—Me sorprendió que tomaras vacaciones de repente, pero me alegra que hayas vuelto—. Jacob se sentó a su lado en aquella silla del parque principal del pueblo, entregándole uno de los helados que había pedido a un carrito de ellos. Henry lo recibió, dándole una probada con la cuchara.
—Quería descansar—. El sabor a vainilla era delicioso—. ¿Pasó algo en el teatro? ¿A quién le dieron el principal? —. Al no estar él en las prácticas, no iba a presentarse en la siguiente obra, por lo cual, tendría tiempo para descansar.
—A mí—. Jacob sonrió, bastante feliz por ello.
—Felicidades—. Estuvo hablando con él por medio del celular, y ahora, era más fácil relacionarse con Jacob. Era un chico agradable, con un pequeño hijo y un esposo, dando la sensación de ser una familia feliz.
— ¿Y qué hiciste esa semana? Vi tus fotos en Instagram.
—Fui a la ciudad—. Lamió la cuchara con helado de vainilla—. Fue divertido—. Le encantó en realidad. Le gustaría repetir ese viaje, y cuando estuvo allí, se dio cuenta de algo: En serio deseaba salir del pueblo.
— ¿Te acompañó tu familia? —. A pesar de que no conocía por mucho tiempo a Jacob, este intuía su relación con Ray Manchester después de que fue a visitarlo tras bambalinas; además, era obvio el aroma a sexo que quedó en los camerinos al día siguiente, donde Jacob tuvo que ir para recoger algunas cosas.
—Ah... —. Lo miró, tratando de expresar el "tú sabes con quién" en sus ojos. Jacob abrió la boca un poco, para después dar una risa divertida.
—Bien por ti. Pescaste algo grande—. Él no estaba tan seguro de la veracidad de esas palabras, porque, a pesar de que hablaba con Ray, este se había demorado más de lo que debía en la ciudad, y una mala corazonada lo tenía con un pie en la tumba.
Se levantó de su asiento, al ver que el vasito de helado estaba por quedar vacío, pero, sin querer chocó con alguien, tirando el resto de la vainilla en el fino traje. Abrió la boca, sorprendido, iba a disculparse, pero un ventarrón de feromonas lo mareó. Miró al dueño, encontrándose con una hermosa alfa morocha, con un traje ahora con helado de vainilla.
—L-lo siento—. La mujer de mirada seria lo estuvo analizando, hasta que sonrió.
—Me debes la tintorería—. Las manos de ella comenzaron a quitar de su bléiser el helado.
—Yo... Lo siento, en serio—. Y no tenía para la tintorería de un traje tan caro. La alfa, de hermoso rostro y cabello castaño recogido en una coleta, le dedicó otra sonrisa al terminar de quitar el helado.
— ¿Me darías tu número? —. Henry abrió un poco los ojos—. Para la tintorería—. Recalcó ella.
—Ah, sí, claro—. Murmuró. La mujer le pasó su celular, de alta gama, y Henry escribió su número en este. Se lo devolvió después de teclear rápidamente. Esa mujer era bastante imponente. De tacones altos, con un traje que dejaba ver su delgado cuerpo, y con feromonas que le recordó a las florerías del pueblo.
—Me llamo Riele, Henry—. Ella guardó el celular—. Te llamaré... Para la tintorería—. Le guiñó el ojo, antes de seguir con su camino hacia la calle que quedaba cruzando el parque. Ambos omegas vieron a la mujer subir a un auto, que fue conducido por un ballet.
—Estás arrasando, Henry—. Rió Jacob, golpeándole la espalda—. ¿Viste cómo te miró? Y es muy atractiva.
—No tengo para la tintorería... —. Chilló él. Si era alguien de tanto dinero como aparentaba, era obvio que le pediría pagarle el traje, que costaba, seguramente, su sueldo de seis meses.
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A un imposible. |Henray|
FanfictionRay Manchester es un artista que acaba de recibir la crítica más destructiva de su vida. Su carrera comienza a caer en picada, y nada lo hace sentir nuevamente inspirado, hasta que conoce a un joven omega estudiante de artes escénicas, el cual, no s...