Mal padre!

La mañana en que no estas.

Cuando Sakura salió del hospital sasuke aún no despertaba.
Se había parado muy temprano para volver a casa por su uniforme de escuela e ir directo a estudiar.
Estuvo varios minutos esperando que abrieran la caja de la escuela y pagar la mensualidad de sus estudios.
Luego se dirigió a clases. Se sentó en su habitual lugar y tomó todas las clases.
Resultó ser una mañana larga. Las clases por primera vez le parecieron aburridas e insoportables.
La razón era Sasuke.
-sasuke?
-no vino maestra.
Sin sasuke todo se había vuelto tan solitario. Porque?
Antes se sentía solitario pero estar sin él era aún más frío.
Más frío de lo que nunca imagino.
Sakura miró con tristeza la ventana.
Deseaba que sasuke se recuperara pronto...

Y aunque no tenía muchas ganas. Se esforzó.
Se esforzó porque compartiría esos apuntes con el pelinegro. Ella misma se cercioraría que él aprendiera lo visto en clase.
Ese pensamiento fue el impulso necesario para cambiar su mentalidad a una más positiva.

-mama
-sakura? Estás llamándome! Es tan raro.
-estoy en mi hora de almuerzo... mamá...- tartamudeo un poco al decir el nombre del pelinegro- sas...sasuke está bien? Ha despertado?
-uh... cierto tú amigo... él está bien. Ya despertó.
-me alegra tanto- susurro por lo bajo -podría ir a ...- añadió con timidez.
-verlo? Claro por qué no!? Dejare dicho en la recepción a mi amiga que te deje pasar.
Escuchar esas palabras de su madre le hicieron ponerse muy contenta.
-está bien! Allí estaré. En cuanto me desocupe de la escuela.

El resto del día concluyó bien. Sakura hizo su mayor esfuerzo por ser la misma destacada alumna de siempre.
Y cuando ya habían dado las 2 de la tarde guardó sus cosas y se dispuso a salir del salón.
Estaba emocionada de poder ir al hospital.
-sakura- hinata le había hablado.
-la maestra kurenai te espera en su oficina.
-a mi?
-fue lo que dijo.
-mierda.
-ah!?
-eh nada.
Y cuando estuvo en la puerta dio dos pasos atrás. 
-podrías... decirle que ya no me encontraste.
-ahh!?
-porfavor hinata-Chan!
-pero sakura yo... no puedo ... mentir.
-té lo recompensaré. Te prometo.
Sin pensársela salió a hurtadillas de la escuela. Lo hizo tan rapido como pudo y se cuidó de no encontrarse cara a cara con ella.
Estaba segura que el desenlace de aquella plática no sería nada productivo.

-x-
De camino al hospital recordó que era la fecha de entrega de Taisei, así que en vez de bajar en el hospital se siguió un par de estaciones más.
Él local estaba abierto.
-la cosa es que mi amigo se lesionó y no tengo la nota. Es un muñeco.
-aya. Es el muñeco proyecto.
-ese mismo.
El tipo del aparador se giró para entrar a una pequeña bodega que tenía en su local.
Sakura miró los estantes repletos de cosas viejas. Muchas inservibles quizá, esperaba pacientemente.
-es este cierto.
Taise estaba en sus manos. Lucia como un muñeco viejo y sucio.
-es ese.
-la cosa es que el mecanismo se daño.
-entiendo.
-solo pude hacer algo.
-ah?
-el muñeco dejo de servir es decir ya no registrará nada. El sistema simplemente ya no sirve. Pero les "hakie" en esta memoria todo.
Es decir podrán entregar cada semana esta memoria y aparecerá como si hubieran trabado cada semana. Al menos les dará tiempo para pagar el daño.
-supongo eso es algo- dijo sakura con tristeza recibiendo el muñeco.
-digamos que les evitará reprobar.
-Gracias. Cuanto te debo?
-1000
Los ojos de sakura se salían de sus órbitas.
-tanto dinero?
-es lo que había acordado con el chico.
Sakura no podía creerlo. Cómo había echo semejante trato?! Era considerable dinero.
Al menos tenía el cambio de su madre.
-aquí tiene- dijo sacando pesito por pesito de su monedero.
Ahora tenía a taisei en las manos.
Y una gran deuda.

Camino dudosa de ir al hospital. Toda la alegría que había tenido minutos atrás se desvaneció en cuestión de segundos.
-como rayos pagaré esta cosa?!- su inservible hijo era ahora incapaz de llorar.
-al menos no se dará cuenta la maestra.
Había caminado largo rato y a un par de cuadras de llegar al hospital vio un anuncio pegado en un gran ventanal de un restaurante.
No había de otra. Si o si tendría que conseguir empleo.
Un empleo cerca de casa o de la escuela.
-x-

Las visitas se habían terminado en el hospital de konoha. Probablemente no podría pasar a ver a sasuke.
Gracias a taisei sasuke tendría que esperar, eso pensó.
-sakura-Chan! Has llegado, ven por acá.
Sin ningún tipo de preguntas apenas estuvo frente de la amiga de su madre, le dejó pasar y le condujo hasta el cuarto del pelinegro.
-tienes exactamente una hora.- añadió dejándola en la puerta.
Su corazón empezó a latir con fuerza mientras giraba con sigilo el picaporte.
-sasuke estaba acostado miraba la tv.
El no dirigió su mirada a la entrada, pensaba que se trataba de alguna enfermera o algo así.
-sasuke-Kun...
Sasuke estaba completamente sorprendido al escuchar aquella voz tan familiar.
-sakura? Qué haces aquí!?
Un par de lagrimas de felicidad se salieron de aquellos Esmeralda. -estás bien!! Me alegra tanto.
-estás llorando?
-no- dijo y tan rapido como pudo limpio las lagrimas de sus ojos.
-no pasa nada. Estoy bien.... Espera tienes a taisei???
-ah?... pase a recogerlo.
Sasuke se inclinó de la cama para intentar levantarse.
-no te levantes- sakura se había acercado de inmediato para acomodar al pelinegro en la cama -recuéstate.
-como supiste que estaba aquí??
-fue una casualidad. Y tú porque estás con un balazo en el brazo?
-esto? También fue una casualidad.
-quiero saberlo.
Sakura tenía esa dulce expresión de preocupación en el rostro que le pareció adorable.
-té contaré después. Por ahora quiero dormir.... Podrías hacerme masaje en la cabeza, me duele un poco.
Sasuke cerró sus ojos y sonrió satisfecho. La tenía en sus manos. Completamente donde quería.
Y así fue. Sakura se sentó a un lado suyo. Pronto pudo sentir aquel suave tacto. Aquellos delgados dedos se escurrían con suavidad por su cabello. Se movían con tanta dulzura.
No solo eso. El aroma de sakura le hizo sentir que no necesitaba más en el mundo si ella se encontraba cerca.
Sasuke tuvo la certeza de que si Sakura estaba cerca todo estaría bien.
Ambos tuvieron la misma sensación y el mismo sentimiento aunque no lo dijeron.
La hora transcurrió tan rápido sin decir una sola palabra.
-debo irme.
-hoy volveré a casa... irás a visitarme?
Sakura asintió con suavidad.
-vuelve a casa con cuidado.

-x-
Sakura llegó al rededor de las 6 de la tarde a su casa.
Sobre la cera de enfrente vio a ino tontear con un par de chicos.
Paso de largo ignorando la situación. Sin embargo para ino fue distinto.
-hey frentona!- llamó la rubia con entusiasmo. Los chicos con los que se divertía lucían varios años más grandes. Quizá eran universitarios.
Sakura estaba frente a su casa se encontraba buscando las llaves del portón. Escucho claramente la voz de la rubia y estuvo dispuesta a ignorarla si esta no se acerca hasta ella.
-Ven te presentaré unos amigos.
-pasó. Así estoy bien.
-Dios si que eres amargada. No te comerán. Son buenos tipos.
Prácticamente había sido arrastrada por ino hasta la otra cera.
-ella es Sakura.
-hola Sakura. Soy deidara.
Deidara parecía el gemelo de ino.
-hola.
Había un pelirrojo que de inmediato captó su atención.
Movió su mano a manera de saludo sin mucho interés.
-vamos sasori. No seas tan mal educado.
Sasori se había acercado a sakura y estando más cerca pudo notar el bonito rostro de la pelirrosa y esos ojos esmeralda.
-hola señorita.
-hola- dijo Sakura tomando la mano de sasori con timidez.
-así que son vecinas y amigas. Deberíamos salir en pareja la próxima ocasión- dijo deidara sonriendo.
-yo... debo hacer tarea- argumentó Sakura con timidez.
-jajajaj claro que si- Contesto Ino al acto, ignorando las palabras de sakura - avísanos y allí estaremos.
-un gusto... debo irme.
Sakura se había alejado rápidamente. Estar cerca de ino siempre ameritaba problemas.
La mirada de sasori siguió a sakura hasta su casa. Hasta que la chica pelirrosa abrió la puerta y entró a su hogar.
.
.
.
-estoy en casa.
-sakura!
-estás lavando ropa? Deberías estar descansando.
La madre de sakura tenía un par de uniformes de enfermera colgados en el tendedero del patio.
-viste a tu compañero? Hoy le darán de alta.
-lo se. Le deje los apuntes del día en el escritorio.
-quieres comer? Hice un poco de brócoli...
Ambas se habían metido a la cocina.
-tienes mi cambio!?
-lo siento. Tuve que gastar en un material de la escuela. Solo me sobró esto.
-tan poco? Estos maestros no se miden a la hora de pedir materiales- dijo quejándose.
-lo siento. Buscare la manera de pagarte.
-qué va! Es parte de ir a la escuela.
Sakura puso la mesa para degustar la deliciosa comida caliente de su madre.
-mmm está delicioso!
-verdad que si!?
-si.

-fin del capítulo-