24 ✞ quedate

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capítulo veinticuatro
" quedate "

( baby i'd be lying if i didn't say i wish you'd stay )

Cuando terminó julio mi  madre recibió su primer pago de su nuevo trabajo y con la venta de algunos de los muebles viejos de la casa, por fin nos alcanzó para comprar unos nuevos y más decentes

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Cuando terminó julio mi  madre recibió su primer pago de su nuevo trabajo y con la venta de algunos de los muebles viejos de la casa, por fin nos alcanzó para comprar unos nuevos y más decentes. También tuvimos un poco de dinero de sobra para remover el tapiz de las paredes de la planta baja y pintarlas de un color verde oliva en su lugar.

Terminamos comprando dos sofás que parecían sacados de los setentas, una colorida alfombra, una mesa de café de vinilo blanco y dos jarrones vintage; todo eso en una venta de garage de personas que vendían cosas de casas de gente muerta, justo como nosotros lo habíamos hecho. Los cuadros de Corbyn fueron trasladados al sótano después de que le rogase a mi madre que no vendiera aquellos. No sabía quien los quería comprar, pero no quería que pasara; si alguna vez... Bueno, Corbs se iba, aquella sería la única imagen de su rostro que tendría.

Y es que el que él estuviera ahí era un misterio y no sabía con exactitud cuándo dejaría de serlo. Tal vez, y ojalá no fuese así, un día simplemente intentaría llamar su nombre y no estaría ahí. Terminé de meter un ramo de rosas blancas de plástico en uno de los jarrones cuando el pensamiento de Corbyn Besson desapareciendo de mi vida cruzó mi mente y, oh dios, no salió de ella por todo el día. Me recorrió un escalofrío y me golpee metalmente por instalar ese pensamiento tan dañino en mi propia cabeza.

La verdad era que aunque las cosas pintaban muy bien en todos los sentidos —mi madre por fin estaba rehaciendo su vida, estábamos tranquilas, la casa comenzaba a tomar forma, tenía algo parecido a amigas y algo parecido a un novio, tenía a Corbyn—, yo estaba entrando en un episodio de pánico, depresión, estrés y llanto del cual ya ni siquiera estaba segura si saldría. La razón: La escuela comenzaba en unas cuantas horas. Si no quedó claro, yo odiaba la escuela y, también, le echaba la culpa de todos mis problemas emocionales. ¿Qué más podía decir? me hacía sentir insuficiente como la mierda y me estresaba hasta que se me caía el pelo. El verano había sido bueno, no excepcional pero para nada terrible tampoco. Había sido sólido, en especial por el hecho de que me había convertido en una medium y en una investigadora privada o algo por el estilo. Por Corbyn, en especial. Era el mejor amigo que tenía, pues si bien Jax, Sil y Amy eran maravillosos, él era otro tipo de amigo, con el que podía hablar de cualquier cosa de la que los demás ya se hubiesen asustado, como mis pensamientos suicidas o mis discursos de insomnia a las tres de la mañana.

𝐠𝐡𝐨𝐬𝐭 𝐛𝐨𝐲 | 𝐜𝐨𝐫𝐛𝐲𝐧 𝐛𝐞𝐬𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora