Parte 4

1.3K 182 13
                                    


┍━━━━━━━━━━━━━━━━━━━┑

La naturaleza humana, esencialmente voluble, inestable como el viento, no tolera que se la sujete. Forcejea contra las ataduras que ella misma se ha impuesto.

┕━━━━━━━━━━━━━━━━━━━┙









[La primera vez que intente escapar de casa tenía siete años, llevaba horas caminando y la lluvia caía del cielo con ímpetu. Pero eso parecía no importarle a mi madre, que me cogía de la mano hecha una furia mientras me acompañaba hacia la casa regañándome con un recital de valores que se empeñaba en que yo adquiriera.

Aún faltaba un año para celebrar mi cumpleaños y había cosas que, supuestamente, mi espíritu inmaduro no estaba preparado para hacer.

Pero ni siquiera eso pudo evitar que mi devota madre tomara medidas drásticas. Su hijo había escapado y por ello debía arrepentirse ante Dios inmediatamente.

Dios, ¿quién es Dios? ¿Es aquel que proclama a los cuatro vientos que el amor por el prójimo es mejor opción que el odio por el enemigo? ¿Es aquel que dice que sólo los humildes de corazón entrarán en su reino? ¿O más bien aquel que nos pone a prueba para ver cuáles son nuestros límites?

Aquel día, confesando como me escape ante mi padre, supe quién era Dios. Y tengo que decir que no me gustó demasiado conocerlo.]

.

.

.






Nunca pensé estar acostumbrado al trato con la gente y, como ya hemos dicho últimamente incluso huyo de mis semejantes. Pero ahora me sentí de pronto atraído hacia ellos. —Mejor dicho, ellos asía mi— tenía una especie de ánimo y revolución de sentimiento. Experimentaba la necesidad de ver seres humanos.

Estaba tan hastiado de las angustias y la sombría exaltación de aquel largo mes que acababa de vivir en la más completa soledad, que sentía la necesidad de tonificarme en otro mundo, cualquiera que fuese y aunque solo fuera unos instantes. Por eso estaba a gusto con He Tian.

Cuando me dirigía a la puerta de salida vi a He Tian conversando con mis dos supuestos amigos, no recuerdo bien sus nombres— después recordare —espere que terminaran de hablar y me acerque a He Tian converse con él y, antes de que me agarre del brazo alguien más se le adelanto y lo iso, era enorme; por lo menos media la misma estatura que el azabache. Sonreía de forma amable y a la vez llena de cinismo contra mí, su rostro, sombrío y al descubierto, reflejaba un odio incondicional e inaudito ocultado por la falsa sonrisa que traía puesta en el rostro. Con unos pasos lentos y pesados, se acercó más a mí y ejerció más presión a mi muñeca—¿Quién era ese sujeto, y, por que me agarraba de esa manera? Maldito.—




—Sueltame de una maldita vez—
Mascullo el pelirrojo intentado soltarse del peliblanco, sin lograr su cometido.

—te dijo que lo soltaras ¿oh te lo repito?—el rostro del azabache reflejaba un molestia inconcebible, sin duda, estaba molesto. Ambos se miraban de una forma inaplazable, uno tendría que salir muerto de ahí si quería que acabe todo el alboroto.— She Li—sentencio, las personas comenzaron a aglomerarse, ❝He Tian y el chico nuevo pelearían. ❞

𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡 𝑏𝑙𝑜𝑜𝑑 | 𝟷𝟿 𝑑𝑎𝑦𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora