Diagnosis: False Parasite

Juicio

12 de marzo de 1945

El paciente Ronald Knox muestra una gran mejoría nueve días después de que se le fuera suministrado el antídoto S-0001.

-- ¿Te duele aquí?

-- Se siente incómodo pero no me duele.

Othello toma nota de esto en una tabla distinta mientras Ronald cubre con cuidado la mancha rosa pálido que es la marca de las quemaduras que se llevó desde el día en que el parásito salió de él. Fueron nueve días... Un tiempo lo suficientemente largo para que todo allá afuera se prepara para su juicio que sería mañana por la mañana.

-- Bien Ronald, creo que estás listo. Cuándo ganes el juicio podrás volver a hacer de las tuyas...

-- Cómo si fuera posible ganar -- Dice en tono burlón -- Al menos Grell senpai se ahorró el ver como me exilian del mundo shinigami.

-- ¿Hm? ¿Nadie te lo ha dicho? Grelle sigue aquí en Londres -- Ronald solo pudo abrir los ojos en respuesta a esta afirmación -- Como el parásito no ha sido destruido Grelle y Adrián todavía no han podido irse de aquí.

-- ¿¡En serio?!

-- Sí... Me sorprende que Adrián no haya venido a decírtelo.

-- A mí no... -- De repente el ánimo en la voz del rubio baja, Othello también se desanima, los dos se entristecen con solo pensar en ese hombre -- Pero me sorprende más que Grell senpai no haya venido corriendo a verme.

-- Ya sabes que ella no puede pasar, todavía no sabemos si el parásito se puede transmitir como un virus.

-- Sí, sí y por eso ustedes dos ahora usan mascarillas todo el tiempo. 

-- Solo es provisional, supongo que hasta que averiguemos como se contagia será así.

Othello ríe debajo de la máscara sin razón aparente, Ronald nunca ha entendido como es que el forense puede reír de forma espontánea "Se parece a Adrián sama, ellos dos tienen tanto en común... " Se siente nostálgico al pensar en esto pero el otro ni se percata.

-- Pero bueno, me tengo que ir de nuevo al laboratorio. Nos vemos en el juicio Ronald.

Othello hace una seña a los guardias para avisarles que va a salir de la habitación y que necesitan que le abran las puertas. Sin pensar, justo antes de que el forense salga de la habitación Ronald le dice...

-- ¿Adrián sama estará mañana en el juicio?

Othello se detiene y mira con cierta melancolía a el joven rubio que muestra una profunda tristeza en su rostro.

-- Yo también quisiera saberlo Ronald, yo también quisiera saberlo...

Las puertas se vuelven a cerrar dejando adentro a un Ronald confundido y molesto mientras que afuera hay un forense que se arrepiente mentalmente por incluir en este juego cruel a un joven que durante años no había tenido nada que ver.

AL DÍA SIGUIENTE

-- ¿Podría describir exactamente cómo sucedieron los hechos desde el inicio?

--Llegué a mi lugar de trabajo en el área de Administración como cualquier día normal. Estaba a punto de empezar a hacer los reportes de hoy hasta que recordé que dejé una carpeta importante en el cubículo de mi compañera Sophia; la puerta la encontré rota de la parte de la cerradura, entré y ahí fue cuándo la encontré... Colgando de la pared, con esa cosa en su pecho y empezando a desaparecer en luces verdes.

Todo lo que había dicho el joven castaño estaba siendo copiado por otra secretaria en una máquina de escribir grande que hacía mucho ruido, pero agradecía eso porque sino el silencio de la sala hubiera sido abrumador. Ronald intentaba mantenerse calmado como se lo habia aconsejado días antes su sensei pelinegro pero aún así de vez en cuando lanzaba miradas nerviosas a Alan que parecía querer ignorarlo a toda costa.