The cure (Prólogo)

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SEDE SHINIGAMI SUECA

23 DE NOVIEMBRE, 1967.

El reloj marca las doce en punto, si sus cálculos son correctos él debió haber terminado con su misión hace media hora.

Pasos apresurados se oyen en el pasillo y se aproximan a su posición, ya era hora de que llegara. La silueta masculina que alcanza a dislumbrar por el cristal se ha detenido justo en su puerta parece acomodarse la corbata y peinarse, ¿Es en serio?

-- Adelante -- Dice ordenando los papeles que tiene desperdigados en el escritorio -- Agente Slingby, ¿Sabe lo tarde que ha llegado?

-- Sí, sí, ya lo sé -- Eric parece que va a desmayarse en cualquier momento, pero antes de hacerlo le entrega sus listas a su jefe -- Aquí estan, tal y como te lo prometí.

Él toma las listas entre sus manos y las lee con cuidado, mientras tanto el escocés se sienta frente al escritorio y recorre el lugar con la mirada: Debe admitir que es bastante evidente el cambio de un patrón a otro.

-- Lindo florero -- Le dice con cierto tono burlón al castaño.

-- Gracias -- Dice sin levantar la mirada.

-- Pero que seco, ¿Qué uno de los requisitos para ascender es volverse un amargado?

-- Estoy concentrado en sus listas agente Slingby, agradecería que me ayudara guardando silencio.

-- Pff aguafiestas...

-- Parece que todo esta en orden -- Dice por fin haciendo contacto visual con Eric -- Incluso te pusiste al corriente con las recolecciones atrasadas.

-- Así es y sabes lo que eso signfica.

-- ¿Ah? ¿De qué hablas?

-- Tu sabes...

-- No tengo idea.

-- ¡Vamos Alan! ¡No te hagas el loco ahora!

-- Yo no me...

En esa pequeña "discusión", los papeles que tenía Alan sobre su escritorio salieron dispersados por la oficina.

-- Amm... ¿Lo siento?

-- Ah descuida, solo... Ayúdame a levantarlos ¿Quieres?

Eric asintió, ambos se arrodillaron para empezar a recoger el desastre que ambos habían provocado. Había todo tipo de documentos y otras cosas en ese escritorio: Listas, autorizaciones, cartas de otras sedes, cartas de Londres...

-- ¿Eric san? -- Alan voltea a ver a su compañero que yace inmóvil con un pequeño recorte entre sus manos -- ¿Te encuentras bien?

-- ... Éramos un buen equipo ¿No es así?

Alan se acerca a él y ve el recorte que no es un recorte, es una foto dónde todos ellos salen juntos, sonríe con nostalgia mientres le quita con suavidad aquella imagen...

-- Sí, definitivamente lo fuimos -- Dice ido en una especie de ensueño del cuál solo regresa al ver cierto pesar en el semblante de Eric -- Pero ahora cada quién ha mejorado mucho, tú, yo, hasta Othello san logró hacerse grande en estos años.

-- Seh, ese loco logró hacerse de renombre con sus invesigaciones en Japón... Le iban a hacer una ceremonia ¿No es así?

-- Se supone, me invitaron pero sinceramente no creo ir.

-- ¿Flojera?

-- No, no me sentiría cómodo entre tanta gente.

-- Y qué tal si llevas guardaespaldas ¿Eh? -- Le dijo con cierto tono de coqueto, Alan rió por lo bajo.

Diagnosis: False ParasiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora