Diagnosis: False Parasite

La verdad

Bueno... Hizo lo mejor que pudo.

Fue lo que pensó cuando ese grupo de parcas lo llevaban de regreso al mundo shinigami. No gritó, no pidió ayuda, no hizo nada, simplemente se dejó arrastrar con una sonrisa ante los supremos shingamis.
Fueron varias audiencias las que se hicieron cuando él regresó, hubo varios que pidieron su desaparición, otros el decomiso de su guadaña y que fuera exiliado del mundo shinigami, pero al final solo se le privó de la libertad siendo remitido en el piso cero hasta que el tratamiento psiquiátrico que le sea impuesto empiece a dar cambios, para él, eso fue como condenarlo a cadena perpetua en esa "prisión".

-- ¡Camina ya! -- Fue lo que el guardia le gritó al momento de sacarlo de su celda-habitacion.

De todas las veces en las que había salido de su encierro para ir al psiquiátrico, esta era la primera en la que veía algo más que paredes blancas y un piso gris: Roja, una larga cabellera roja fue lo que alcanzó a dislumbrar.

La cinta nuevamente se encogió, volviendo al pecho del legendario shinigami que yacía recostado en una de las camillas de la enfermería. El cabello le caía sobre los ojos y se le pegaba en la frente empapada de sudor frío, si seguía así...

-- ¡Necesito esos materiales pero YA! -- Ordenó a Othello al pequeño grupo de enfermeras que por primera vez en todo este tiempo, vieron a Othello verdaderamente tenso.

En los alrededores había la misma cantidad de movimiento que la de siempre, con la excepción de que los rumores estaban volando por todos lados, pero es normal después de todo casi nunca se ve a un shinigami tan conocido como Adrián llegar a la mitad de la noche con una herida casi mortal.

El peliplata estaba muy agitado y de vez en cuando dejaba salir pequeños quejidos de su boca, era obvio que estaba muriendo de dolor pero no le podía dar un analgésico antes de suturarle como era debido su herida.

-- Fo-Forense... -- Logró tartamudear.

-- No hables, te vas a descoser más -- Dijo señalando la improvisada sutura que tenía en su abdomen y subía hasta su pecho, Taker río adolorido.

-- Pa-Parezco... Muñeco de trapo.

Othello intentó reír con él aunque la verdad estaba muy asustado por el estado de su compañero, todo pasó muy rápido y tan de repente, casi tuvo que improvisar la sutura que ahora tenía para ganar un poco de tiempo. Taker notó el desánimo en la cara de su compañero, con dificultad logró poner una de sus manos en su cara...

-- Hey... Sonríe forense... -- Dijo picando la punta de su nariz -- Es-es... Divertido... ¿No lo...

Un quejido de dolor interrumpió sus palabras, frente a los ojos de Othello nuevamente se desplegó otra parte de la cinta cinematográfica del forense mayor.

-- ¿¡DÓNDE ESTÁN ESOS MATERIALES?!

--Vaya, vaya, nos volvemos a ver las caras shinigami kun...

No contesta nada, es más se hace el que no escuchó nada. Esto solo provoca una pequeña risilla en él.

-- Veo que cambiaste de área de trabajo ¿No es así shinigami kun?

-- Número uno: No me llamo shingami kun. Número dos: Eso a ti no te importa, viejo entrometido y número tres: ME VUELVES A HABLAR Y TE JURO QUE TE ROMPO LA...

"Guardia Grell Sutcliff, rotación a la celda VII"

-- Ja, tuviste suerte viejo -- Dice antes de salir y que alguien más tome su lugar.