ˏˋ°•*⁀➷ || ❝¿𝐟𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬𝐦𝐚𝐬? 𝐜𝐥𝐚𝐫𝐨. 𝐲𝐨 𝐬é 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐟𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬𝐦𝐚𝐬 ❞
────Gia y su madre están escapando. Escapan de su esposo loco y escapan de la mala vida. Cuando todo parece malo aparece una oferta indiscutiblemente perf...
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capítulo cuarenta y cinco " supernova "
( no, we're never gonna die we'll be the stars)
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No pude evitarlo. Comencé a llorar. ¿Qué más hubiera podido hacer? Me desmoroné y no estoy orgullosa. Me sorprendió mi capacidad de mantener la compostura: logré terminar la conversación sin una lágrima y solo uno que otro temblor de manos, pero lo logré y eso era algo. Pero allí, fuera del local, con la mano en el manubrio de la bicicleta, me di permiso de sentir.
El sollozo fue más ruidoso de lo que quería y esperaba y agradecí que no estuviera pasando nadie a mi lado porque probablemente era una escena penosa de ver. Yo me sentía penosa y desesperada hasta el fondo de mi existencia. Es un dolor peculiar, un dolor que solo se experimenta pocas veces en la vida y que deseé que no me pasará nunca por mucho tiempo.
Pero ahí estaba, con el corazón deshecho en la mano y las lágrimas empapando el suelo. El dolor de un corazón roto es, sin duda alguna, el peor dolor que alguna vez sentí en mi vida y eso que para mi edad ya me había roto unos cuantos huesos y una vez me encajé un cuchillo en la mano atravesandola por completo. Nada se compara al dolor de pecho que se extiende hasta los pulmones y te deja sin aire y luego hasta el estómago y te hace vomitar.
Y mientras sentía afuera de la tienda supe por cada segundo que eso ni siquiera era lo peor. Que, si me sentía mal, me esperaba algo mucho peor al final del pasillo porque, si bien en ese momento supe el futuro, nada podría prepararme para el dolor que estaba por venir y yo lo sabía.
