Parte 10

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Estamos unidos con hilos invisibles a nuestros temores. Somos el títere y el titiritero, víctimas de nuestras expectativas.
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Cᥲmιᥒᥱ ᥣᥱᥒtᥲmᥱᥒtᥱ, ᥲᥣ rιtmo dᥱ ᥣos ρᥲsos ᥣᥱᥒtos qᥙᥱ ᥴᥲdᥲ Hᥱ Tιᥲᥒ, ᥒᥲdιᥱ ρroᥒᥙᥒᥴιᥲbᥲ ᥙᥒᥲ soᥣᥲ ρᥲᥣᥲbrᥲ, ρᥱro, tᥲmρoᥴo rᥱsᥙᥣtᥲbᥲ ιᥒᥴomodᥲ ᥣᥲ sιtᥙᥲᥴιóᥒ, sᥱ sᥱᥒtίᥲ ᥱᥒ ᥲᥣgᥙ́ᥒ ρᥙᥒto ᥲgrᥲdᥲbᥣᥱ. Nos dᥱtᥙvιmos ᥲ ᥱsρᥱrᥲr ᥱᥣ ᥲᥙtobᥙ́s, mᥱ soᥣtᥱ́ dᥱᥣ ᥲgᥲrrᥱ dᥱ Hᥱ Tιᥲᥒ ყᥲ qᥙᥱ ᥙᥒ grᥙρo dᥱ ᥴhιᥴᥲs ᥒo ρᥲrᥲbᥲᥒ dᥱ hᥲbᥣᥲr, ᥲ ᥴᥲmbιo rᥱᥴιbί ᥙᥒᥲ mιrᥲdᥲ ιᥒtᥱrrogᥲᥒtᥱ dᥱ ρᥲrtᥱ sᥙყᥲ, voᥣtᥱᥱ ᥣᥲ mιrᥲdᥲ ρᥲrᥲ otro ᥣᥲdo ᥣo mᥱᥒos qᥙᥱ qᥙᥱrίᥲ ᥲhorᥲ ᥱrᥲ ᥱᥒtᥲbᥣᥲr ᥙᥒᥲ ᥴoᥒvᥱrsᥲᥴιóᥒ qᥙᥱ ᥒo vᥲᥣίᥲ ᥣᥲ ρᥱᥒᥲ, ρᥱro, ᥒᥙᥱvᥲmᥱᥒtᥱ ιᥒtᥱᥒto tomᥲr mι mᥲᥒo, ყ, rᥲ́ριdᥲmᥱᥒtᥱ ᥴoᥣoqᥙᥱ mιs mᥲᥒos ᥱᥒ ᥱᥣ boᥣsιᥣᥣo, ¿ᥱs qᥙᥱ ᥒo sᥱ dᥲbᥲ ᥴᥙᥱᥒtᥲ ᥴomo hᥲbᥣᥲbᥲᥒ ᥲ sᥙs ᥱsρᥲᥣdᥲs?.

















—¿es que no lo viste?— pronunciaba una de las chicas señalando cautelosamente el anillo que llevaba puesto el azabache.

—¿Qué no es muy joven para que este comprometido?—respondía la contraria.

—...—He Tian  no lograba escuchar lo que decían las chicas, estaba alejado de ellas muy aparte de que sus pensamientos lo tenían muy ocupados en estos momentos, pero quien si podía escuchar y muy claramente era Mo Guan Shan.

—Esto es estúpido.— susurraba muy bajito quitándose el anillo y poniéndoselo al bolsillo, mientras las chicas subían al autobús y el azabache también, Mo espero a que subiera una niña que cargaba un bebe en brazos, pensó que pronto llegaría la madre, pero no lo hizo, así que subió rápidamente al autobús preguntándose ¿Por qué una niña llevaba a un bebé?








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Una vez dentro del autobús vi a la niña de nuevo cargando aquel bebé, nadie le cedía un maldito asiento a la niña, los baches asían que se moviera de forma brusca el autobús, haciendo que el bebé empiece a llorar.


—yo lo cargare por ti—pronunciaba Mo Guan Shan de forma amable mirando a la niña.


—pero tú también estas parado...no po... —

—no te preocupes— decía tomando cuidadosamente al bebe en brazos asiendo que este dejara de llorar al instante, mientras sus pequeñas manos se aferraban a la ropa del pelirrojo, este lo miraba de una forma dulce.

—Gracias...—susurraba la niña, haciendo que He Tian ponga los ojos en el pelirrojo inmediatamente, el azabache veía a Mo de una forma tierna cargando al bebé, se veía realmente hermoso asiéndolo.

—descuida—respondía.

—¡cuidado¡— volvía a alzar la voz la pequeña sujetándose de una baranda que estaba cerca de ella, el autobús se movía de forma violenta de nuevo asiendo que Mo tambaleé.

𝑆𝑤𝑒𝑒𝑡 𝑏𝑙𝑜𝑜𝑑 | 𝟷𝟿 𝑑𝑎𝑦𝑠Donde viven las historias. Descúbrelo ahora