𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡 𝑏𝑙𝑜𝑜𝑑 | 𝟷𝟿 𝑑𝑎𝑦𝑠

Parte 3

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Estoy empezando a entender el concepto de sufrir por amor y disfrutar el amor que daña.

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Muy temprano me levanto, mis ojos se abren levemente para sentir los rayos del sol en mi rostro, quiero levantarme pero algo pesado sobre mi cintura lo impide, parpadeo varias veces y volteo lentamente, lo miro con enfado, me remuevo como gusano tratando de salir de su agarre—
mierda— en cambio el solo aprieta más fuerte mi cintura, y lo que obtengo a cambio es no poder salir—
¡ahh ya suéltame de una maldita vez!—pronunció pateándolo muy fuerte y tirándolo de la cama, He Tian siente el golpe y cae de la cama sorprendido, me causa un poco de gracia el asunto pero recuerdo que estoy enfadado y vuelvo a poner la misma expresión de limón agrio que hace unos minutos, él abre los ojos de inmediato al sentir el contacto del piso frio y pone una cara de disgusto, solo atino a mirarle y guardar en lo más profundo de mi ser una carcajada que de seguro lo ara enojar ,y, siendo sinceros He Tian asusta cuando pone esa expresión, pero solo un poco.

—Buenos días para ti también Mo—
Sonríe.

—cómo sea— se levanta  de la cama y se dirige directamente a la cocina, abre el refrigerador y lo único que encuentra son productos ya expirados y algunas verduras, mira a He Tian de inmediato, el susodicho voltea y regresa la mirada con curiosidad levantando un ceja.

—¿Qué?—responde  simplemente el pelinegro levantándose del piso y dirigiéndose asía Mo, una vez ahí gira su cabeza a donde apuntaba el pelirrojo, no le sorprendió en nada lo que vio y respondió un simple:

—No se cocinar—

—aparte de estúpido no sabes cocinar, genial—dise sarcásticamente GuanShan ignorando al pelinegro quien lo miraba de manera amenazante.

Primero. Ignorar a He Tian, segundo. No voltear por que de seguro me matara por el comentario que dije, y tercero, ofrecerme yo a hacer el desayuno, por estúpido. —Ya saben, para calmar las aguas—después de decir todo esto, me dispuse a hacer el desayuno con todo lo que encontré mientras él se tomaba una ducha, me entrego un uniforme para cambiarme, dijo que desde hoy iría al mismo instituto donde el asistía, no reproche nada solo asentí, estaba un poco emocionado —¡bha! Estaba muy nervioso con todo aquello—mis padres me educaron desde que era un bebe por eso no supe que es estar con amigos o salir a fiestas, ese tipo de cosas, ya saben. —no me quedo nada mal— termine el desayuno, sí que se veía bien, después de todo lo ise yo. Vi a He Tian saliendo, agarre la ropa que me dio y me dispuse a ir al baño, apresuradamente, cerré la puerta y me cambie lo más rápido que pude, una vez cambiado me mire al espejo y me sentí estúpido. Que haría una vez que estuviera en ahí ¿saludar a todos con algún tipo de...de qué? Ni siquiera yo lo sabía, no quise salir del baño y menos vestido así, no me quedaba mal pero de alguna forma me sentía extraño, estúpido, emocionado, al diablo con todo saldré y ya.

Abrí la puerta muy lentamente como si al hacer algún tipo de ruido causara un gran alboroto, una vez abierta la puerta salí muy lentamente de ahí He Tian ya estaba cambiado, estaba sentado en la orilla de la cama con el celular.

—te ves bien—

—como sea—volvió a repetir, sus mejillas estaban de un color carmesí, camino rápidamente dirigiéndose a la cocina, el pelinegro imito el acto para luego sentarse.