Capítulo 6

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Después de colgar la llamada con Pietro acordamos que iría por mi cuando saliera del trabajo, por cierto, tampoco sabía que mi hermano tenía un trabajo y mucho menos en que. 
¿Tendría yo un trabajo? La casa parecía ser costosa de mantener y mis dudas acerca de cómo Nat y yo vivíamos eran grandes. 

Me encontraba recostada en la cama cuando un dolor muy grande comenzó a invadir mi cabeza. Una sensación repentina que cada vez se hacía más y más punzante. Todo comenzó a tornarse borroso, apenas podía ver y escuchar pero aún estaba consciente. Las cosas en mi alrededor comenzaron a caerse y los vidrios de las ventanas reventaban. Parecía que hubiese algún temblor pero yo estaba muy segura de que eso no era lo que estaba sucediendo. Intenté caminar hacia la mesa para tomar mi teléfono y llamar a alguien pero me era imposible, mi cuerpo parecía pesar más que nunca. Por suerte o coincidencia unos minutos después escuché la puerta de la casa abrirse y ladridos de los perros. Asumí que era Nat. 
Probablemente en la parte de abajo sucedía lo mismo que arriba pues entró al cuarto corriendo. Yo aún me sentía muy inestable. 

-Wanda, ¿Qué pasa? - Me preguntaba totalmente asustada, se acercó a mí que me encontraba en el piso apoyándome de la cama. Me tomó en brazos y me recostó en su regazo mientras sostenía mi cuerpo. - ¿Me escuchas? - En ese momento noté que su cuerpo temblaba - Necesito que me digas algo, mi amor. 
-S-Si, estoy bien, pero no sé qué me está sucediendo - Le respondí con toda la voluntad y fuerza del mundo, me costaba unir aquellas palabras. 

Miraba sus ojos llenos de lágrimas y deseaba poder parar todo pero ni yo misma sabía que era lo que estaba pasándome ni cómo detenerlo. 

-Friday,llama a Charles- Le decía Nat al reloj que tenía en su mano izquierda. 

Me llevó en brazos a la cama y comenzó a pedirme que hiciéramos ejercicios de respiración. Poco a poco comenzó a calmarme y sentí mi cuerpo más relajado. Unos minutos después el lugar dejó de temblar. Mucho no supe después de eso, cuando abrí los ojos de nuevo estaba totalmente recostada en los brazos y cuerpo de Nat. Me envolvía tratando de cuidarme. Sus gestos eran de preocupación, aún dormida no la veías descansar.
Intenté safarme sin despertarla para ir por agua, sin embargo no lo conseguí.

-Lo siento, no quería incomodarte - Me dijo con su voz ronca mientras me liberaba de su agarre. 

Por alguna extraña razón me intimide ante ella. 

-Nono, no me molesto - Le dije levantándome de la cama - En realidad, gracias por quedarte conmigo. 

Solo me dio una sonrisa y nos miramos por unos segundos. 

-Charles está en camino - Me dijo mientras revisaba su teléfono. - ¿Tienes hambre, sed? ¿Cualquier cosa que necesites? Quiero que estés tranquila - Me decía mientras también se levantaba de la cama y comenzaba a caminar a la puerta. 
-Tengo hambre, muchísima - Le conteste. 
-Bien, porque traje lo que prometí. 

Ambas bajamos a la cocina y Nat me ofreció lo que había comprado en McDonalds, suspiré de la alegría pues era una de las comidas que más disfrutaba, probablemente ella sabía eso. 

-Adoro esto, Dios, es como si no lo hubiese comido en años - Le dije sin importarme la comida en mi boca. 

-Dices eso todo el tiempo - me respondió riendo. 

Se nos fue un rato platicando y comiendo. Realmente estar con Nat no era malo, pero vaya que era un poco incómodo. Dudo que fuera solo para mí, pues a ella parecía costarle también. Es decir, no sabia que hacer o decir cuando estaba conmigo, se supone que entre ambas había algo, algo fuerte, ¿Como se supone que tenía que actuar ante esa información?

"When you're ready." -  ScarletWidow;  [g!p]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora