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Arte • 𝑂𝑙𝑑西安
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—Mo... —He Tian cargaba al pelirrojo para la bañera por alguna razón quería sacar por completo que She Li había impregnado en él, lo desvistió dejando solo la polera para luego él desprenderse de su ropa y meterse junto a Mo Guan Shan quién aún seguía inconsciente.
—!...¡—Mo Guan Shan sentía el agua fría recojer su cuerpo instintivamente cerró los ojos con fuerza cayéndose al fondo de la tina.
—rayos... —el azabache sacó a Mo Guan Shan del agua cargandolo. He Tian no pudo evitar sonreír ante lo ligero que el pelirrojo se sentía en sus manos.
—uhg— Mo Guan Shan miró a He Tian, a quien descubrió que tenía una expresión de completa satisfacción en su rostro, pero también le sorprendió ver cuán fácilmente pudo sostenerlo en un ángulo tan alto.
—...—el azabache retenía a Mo Guan Shan durante lo que pareció un período prolongado de tiempo. He Tian había estado admirando la forma en que la ropa mojada se aferraba cuerpo de Mo, y disfrutó la visión del abdomen parcialmente expuesto del pelirrojo revelados por la camisa levantada.
—dejame—soltaba aquella frase tembloroso—
—no—respondía firmemente He Tian.
—... —las manitos del pelirrojo estaban rojas como también su abdomen, sentía frío y todavía podía percibir el olor de She Li—
—ya bajame... —decía nuevamente. He Tian levantó la vista, las puntas de sus narices casi se tocaban, sus ojos brillaban intensamente en los de Mo.
—¿No quieres decir lo contrario?—respondía aún cargando al pelirrojo.—Esta bien. Aquí, entonces, déjame sacarnos.— De repente el azabache atrajo a Mo en un abrazo—envuelve tus brazos a mi alrededor, Pequeño Mo, o de lo contrario caerás de nuevo al agua.—
—e-espera, ¿Qué estas...?— la respiración del pelirrojo se contuvo cuando enlazó ambos brazos alrededor del cuello de éste, lo hizo después de que He Tian quitará su agarre y en su lugar deslize un brazo alrededor de la cintura.
—vamos bebé, no te haré nada.—susurraba atrayendo la nuca de Mo Guan Shan, mientras un escalofrío le recorría el cuerpo entero—
—...—
—no dejas de temblar... —hablaba llevando a Mo Guan Shan a su cuarto, He Tian liberó su agarre con bastante reticencia, pero no sin que el cuerpo de Mo se deslizara lentamente sobre sí mismo, mientras mantenía su firme control sobre el pelirrojo hasta el último momento posible. Ambos sintieron fricción allí abajo mientras sus cuerpos resbaladizos se frotaban uno contra el otro, y He Tian suspiró en el cuello del contrario. El pelirrojo tuvo que inhalar bruscamente el olor que He Tian desprendía y en respuesta colocó una mano en el pecho del azabache, alejándolo.
—basta He Tian—respondía intentando alejar al azabache de su cuello—
—pequeño Mo— He Tian le estaba sonriendo con su sonrisa torcida.
—He... —el pelirrojo cerraba sus ojos con fuerza, sus megillas se ponían rojas y sus ojos se empezaban a cristalizar—
—...—He Tian paro de inmediato cuando sintió pequeñas lágrimas en el rostro de Mo Guan Shan. —¿Tienes tanto miedo de mí?—preguntaba visiblemente desanimado.
—n-no— respondía tapándose la cara con sus manitos enrojecidas—
— la voz te tiembla cuando respondes, dime la verdad—pronunciaba apoyando su cabeza en el cuello del pelirrojo—
—...—Mo Guan Shan sujeto levemente la camisa de He Tian haciendo que este fije su mirada nuevamente en él—no te odio—respondía.
—... —He Tian tomaba las manitos de Mo Guan Shan y las ponía sobre su cara tapando sus ojos, mientras una leve sonrisa dibujaba su rostro—ven vamos a cambiarnos—respondia tomando de la cintura al pelirrojo.
