6 ✞ fantasma

667 83 15
                                    

+.。゚:;++::゚。:.゚。+。。+.。゚:;++::゚。:.゚。+

゚。+

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

+.。゚:;++::゚。:.゚。+。。+.。゚:;++::゚。:.

capítulo seis
" fantasma "

No fue hasta que me sentí cálida, a salvo y sola en la habitación que me di permiso de levantarme y correr hacia afuera sin mirar atrás

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


No fue hasta que me sentí cálida, a salvo y sola en la habitación que me di permiso de levantarme y correr hacia afuera sin mirar atrás. Aun así, después de volverme a sentir sola en la casa, no pude cerrar los ojos para parpadear. No tenía idea de lo que justo acababa de sentir y no quería volver a sentirme de esa manera jamás. Corrí, perturbada, por el pasillo y luego me apresuré a brincar las escaleras hasta la salida de la casa. Cerré la puerta con fuerza detrás de mí y por un momento olvidé que la casa podía caerse a pedazos con una acción de tal fuerza. Cuando estuve afuera y sentí el aire en mi rostro pude parpadear; un par de lágrimas de terror se me escaparon. Con la respiración agitada me las limpié con el dorso de la mano y me aferré con fuerza a la madera de la entrada.

-Mierda, mierda, mierda -fue lo único que pude decir antes de escuchar tres golpes en la puerta. Me separé de un salto y la miré consternada. Me apresuré a asegurarme si el auto de mi madre estaba aparcado cuando me di cuenta que no era así, me puse pálida como el papel y me apresuré a correr a toda velocidad a cualquier lugar lejano a la casa.

Corrí lo más rápido que mis piernas pudiesen por la calle de cemento. Corrí sin mirar a atrás y sin siquiera saber a dónde ir. Recordé las palabras de Jax, que me había dicho que siempre estaban en su casa y que los visitase cuando fuera. Con un nuevo rumbo marcado, seguí mi carrera, sintiendo el viento romper en mi rostro y alborotarme el cabello.

El camino era largo e iba cuesta abajo, lo cual me causo un par de problemas al querer disminuir la velocidad. Después de un rato corriendo, en el cual mis piernas ya se habían agotado y mi respiración ya no servía para nada, por fin me encontré en la glorieta principal del vecindario. El conjunto de elegantes y bellas casas de colores vibrantes y el verde parque de juegos infantiles aparecieron frente a mis ojos. Dejé de correr y me recargué sobre las rodillas, tomando aire y pensando un poco más en lo que me había sucedido. Aquello había sido lo más intenso que me había pasado un muchísimos años y para mi mala suerte este no había sido tan divertido como los anteriores.

𝐠𝐡𝐨𝐬𝐭 𝐛𝐨𝐲 | 𝐜𝐨𝐫𝐛𝐲𝐧 𝐛𝐞𝐬𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora