27. No existen palabras suficientes

355 37 29
                                    

Sorry - Alan Walker & ISÁK

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sorry - Alan Walker & ISÁK

—No me has explicado quién es ella —susurró Kirok cerca de mí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No me has explicado quién es ella —susurró Kirok cerca de mí.

Había por lo menos cuatro metros de distancia entre Odette y nosotros, pero aun así tenía el presentimiento de que nos oía. Esa escena me recordaba a la vez que Andrew y yo caminamos a raves de un túnel hacia su ciudad, guiados por ella igual que en ese momento.

—Una amazona que Andrew y yo conocimos en Salem. Odia a los dioses, solo nos ayudó antes porque una amazona cercana intentó hacerlo primero pero Pandora la asesinó antes de que lo consiguiera —Me encogí de hombros—. Me sorprende que nos ayude.

—Lo hace porque solo hay una cosa que odia más que a los dioses —dijo él observándola con fijeza. Me miró cuando completó—: Pandora. Ten cuidado de dónde esté cuando Pandora deje de ser un problema, con su amor por los dioses creo que serías su primer blanco.

Observé a Odette caminar frente a nosotros. No nos prestaba atención, o eso parecía. La oscuridad dificultaba ver detalles clave y la cantidad de ramas y arboles empeoraba la tarea.

—¿Qué hacías tú en el bosque? —pregunté entonces.

La amazona me observó sobre su hombro un segundo y luego giró la cabeza de nuevo hacia adelante.

—Me dirigía al campamento de las amazonas cuando sentí la huella de tu magia divina. Me desvié porque estaba segura de que eras tú.

Me quedé callada, no tenía intención de seguir hurgando en el asunto.

Intenté concentrarme en otra cosa, en observar el césped mojado o los ardores fríos, en la oscuridad o en mi mano, pero nada conseguía distraerme lo suficiente para no pensar en Andrew.

—Me encontraron poco después de que ustedes se fueron —dijo entonces Odette sin prestarme atención, y aun así sabía que me hablaba a mí—. El grupo de Amazonas que acompaña a Pandora, su guardia real —De nuevo dijo las dos palabras como si fueran un chiste—, me aprisionaron unos días luego de que ustedes visitaran Salem. Pandora se enteró de que fui yo quien le dio acceso a la ciudad y planeó su castigo. Estuve algunos días encerrada bajo la ciudad, encadenada en una celda húmeda y sin comer. Sola. Dijeron que pronto ella decidiría mi castigo, que hasta entonces tenía que esperar...

Kamika: Dioses OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora