Capítulo 40

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La última noche antes del viaje, Nanako quería cenar con su hijo, era extraño separarse después de tanto meses juntos en Japón.

Nanako cocinó unas ricas hamburguesas caseras.
Compartieron un rato y luego se sentaron a ver una película, cuándo el celular de Nanako comenzó a sonar, se levantó y se fue a hablar a la cocina.

A los minutos volvió y le habló a Langa.

- Langa cariño, tendré que ir al hospital, no hay suficiente personal y necesitan urgente enfemeras - dijo apenada - pero llegaré a las cinco y nos vamos  aeropuerto.

- No te preocupes, que te vaya bien, cuidate - se despidió Langa.

Sus planes habían cambiado, así que podía ir a ver a Reki un par de horas.

Tomó su skate y salió lo más rápido que pudo.
Quedaba poco para llegar a la casa de su novio, cuándo vió dos personas forcejeando.

Ese poleron y ese cabello... Era Reki.

Langa se apresuró tanto como le permitió su cuerpo, cuándo iba llegando identificó a Takumi y éste estaba besando a Reki... A su Reki, un odio incontrolable creció en Langa y golpeó al muchacho sin pensarlo.

Ambos comenzaron a golpearse, sentía que Reki decía algo pero no lo podía escuchar bien.

- Cómo te atreviste infeliz, esos son mis labios ¡MIOS! - decía Langa mientras golpeaba la cara de Takumi, ni siquiera pegándole podía sacar esa rabia interior.

- Tú no lo mereces, por tu culpa lo atacaron - le dijo el muchaho.

Langa se detuvo, ese comentario le dolió más que cualquier golpe, era algo que cargaría hasta el día de su muerte, de pronto miró de reojo a Reki quien lo miraba asustado, miró sus manos y tenía sangre de Takumi.

- ¿Langa? - Reki se iba a acercar pero Langa lo empujó.

No quería que Reki lo viera en ese estado, además le había jurado que jamás se juntaría en privado con Takumi ¿Y qué pasó? Estaba siendo acostado sexualmente, todo por no cumplir su promesa.

- No Reki, vete a casa - Langa tomó su skate y se fue.

...

Reki comenzó a correr, tenía que ir a buscar Langa y explicarle todo, no podía correr muy rápido por su rodilla, tampoco traía su skate.

¿Dónde podría haberse metido?

Corría sin pensar a donde ir, prefirió asegurarse y se fue directo a la casa de Langa, ahí lo esperaría en la puerta toda la noche si era necesario.

Mientras corría, se iba secando sus lágrimas, sólo rogaba que Langa no quisiera terminar su relación.

Cruzó rápido la calle, sin ver la luz del semáforo y sólo vio las luces acercándose velozmente, ya era demasiado tarde...
Tantas veces que le advirtieron mirar antes de cruzar y ahora terminaba así.
Levantó sus brazos, los cruzo a la altura de su cara, aunque eso no iba a detener el impacto, sólo pensó en hacer eso y cerrar sus ojos.

Quedó unos segundos en esa misma posición, pero no había pasado nada, abrió un ojo y vió como el auto había frenado a un centímetro de él.

- ¡Reki! Dios cómo se te ocurre cruzarte así...

- Esto parece deja vu...

Dos personas habían bajado del auto eran Ainosuke y Tadashi.

- Eso fue muy irresponsable Reki - decia Ainosuke.

Tadashi se acercó al pelirrojo para ver si estaba bien, cuando de pronto Reki lo abrazó y se puso a llorar.

Ambos subieron a Reki al auto para conversar mejor la situación.
Se detuvieron en un minimarket para poderle algo de beber.
Después de beber y calmarse un poco, les contó todo lo ocurrido y ambos se miraron.

- Comprendo como debe sentirse Langa y a la vez no me sorprende lo ingenuo que fuiste Reki - comentó Tadashi.

- Pensé que podríamos volver a ser amigos y que Langa también lo considerara así, pero tenía que pasar esto y ahora Langa me odia y me va a dejar, estoy seguro - Reki había comenzado a llorar nuevamente.

Ainosuke sólo lo observaba, de pronto se movió y lo golpeó en su hombro.

- Ouch! Duele - le dijo el pelirrojo.

- Cómo puedes darte por vencido tan fácilmente, conocemos como es Langa y tú más que nadie, sólo habla con él, si no quiere hablar pues tómalo a la fuerza y obligalo a que te escuche... Estos niños son tan inmaduros - Ainosuke movía la cabeza.

- Pero... - Reki fue interrumpido por Ainosuke, quien puso su dedo en sus labios, indicándole que guardara silencio.

- Tadashi, vamos a dejar a ese muchachito a la casa de Langa - dijo Ainosuke.

- Lo que ordene - dijo Tadashi - Y Reki... Limpiate esa cara por favor.

Dejaron a Reki afuera de la casa de Langa, le desearon suerte y se fueron.

Reki estaba muy nervioso, su futuro con el canadiense dependía de cómo resultara la conversación.

Por más que golpeaba la puerta y llamaba por teléfono, no le contestaba... Reki se apoyo en la puerta y se sentó lentamente.

- Langa... Ábreme por favor - ya le dolía la mano tanto golpear la puerta y sus golpes ahora eran muy débiles.

Se levantó y miró por última vez la puerta, y se fue.

No tenía ánimos para nada, dejó su bandita azul afuera de la puerta de Langa y se fue a su casa caminando lentamente, Langa no le había querido abrir la puerta y tampoco le respondía las llamadas.

Recordó las palabras de Ainosuke y tenía razón, no podía darse por vencido, sólo quedaba una solución... Interceptarlo mañana en el aeropuerto.

Se secó sus lágrimas, tomó unos sorbos de agua y llamó a Shadow.

- ¿Reki? Hola ¿Vas a venir al crazy rock? Ah lo siento, verdad que Langa se va mañana - preguntó Shadow.

- Hiromi necesito tu ayuda... - Todo dependerá de mañana.

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Dᥱ⳽ρᥙᥱ́⳽ ᑯᥱ Ꙇᥲ toɾຕᥱᥒtᥲDonde viven las historias. Descúbrelo ahora