Cada vez avanzabamos más lento a medida que nos acercábamos a la isla. Incluso el aleteo de Eustace lucia pesado.
La oscuridad rodeaba el barco, iluminado por pequeñas farolas de luz tenue, que daban un corto margen de vista.Por el aire se veía la misma bruma verdosa que se había llevado los botes en las Islas Solitarias.
Todos seguían con la mirada la neblina que flotaba entre ellos, balbuceando cosas inentendibles que se superponian entre sí.
—Me duele la cabeza —me quejé
Estaba mareada. Una fuerte presión en el pecho me impedía respirar con normalidad, sentía fuertes puntadas en la parte baja de la nuca y en la zona lumbar, mis piernas se movían de forma nerviosa, mientras abría y cerraba las manos intentando dispersarme.
Algo en el ambiente me hacía querer llorar, un nudo atravesaba mi garganta impidiendome tragar la saliva que producía mi boca.El humo verde flotaba alrededor mío, envolviendome en una atmósfera de desesperación y angustia.
Mi padre volvió a aparecerse frente a mí.—Te haces llamar mi hija —bramó con hostilidad—. Estás aprovechandote de todo lo que me quitaste —me reclamó
》Me arruinaste los sueños《, 》Eres lo peor que le ha pasado a Narnia《, 》No mereces estar aquí《, 》Ya vas a llorar, no tienes lo que se necesita《. El fantasma de mi padre se acercaba cada vez más a mí, tropecé contra el primer escalón que llevaba al timón. Cerré los ojos esperando sentirlo, pero jamás pasó. Al contrario, Edmund me acunó entre sus brazos, recostando mi cabeza en su hombro.
Luego de besar mi frente, caminamos por la cubierta, pasando entre los soldados, casi estáticos.
—Estás muerta —gruñó mirando al vacío—. Lárgate —ordenó irritado
Estaba a un lado mío, y lo veía girar lentamente, mirando hacia la bruma que lo rodeaba.
—¡No! —gritó enojado
Me lancé bruscamente a sus brazos, sacándolo del trance. Él se aferró aún más, agradeciendome por estar a su lado.
—¿Están bien? —nos preguntó Lucy preocupada, llegando por atrás
—Sí... —le respondió Edmund
Un chillido alejado llamó nuestra atención. Cada vez se oía más fuerte. Hasta que llegamos a distinguir que aquel sonido era provocado por un hombre, que se encontraba en la isla.
Lo único que gritaba era que nos alejaramos.—¿Quién anda ahí? —preguntó Edmund asomando su cuello por el borde de la cubierta
—No te tememos —lo secundó Caspian
—Ni yo a ustedes —respondió con la voz jadeante y temblorosa
Edmund tomó su linterna de mi cintura, y apunto hacia la fuente del sonido.
Definitivamente era un hombre, anciano y consumido hasta los huesos, de aspecto zaparrastroso, que seguía insistiendo en que nos vayamos.—No nos iremos —se mantuvo firme
—No podrán vencerme —exclamó con locura sosteniendo en alto una espada
Pegué pequeños golpeteos en el hombro de Lucy, haciéndole notar que era la séptima espada narniana.
—¡Caspian! —Edmund reaccionó antes que la hermana—, su espada —le hizo notar el arma
Los ojos del anciano se abrieron con temor, mientras se alejaba de la orilla, apegándose a una montaña detrás de él.
—¡Lord Roop! —observó el rey
—No te adueñaras de mi —corría trastornado alejándose del barco
Caspian pidió que bajemos las armas, y lo obedecimos. Arcos y espadas dejaron de apuntar al hombre enloquecido.
—Subanlo a bordo, ya —ordenó
Por detrás del anciano, Eustace apareció volando y lo tomó por los hombros, soltandolo en cubierta, donde Einar y Marcel lo recibieron.
Se paró perturbado, amenazando a todos con la espada en su mano. Los hombres a su alrededor apuntaban las flechas hacía él.
—Déjame, demonio —chilló alterado
—No, mi Lord —dijo Caspian acercándose a él por detrás—. No vamos a hacerle daño —le prometió—. Soy su rey —mencionó su título—, Caspian —se presentó
El veterano susurró aquel nombre, y se volteó tembloroso hacia el rey parado a sus espaldas. Con asombro en sus ojos se acercó aún más a él, acariciandole la barba con sus huesudos dedos.
—Nunca debió venir —dijo angustiado—. No hay salida de este lugar —volvió a enloquecer—. Pronto! —gritó—. Tienen que dar la vuelta al barco antes de que sea tarde —exigió a los gritos
—La tenemos, hay que irnos —reaccionó Edmund haciendo alusión a la espada
—Da la vuelta, Drinian —ordenó Caspian
Drinian acató la orden y salió corriendo hacia la parte del timón, con Caspian detrás de él.
—No piense, señor —le pidió desesperado—. No dejes que conozca sus miedo o se convertirá en ellos —advirtió
A mi lado oí la respiración agitada de Edmund, seguida de un lamento. Estaba casi segura de lo que había pasado por su mente, era lo mismo que yo había intentado evitar.
—Edmund, dime en qué cosa pensaste —le dijo Lucy, en su rostro había evidente temor
Edmund salió corriendo a un lado de su hermana, disculpándose.
—Serpientes marinas —respondí recordando la historia de Drinian sobre lo que habitaba estas aguas
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El Viajero del Alba • 𝐄𝐃𝐌𝐔𝐍𝐃 𝐏𝐄𝐕𝐄𝐍𝐒𝐈𝐄
FanfictionHistoria originalmente publicada en TikTok Elige tu propio final 15/05/2021 #4 en Peter Pevensie 20/05/2021 #1 en Edmund Pevensie 10/05/2021 #2 en Príncipe Caspian 11/08/2021 #1 en Príncipe Caspian 11/11/2021 #2 en Las Crónicas de Narnia 07/03/2022...