𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡 𝑏𝑙𝑜𝑜𝑑 | 𝟷𝟿 𝑑𝑎𝑦𝑠

Parte 7

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Los recuerdos más bellos son los que te hacen seguir adelante, pero también nublan las opciones críticas de la vida.
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Salí del  lugar rápidamente no quería hacer más daño  del  que había ocasionado, el pelirrojo ya estaba alterado como  para que quiera volverlo loco  una vez más,  camine lenta y pausadamente por las calles vacías, la escena que viví hace unas horas atrás no me dejaba tranquilo así que opte por el único lugar donde  olvidaría  y  dejaría  estos  pensamientos ,   aunque  fuera  por  un   solo momento, maldición  que complicado era todo este drama.
Entre al club donde  frecuentaba, como siempre, el club estaba lleno de luces, gritos, y más mierda como esa, ya saben, personas.

Me dirigí a un lugar alejado de todo esto, saque del bolsillo un cigarrillo, y, di una grande calada para retenerlo unos segundos y dejar salir el humo lentamente, mientras ejercía la  acción en la que me mantenía concentrado, se acercó una chica y se sentó en mis rodillas, tome de la cintura a la chica y sonreí.

— ¿estás solo? —

—Estoy triste en este momento…—pronunciaba en un tono juguetón deslizando la mano poco a poco.

—« ¿Quién es ella? »—piensa.

—ha pasado mucho tiempo, es muy difícil verte en estos días—ríe.

—No tuve tiempo—responde sin mucho interés ante la pregunta—¿es una chica con la que solía estar?—

— ¿y bien?, te ves algo cansado. ¿Algo está mal? — intenta  desabrochar la camisa del azabache.

—Estoy triste…—sonríe poniendo las manos de la chica alrededor de su cuello—

—oh, ¿puedo ayudar a mejorar eso? — intenta besar al contrario sin cumplir su cometido ya que este la detiene a centímetros de hacerlo—

→su olor es desagradable.

—Si bueno… supongo que,  no puedo. —

Mierda. ←

—eh, ¿Por qué no? —pregunta  sonrientemente intentando volver a besar a He Tian—

—bueno, mi esposa debe estar muy preocupada. —sonríe quitando de encima a la pelinegra retirándose del lugar.

—Oh lo siento— ¿se casó? —piensa.

Camine sin ningún rumbo por las calles pensando en que es lo que le debía a decir a Mo Guan Shan, las luces eran tenues pero reflejaban las sombras de las personas, pare un rato y pensé en como le dirigiría la palabra al pelirrojo— ¿Cómo lo haría?,  ni yo mismo lo sabía—seguí parado unos minutos más y escuche gritos provenientes de la otra calle de al lado.

— ¿están peleando?, ridículo. — decía mirando la escena que protagonizaban la pareja de aquel lado de la calle—

—¡¡ni siquiera es bueno!! —Decía intentando retirarse  el anillo de la mano—

— ¡¿Qué?! , ¡¡Ni siquiera sabes cuánto vale!! —gritaba totalmente furioso mientras la gente comenzaba a aglomerarse.

—¡¡lo tiraste!! ¿¡¡Acaso quieres arruinarlo!!?—miraba totalmente indignado a la chica.

—un anillo…—pronunciaba el azabache terminando de ver aquel espectáculo.

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—Maldición. —golpeaba la cama una y otra vez el pelirrojo.

Intente pensar en todo, pero no obtuve nada, ni una sola respuesta. — ¿ahora qué haría, escaparme? —salí de la cama y me dirigí asía la ducha, tenía que intentar calmarme desde hace unos momentos atrás no dejaba de temblarme el cuerpo, era frustrante así que intentaría tranquilizarme, y pensaría mejor las cosas una vez que lo haga, además de todo tenía que sacarme los restos de sangre que quedaban y desinfectármelos aunque aún dolieran, como sea, tenía que hacerlo ya.

Me dirigí al baño y empecé  a ducharme cuidadosamente respirando profundamente y no intentando recordar lo que paso, pero mi mente me jugo una mala pasada y recordé todo de golpe, lo que hizo, como ocurrió, el por qué, y la marca que tenía en mi maldito  cuello.
Bote lo primero que encontré en el baño, no quería, pero recordé todo lo que me hizo, me sentí sucio, frote y volví limpiarme demasiadas veces, cuando volví a ver la sangre caer de mi cuerpo pare y deje caer las gotas de agua sobre mí, mis manos subieron lentamente hasta tapar mi cara, —mierda, cálmate ya Mo Guan Shan— cerré la regadera y me dispuse a cambiarme, pero, mientras me ponía el polo escuche un ruido, Salí rápidamente del baño y revise todos los lugares solo me faltaba revisar la cocina me dirigí lentamente hasta el lugar y lo único que encontré fue una bolita color negro durmiendo en la cocina.

—menos mal, solo fue un gato.— segundos después escuche otro ruido proveniente de la entrada del departamento, me dirigí lentamente a ver si no era otro gato.

  —Mo Guan Shan…—pronunciaba lentamente, mirando las expresiones del pelirrojo.

—…—intentaba respirar pausadamente, de nuevo, su cuerpo empezó a temblar sin reparo alguno, la ansiedad que sentía en esos momentos era inconmensurable, miedo era lo que sentía en estos momentos, quería escapar de él, ahora.

Dedicado a:

Arakawa_Foster

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