Capítulo VIII

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La bala salió limpia por la frente, rebosando de sangre y sesos por todo el cuerpo y la mesa. La bala queda incrustada en plena pared después de salir. Antes de mancharse de sangre el hombre con traje beige finalmente se aleja un poco para que los otros dos acompañantes a excepción del encapuchado se quedaran sorprendidos ante lo que había pasado.

–Bueno, igual se lo tenía merecido –comenta el hombre para limpiar su pistola con un pequeño pañuelo viendo como el encapuchado colocaba la pastilla que tenía en sus manos para luego darle un pequeño sorbo de su café.

La cabeza de Patrick quedo aun lado de su taza de café que ya tenía manchas de sangre en su interior.

–Walker, ¿Por qué no me ayudas a sacar el cuerpo por el balcón? –comenta este hombre mientras veía como el encapuchado se aliviaba poco a poco. El encapuchado claramente asintió ante lo que había dicho ese hombre.

Lentamente el encapuchado se levanta de la silla se acerca a la silla que era la que estaba frente suyo dónde estaba Patrick completamente muerto mientras la mesa se manchaba de sangre. Ambos hombres toman a Patrick para luego dejarlo en el suelo.

Uno de ellos tomaba de los brazos de aquel hombre mientras el otro le tomaba de las piernas, ambos hombres se acercaban al balcón de aquella oficina para que el encapuchado abriera la puerta que separaba el balcón con la oficina.

Los dos hombres sacaron a Patrick de la oficina para luego balancear un poco el cuerpo del hombre para luego soltarlo para que este cayera vacío. Ellos no quisieron acercarse al borde de aquel balcón sabiendo que ambos podrían ser descubiertos si las personas pasaban por ese lugar los pudiera descubrir.

–Bueno damas, hombres y jóvenes, nuestra reunión por el momento ha sido interrumpida por un percance, nos retiramos hasta otra oficina que está en otro lugar –comenta el hombre que guardaba su pistola beretta en sus pantalones, de pronto la alarma de un auto comienza a repicar.

El encapuchado se coloca su pasamontaña al igual que el hombre, el joven y la mujer que se colocaban sus máscaras blancas, al instante de salir del lugar se ve que la mujer por fin entraba por la puerta cuando se encuentra con una escena con el que ella comienza a hacer escándalo.

–Así te quería agarrar puerco –comenta la mujer que entraba a la oficina.

El encapuchado ve como el secretario se encontraba inconsciente en el suelo, en ese momento la mujer toca el hombro al encapuchado para que reaccionara y comenzara a caminar con ellos al ascensor. Dentro de aquel elevador la mujer con máscara se acerca a los botones del elevador para apretar el del piso uno, antes de que se cerrará la puerta ve que el hombre comenzaba a despertarse, el cual lograba verlos.

Cuando comenzaba a bajar el elevador el hombre que tenía la pistola beretta aprieta el botón de la campanilla para que el elevador se parará.

–Muy bien, tu padre –comenta el hombre dejando sorprendido al encapuchado –nos ha dejado la misión de decirte que debes pasar ya al plan B–

–¿Plan B? –comenta confundido el encapuchado para que el otro hombre asintiese con la cabeza.

–Sí, al plan B, que es asesinar a todas las personas que se metan a la Deep Web –este hombre saca de sus bolsillos un celular para dárselo a Walker.

–¿Qué es esto? –pregunta Walker confundido viendo lentamente el celular.

–En ese celular podrás ver a todas las personas que se metan en la Deep web, este tiene la manera de rastrear la IP de todas las personas que entren en el navegador Tor, pero...

–¿Cuál es el, pero? –Consulto el encapuchado confundido.

–Pero si vez que algún familiar de los que están en aquella agencia aparece en ese celular, ignóralo -comenta el hombre con máscara blanca.

–¿Por qué? –pregunta Walker para que el hombre con máscara banca se quedará viendo a los ojos a Walker.

–Porque es una orden –comenta el hombre apretando el botón de la campanilla para que el ascensor comenzará a funcionar nuevamente para que el encapuchado solamente asintiera.

En cuanto llegan al primer piso salen por la parte trasera de aquel lugar porque justo en ese momento se escuchaba como llegaba una ambulancia al lugar unto con un carro de la policía.

–Bueno aquí nos separamos Walker –comenta el hombre con máscara para que el encapuchado asintiese.

Pronto las tres personas desaparecerían mientras Walker comenzaba a caminar en la dirección contraria a la que ellos se habían ido. El encapuchado pide un taxi para que este se fuera a la dirección dónde se encontraba el restaurante.

Al salir del taxi al llegar al restaurante se encuentra con Mao que estaba llegando al lugar después de un breve descanso.

–Oh, mi estimado Walker, su padre me acaba de decir que tiene algo urgente que hablar contigo –comenta de pronto el mesero.

El encapuchado asintió para que este ingresará al restaurante para luego meterse por la puerta de la cocina. Este baja las escaleras por dónde subió hace una media hora atrás. Finalmente, llega al despacho para tomar el pomo de aquella puerta para abrirla.

–¿Querías verme? –comenta Walker quien entraba al despacho de su padre para luego cerrarla de paso.

–Claro toma asiento –comenta su padre para que este caminará unos metros para luego sentarse en el asiento –¿Lo tienes?

–Sí, uno de ellos me lo dio –comenta el encapuchado para que el padre luego colocará el mismo vaso con ron, pero esta vez la botella ya estaba un poco más baja de lo que estaba antes.

–Muy bien, ¿En qué consiste el plan B? –comenta el padre con voz grave.

–El plan B consiste en que en el celular que tengo en mis manos, aparecerán los nombres de las personas que ingresan a la Deep Web mediante el navegador Tor, este celular puede hackear las direcciones IP de las computadoras o de los celulares que entren en aquel navegador -comenta Walker para luego dar un breve segundo para luego continuar–, y cada persona que entre en la Deep Web será asesinada por mí.

–¿Hay alguna consideración que ellos te hayan dado? –comenta esta vez el hombre para dejar su vaso en la mesa para acercar la pipa que tenía en su otra mano a la boca para dar una bocanada.

–La verdad es que sí, me han dicho que si alguna de las personas que entraban a la Deep Web eran parientes o cercanos a los que están trabajando en la agencia, yo no debo matarlos solo debo saber quiénes son e investigar un poco sobre ellos para no matarlos, a fin de cuentas –comenta el joven de piel blanca, cabello castaño claro y ojos café oscuro.

–Muy bien, ahora sabes cuál es ese plan, así debe ser –comenta el hombre apartando un poco su pipa–, que comience el juego, ya puedes retirarte hijo –comenta finalmente este hombre para que el hijo de ese hombre asintiera para luego pararse de la silla, se acerca a la puerta tomando con su mano derecha el pomo de aquella para luego abrir aquella puerta.

–Antes que nada, no quiero que me decepciones hijo –comenta el hombre para que ese joven se quedará viendo a la silla, una de sus manos tenía el pasamontaña y el otro estaba sostenida en el pomo de la puerta.

–No te defraudaré padre –fue lo dicho finalmente el joven que se vuelve a colocar el pasamontaña.

–Eso espero –comenta su padre antes de que la puerta se cerrara de paso cuando el encapuchado salió de aquel despacho.

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