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Capítulo 16

Pasaron un par meses, Reki aún no le podía contar a su padre, debido que se extendió el proyecto y no podía volver a Okinawa.

Langa ahora pasaba en la casa de los Kyan, Masae ya lo consideraba un hijo más.

En esos meses, Reki y Langa habían intensificando su amor, muchas veces entre beso y beso, se habían encendido pero nunca avanzaron más allá de toqueteos.
Nunca habían tenido relaciones sexuales pero cuando Langa le preguntó a Reki si estaba dispuesto, el pelirrojo no lo había negado, y para Langa eso era un si.
Por lo que estaba preparando algo muy simbólico para su primera vez.

Se había informado respeto a todo lo que tenía que hacer, no quería que la primera vez de Reki fuera dolorosa.

Acordaron tener una cita, por lo que se juntamos en su punto de encuentro de siempre.

- ¿Dónde iremos? Nunca me dijiste el lugar - preguntó Reki.

- Primero iremos a ver una película, de ahí a comer algo y el final será sorpresa - dijo Langa con un tono misterioso.

- Oh ya veo - dijo Reki intrigado.

La película era de terror, por lo que Langa disfrutó toda la función por dos motivos: las divertidas reacciones de Reki cuando se asustaba y porque lo estuvo abrazando toda la película.

Luego fueron a comer, esta vez a comer la comida favorita de Reki, pizza.

Charlaron toda la tarde, hasta que llegó la hora.
Langa tenía reservada una habitación en un hotel de amor.

Primero pasó a comprar caramelos de menta, los cuales se los fueron comiendo durante el camino, hasta que llegaron frente a su destino.

Langa miró a Reki, quien estaba inmóvil frente al hotel con la boca abierta.

-La-la-langa - decía mientras apuntaba el hotel.

- Reki, aquí podremos estar tranquilos, sin temor a que alguien nos vea, nadie dice que tenemos que hacer algo, sólo déjame estar abrazado a ti - dijo Langa con cara de tristeza.

Reki odiaba que Langa hiciera cara, porque siempre conseguía lo que quería ya que sabía que Reki no se podía negar.

- De acuerdo - inhaló profundo - entremos

Tomó la mano de Reki y se metieron al hotel
Una vez adentro, les pasaron las llaves de una habitación muy elegante, blanca con dorado.

Habían pétalos de rosas, unas aguas extrañas y en mueble cercano a la cama, habían diferentes tipos de lubricantes y preservativos.

Reki sentía su cara ardiendo de lo sonrojado que estaba.

Langa, al contrario de otras veces en las cuales se veía muy confiado, ahora estaba de pie, inmóvil mirando la cama.

- Ahora que estoy acá ¿Qué se supone que haga? - pensaba Langa shockeado.

De pronto un pequeño tirón de su chaqueta lo hizo salir de sus pensamientos y vió que Reki le estaba tirando la punta de la chaqueta. Aunque el pelirrojo tenía la cabeza hacia abajo, se podía ver su rostro sonrojado.

Al verlo tal indefenso, Langa se encendió y abrazó a Reki y comenzó a besarlo. Fueron avanzando hacia la cama mientras se besaban intensamente.

Se recostaron en la cama sin separar sus labios.
Ambos sentían el calor y la respiración agitada del otro, comenzaron a desnudarse lentamente...

- Eres hermoso Reki - decía mientras lo observaba con devoción.

- ¡Me da vergüenza, no me mires! - Reki se cubrió el sonrojado rostro con una almohada.

- Iré despacio, si te duele avísame ¿Si? - le advirtió Langa con dulzura.

- Se siente raro pero es tolerable - decía Reki quién que había levantado un poco y había abrazado por el cuello de Langa - sigue...

Después de unas horas y unos cuántos condones usados en el piso, estaban los dos acostados y abrazados mirándose a los ojos.

- Juro que jamás te dejaré Reki - le decía mientras besaba su frente y le acariciaba el pelo.

- Yo tampoco me apartaré de tu lado, te amo - le respondió Reki mientras enterraba su cara en el pecho de su novio.

Todo fue tan mágico, su primera vez había sido con su novio y en un lugar precioso.