ˏˋ°•*⁀➷ || ❝¿𝐟𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬𝐦𝐚𝐬? 𝐜𝐥𝐚𝐫𝐨. 𝐲𝐨 𝐬é 𝐭𝐨𝐝𝐨 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞 𝐟𝐚𝐧𝐭𝐚𝐬𝐦𝐚𝐬 ❞
────Gia y su madre están escapando. Escapan de su esposo loco y escapan de la mala vida. Cuando todo parece malo aparece una oferta indiscutiblemente perf...
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capítulo diecinueve " i hurt myself sometimes, it's that too scary for you? "
( I'm so sick of me, wake up and hate to breathe )
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Había tenido solamente un intento. Un intento de arrebatarle la vida y ponerme a dormir. ¿Cómo olvidar el que pudo haber sido el último día de mi vida? Aún pasa por mi mente como un vivido recuerdo que se transmite en mi cabeza como una película en repetición cuando no puedo dormir. Me caza en mis sueños, también. Todo sucede en cámara rápida hasta que ya no la hace: todo cambia y estoy de nuevo sobre un piso de grava que no es realmente un piso, es un techo. Es el techo de mi escuela, el cuarto piso de una preparatoria aburrida en el estado aburrido de Arizona. El clima es agradable, agradable para un desierto. Está húmedo y el aire es grueso, pesado y difícil de respirar. Por un momento ya no lo es, porque en ese recuerdo estoy muy arriba y el aire es un poco más ligero. Son las cuatro de la tarde, las clases ya han terminado pero yo me quedo después de la escuela hasta que no hay nadie y me escabullo hacia el techo. Los tubos del aire acondicionado y las tuberías de agua me hacen compañía en los que deben de ser los últimos minutos en la tierra. Y lloro, lloro fuerte y por momentos no quiero hacer más que aferrarme a la vida, pero al final de un debate mental decidí seguir con el plan hasta que, cuando el sol se mete entre las montañas arenosas me levanto del suelo y me limpio las rodillas. Camino hacia el borde, hacia el precipicio, hasta la cornisa. Miro hacia abajo y me pregunto si será suficientemente alto para matarme. Espero que sí y disfruto un poco de la mundana existencia en la cima de la escuela, que en ese momento parece la cima del mundo para mi. El aire colado sopla y levanta mi cabello castaño una y otra vez. Miro mis pies, mis botas están sucias. Reviso mis bolsillos una última vez y veo la nota. Esa nota que he escrito para mi madre y que dice mis mil y una razones para saltar ahora mismo. La aprieto sin sacarla de la falda y me armo de valor.
