres mujeres además de ellos, tenían agua tibia, alcohol y algunas vendas dispuestas para los doctores.
-y no le diste solo a uno – ella giro a ver al Vizconde – nos alcanzaste a los dos – frunció el rostro cuando el doctor vertió alcohol en la herida.
-son unas bestias – todos miraron con sorpresa a Corina, por su comentario y por la aspereza en su voz – llegar y golpearse – miro a su hermano y a Geoffrey – disparar un arma – miro a Nicholas – y además ¿se dan cuenta de a cuantas personas han preocupado? – los miro a todos ellos con reproche.
-perdón Corina – su hermano apretó su mano – no quisimos que te preocuparas – Geoffrey y Nicholas asintieron.
-yo no fui la unica – miro a Brigith, la palidez de su rostro permanecía y solo hacia mas notorio el color rojo de su mejilla, producto de los dos golpes que su madre le había dado.
-lo siento Brigith – Geoffrey se levanto en sus codos y la miro – puedo estar enojado hasta la medula contigo, puedo ignorarte, pero lo que no puedo hacer es verte herida y dejar que el responsable salga inmune, eres mi hermana pequeña – ella se levanto y se acerco hasta arrodillarse a su lado – y tengo que protegerte de todo lo que pueda dañarte.
-pero no si tu sales herido en el proceso – tomo su mano – no puedo permitir que ninguno de ustedes – miro a Nicholas y a Jeffery ambos estaban de rodillas a sus lados – salga herido por mi culpa.
-bueno, esto se volverá un ciclo sin fin – Jeffrey se rio – porque tampoco ninguno de nosotros te dejaremos salir herida.
Todos miraban la escena que los cuatro hermanos estaban haciendo, eran ajenos a las miradas – sigo molesto contigo – ella frunció el ceño – pero ahora un poco menos.
Ella sonrió y se inclino besando la frente de su hermano, se separo de él y le sonrió – y yo te quiero un poco más.
Ninguno hablo de nuevo hasta que Geoffrey y el Vizconde estuvieron con vendas apretando sus heridas, los doctores se estaban despidiendo cuando su padre vio que la herida en la mano de Brigith sangraba de nuevo, incluso miro más abajo en su vestido y pudo ver como este tenia gotas de sangre en donde estaban sus rodillas, sabiendo que no permitiría que nadie la curara además de él se puso de pie y tomo algunas vendas y un bote de agua y otro de alcohol y se acerco a ella, el sol ya estaba muy arriba y calculaba que estaban cerca del medio día, observo que su padre se detenía frente a ella, estaba sentada en un amplio diván que daba a una gran ventana.
-¿tu herida sangro de nuevo? – se sentó a su lado y dejo las cosas de sus manos a un lado de su pierna.
-apreté las riendas del caballo demasiado fuerte – observo como su padre se ponía sus guantes y ella le sonrió.
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La Ladrona De Sueños
Ficção HistóricaSolo necesitaba tocarlos con sus manos, solo un roce y sus sueños más anhelados se volvían de ella, el primero que tomo fue el de su nana, y después, fue el de su madre, era solo una niña, así que no lograba comprender que era lo que pasaba, intento...