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Capítulo 12

El día domingo transcurrió normal, durante el día se enviaban mensajes, era tal cuál como decía Nanako: tenían toda la actitud de adolescentes enamorados.

Langa le había comentado a Reki que le contó todo a su madre y ella aceptó todo y quería conocerlo, por lo que acordaron una cena para 2 días más adelante, para presentarlos formalmente.

Si Langa había sido capaz de decirle a su madre, el también podría. .. Hoy era el día.

Su abuela se había ido con el grupo de adultos mayores de la vecindad a unas termas y su papá regresaría en una semana más sólo por algunos días.
Y Nanaka y Chihiro aún eran muy pequeñas para entender la situación.

Después de almorzar, Reki le pide silenciosamente a Koyomi que lleve a las gemelas a jugar al patio mientras el hablaba con su madre.

- Suerte hermano - le dice Koyomi con la mano empuñada.

Reki le cierra el ojo y va a la cocina donde estaba su Madre.

Masae era la madre de Reki, era una señora bajita, de cabello castaño y le encantaba usar chalecos tejidos por ella misma, uno de sus pasatiempos favoritos.

- Mamá no lo vas a creer - comenzó a decir Reki con un tono juguetón, no podía decirlo de manera seria, estaba demasiado aterrado y quería ocultarlo.

- ¿Comenzaste a salir con alguien? - se adelantó Masae tranquilamente mientras secaba los vasos.

- Wow como adivinaste - dijo Reki sorprendido, mientras se sentaba en una mesa cercana y estiraba sus brazos sobre ella.

- Es cosa de ver tu cara, te sonrojas frente al celular y andas en la nubes, son suficientes pruebas ¿no? - dijo ella sonriendo - ¿Y algún día me la presentarás?

- De hecho ya conoces a esa persona... - dijo Reki con una sonrisa pero de a poco se fue apagando hasta quedar en silencio mirando hacia el suelo, sus manos temblaban ¿cómo podía continuar ahora? Estaba tan asustado que se le fueron todas las palabras que tenía en su mente.

- ¿Hijo? ¿Qué pasa? - lo miró con tristeza su madre - qui-quizás me equivoqué y debí decir: cuándo me lo presentarás.

Reki levantó la mirada y automáticamente comenzaron a salir lágrimas

- Mamá, me enamoré de mi mejor amigo y no pude evitarlo - decía mientras se secaba las lágrimas con los puños de su polerón.

Masae al igual que Nanako, tenían ese chip de madre que lograban detectar todo en sus hijos, y también notó el cambio de Reki al conocer al canadiense.
También notaba como Langa miraba tan enamoradamente a su hijo, eso la hacía feliz pero a la vez tenía los mismos temores que su hijo, que la sociedad lo fuera a tratar mal o herir.

Dejó de lado lo que estaba haciendo y se fue donde su hijo, le dio un abrazo tan cálido que desaparecieron todas sus penas.

- Te amo hijo y te apoyaré en todo, no me avergüenza nada y si tengo que defenderte lo haré - decía con lágrimas en los ojos.

- Gracias mamaaaaaaaaá - le decía Reki mientras la abrazaba y lloraba en su hombro.

Koyomi espiaba desde la ventana, ahora podía estar más tranquila. Ese fin de semana había sido muy intenso.

Durante la tarde, ya más calmado, Reki llamó a Langa y le contó que había hablado con su mamá y tenían su apoyo.

Ya habían pasado el tercer obstáculo: decirles a sus familias (el primero era darse cuenta y admitir que estaban enamorados y el segundo fue la confesión)

Ahora quedaba decirle a sus amigos, hacer que la sociedad los aceptara (lo que quedaba de preparatoria, universidad y trabajo) también debían luchar para poder seguir juntos muchos años y tener su propio hogar.

Quizás estaban siendo muy infantiles pensando todo un futuro juntos, pero algo en el fondo de sus corazones le decía que así sería.