41 ✞ feliz dia de tu muerte

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capítulo cuarentaiuno
" feliz día de tu muerte "

( and i can see us twisted in bedsheets
august sipped away like a bottle of wine
cause you were never mine. )

Cuando tenía diecisiete no sabía nada excepto por una cosa que era importante y jodidamente triste: nuestra relación tenía una fecha de caducidad que estaba escrita en rojo y mayúsculas y me perseguía en los momentos más felices y en mis sueños ta...

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Cuando tenía diecisiete no sabía nada excepto por una cosa que era importante y jodidamente triste: nuestra relación tenía una fecha de caducidad que estaba escrita en rojo y mayúsculas y me perseguía en los momentos más felices y en mis sueños también. Veía el final tan solo desde el comienzo y sabía que cada minuto era importante porque, si bien él tenía un número ilimitado de esos sesenta segundos, yo no. Yo estaba viva y cada segundo estaba un poco más cerca de mi muerte, o si quería ser más optimista, un segundo más cerca de tener que crecer y dejar la casa: dejar a Corbyn.

Ambos lo sabíamos y éramos conscientes que cada beso era un beso menos de los miles de besos que deseábamos darnos, pero ninguno decía nada y nos agradecimos mutuamente por permanecer callados cuando recordábamos lo extraño y peculiar de nuestra deprimente situación.

Yo solo sabía que Corbyn era prestado y que, al final de cuentas y por más que él me dijese lo contrario, no era mío. No era de nadie, ni mío, ni de sus amigos ni de esa tal Rebecca. Corbyn era del tiempo mismo y por un indefinido tiempo iba a pertenecerle. Si deseaba verlo de una manera más fea aún, podía suponer que Corbyn era un prisionero de una tragedia sin resolver que lo dejaba a él en el medio de ambos planos y yo solo era una casualidad, una variante, una persona entre miles que alguna vez iban a vivir en esta casa y tendrán contacto con el fantasma.

𝐠𝐡𝐨𝐬𝐭 𝐛𝐨𝐲 | 𝐜𝐨𝐫𝐛𝐲𝐧 𝐛𝐞𝐬𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora