𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡 𝑏𝑙𝑜𝑜𝑑 | 𝟷𝟿 𝑑𝑎𝑦𝑠

Parte 1

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No necesito oír todos los raciocinios de nuestra sociedad. Ya los he oído hantes y los argumentos siempre son los mismos.

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De los atisbos de razonamiento ilógico y la incredulidad que me caracteriza—valga a saber que lo llevo de mi madre—, no pude creer lo que mis padres me decían, abrían una brecha más en mi pensamiento de lo que es real y lo que no.

¿Porque me ocultaron algo tan importante?—soy alguien importante para mi... ¿Especie? —y una mierda, cuando ya estaba empezando a llevar una vida más tranquila, si así se le puede llamar... mis padres me dicen que soy un tipo de sangre único y que por eso me tuvieron alejado de todo el jodido mundo.

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[Dos mil años atrás son demasiados, incluso para un inmortal vampiro. En el pasado los dioses vanir lo castigaron por violar las leyes y lo relegaron a una eternidad sin emociones, convirtiéndolo en un crisol vacío, hasta que encontrara a su pareja de vida y esta le devolviese todo lo perdido, él vampiro vago por guerras fúnebres y muertes atroces hasta que encontró a una hermosa arcángel de cabello pelirrojo que lo cautivo desde el primer momento que la vio, miles de años después, y, fruto de ese amor, traerían al mundo a un bebe de cabello rojo como el de la madre y ojos color miel como el del padre]

—m-madre que cosas dices — dijo preocupado con cierto miedo en las palabras dichas hace segundos atrás—

—...en el momento de tu nacimiento supimos que tu sangre era muy peculiar, ya que heredaste tanto la sangre de tu madre como la mía.—decía.

—padre... Esto es un juego verdad—intento reír deliberadamente, haciendo fállido el gesto.

—No, no es un jodido juego Mo Guan Shan—pronunciaba—

—hijo ya no nos queda mucho tiempo, te trajimos aquí porque alguien te protegerá a partir de ahora—dijo para luego acariciar la mejilla del pelirrojo.

—padre... Madre, porque me dicen todo esto ahora, estoy harto, no quiero seguir huyendo. Ya no puedo más, no tengo fuerzas...—consiguió
pronunciar entre sollozos plenamente angustiado—

—se que tienes muchas preguntas ahora y te pido perdón por no responderlas, pero nuestro tiempo es casi nulo...—hablaba su padre—

—quien te protegerá es un amigo de tu padre, cariño, tu padre y yo te amamos nunca lo olvides —dijo abrazando al pelirrojo para luego ebcerrarlo en un cuarto—

—no... Espera...— pronunciaba llorando pegando una y otra vez la puerta—

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— Quemenlo—demandó con gravedad—

—de acuerdo —respondía prendiendo fuego a la casa—

—quiero al maldito hijo del vampiro y la arcángel vivo—sentenció sonriendo.

—si asi lo desea— responde un chico inclinando la cabeza ligeramente—

[Del odio al amor no hay más que un mordisco, He Tian es un chico de 17 años, un sangre pura, creado por los dioses para proteger a aquel chico de sangre singular y quien sería su compañero eterno...]

—no te muevas y no te hare daño pero as un solo movimiento y no dudare en perforarte la cabeza—pronunciaba aquel chico sonriendo ligeramente.

—pensé que solo yo era quien lo estaba buscando, dime... He Tian ¿por qué viviste a este lugar? —sonreía de igual forma—

—...—

—oh vamos tú no respetas la opinión de los demás y quieres que te diga quien me envió—

—claro que respeto tu opinión, que me importe una mierda es otra cosa, She Li—responde sonriente.

—hijo de puta si el mocoso no es mío no lo será de nadie más—balbucea para luego salir corriendo de aquel lugar—

—... —el azabache duda si en perseguir al peliblanco o salvar a aquel chico que está en la casa—

[He Tian estaba ansioso desde que llego a aquel lugar sus dientes picaban y por alguna extraña razón sentía que algo o más bien alguien pedía a gritos que lo saque de ese oscuro lugar donde se hallaba sumergido, He Tian tenía la necesidad de proteger a alguien...]

Busqué en todos los cuartos, solo me faltaba uno, y ese era el ultimo de aquel pasillo, derribe la puerta para adentrarme al lugar y ver si se encontraba aquel chico, en ahí lo vi, en una fracción de segundos divisé el hermoso cuerpo de un ángel, era de un bello cabello rojo como el atardecer, su piel era muy blanca, claro que el de los vampiros su piel era blanca por naturaleza , pero, de aquel pelirrojo lo era aún más, sus labios eran rojos como el de la sangre, irónico, pero encantador a la vez, tanto que me daban ganas de besarlo, lleve mis pensamientos a lo más profundo de mi mente y cargué al pelirrojo cuidadosamente del lugar.

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—vaya, pensé que habías escapado He Tian—decía He Cheng mirando al pelinegro de forma burlesca—

—eso solo lo harías tú, hermano.—ríe.

—no me hagas perder la paciencia He Tian y dame al pelirrojo que llevas en tus manos—pronunciaba acercándose para tomar a Mo—

—No.—sentencia—

—Necesita ser atendido, He Tian, inhalo demasiado humo, yo me encargare de que este bien.

—yo lo cuidaré, él estará bien conmigo. —finaliza la conversación.

—ya te darás cuenta cuando pases más tiempo con él. —pronuncia dejando al aire el comentario.

—supongo que no quiero dejarme con nadie más... —balbucea colocando al pelirrojo en el auto—

—uhg... — el pelirrojo se mueve al movimiento brusco de He Tian al colocarlo en la cama.

— yo te cuidare desde ahora—responde agarrando al contrario de la cintura para luego besar su cuello  dulcemente—