Ya tengo la lección aprendida,
de tanto escuchar a escondidas,
de oír conversaciones prohibidas y
de ver relaciones podridas.
El cinismo tangible tras una pared,
materializado en palabras
que duelen más que sangran,
ya que la sangre solo se ve
cuando se derrama.
Oír a oscuras,
para no ver reflejada
la sinceridad de las
mediasverdades,
que se gritan
como si fuesen
realidades.
Escuchar a tientas,
para evitar chocarme
contra la pared,
que contenía
este desastre.
Desaparecer,
solo pido eso.
Quiero bajarme
de este tren.
Volatilizarme,
no dejar rastro
de mi ausencia
en la Tierra.
Evaporarme,
fundirme con
las nubes y
que parezca
que nunca estuve.
Teletransportarme,
acabar en un
paraíso salvaje.
En el fondo,
todos somos
unos cínicos,
dejamos las
mediasverdades
encerradas,
hasta que
llegue el día
que estallen.
Y sea demasiado tarde.