A un imposible. |Henray|

Capítulo 21.

Doble actualización de hoy.

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Ese día iba a tener la primera radiografía, principalmente porque había aplazado el proceso; no se sentía cómodo con Ray, pero tampoco podía impedirle el acompañarlo, después de todo, era hijo de ambos. Estaba seguro de que era niño, lo sentía; y ya iba a cumplir el tercer mes, con algo de suerte, los genitales estaban presentes.

Su panza no estaba muy hinchada, más bien, subió de peso en las caderas, viéndose más femeninas; era parte de la gestación, supuso. Liam lo cuidaba bastante, y Natalia se encargaba de llevarlo a donde quisiera y cumplir sus órdenes. Aún no se acostumbraba a ella, pero era agradable tener alguien con quien hablar.

—El amo Manchester estará en el hospital para cuando lleguemos, amo Henry—. Le dijo ella, sin poder quitar en ningún momento el "amo" antes de su nombre, conduciendo el fino auto por las calles de Manhattan. Henry se sentía, inevitablemente, decaído. Si bien no le gustaba todo lo que provocaba Ray al verlo, quería tener esa compañía en un momento tan especial.

— ¿Está ocupado? —. Ella asintió por el retrovisor.

—Pero se preocupa mucho por usted, amo Henry—. Ojalá pudiese creer por completo esas palabras. Pero decírselo a Natalia causaría inconvenientes. Nadie sabía que ambos no estaban juntos; tal vez la señora Camila, pero no podía asegurarlo.

Su celular vibro, y lo sacó, encontrando un mensaje de Riele.

Riele: Espero que ese idiota no te trate mal.

Sonrió. Obviamente tuvo que contactarse con ellos meses atrás, no podía seguir evitando todo lo que dejó al irse a la ciudad, la cual no sentía como un hogar por completo. Sentía que estaba alojado en una mansión que no era suya, con ropa que no consiguió con su dinero, con comida que era ordenada por un tirano.

Henry: Estoy bien, te dije que estamos juntos.

Otra mentira, una de muchas. No podía decirle que estaba allí por necesidad, esa que lo sacó del pueblo. Quería sentirse en un hogar, y tristemente en los brazos del alfa era así, aunque todo resultara tan extraño para él.

Riele: Si te trata mal, iré por ti.

Henry: No te preocupes. En serio, estoy bien.

Riele: ... Todos en el pueblo empiezan a sospechar. Aunque tu hermana repite a todos que fuiste a buscar tus sueños, es extraño que al momento en que te fuiste, Ray Manchester lo hizo, adquiriendo la presidencia.

Henry: ¿Qué? ¿Presidente?

Su corazón saltó en el pecho.

Riele: ¿No lo sabes? Tu "adorable" pareja es ahora el presidente del grupo M, el fin de semana habrá una ceremonia en la mansión de Manhattan de la señora Camila Manchester.

Mordió su uña. ¿Cómo es que no sabía eso? Siendo justos, no hablaba con Ray, más bien lo evitaba. Pero se sintió excluido de alguna forma. Luego recordó la oferta de cantar en una fiesta de la alta sociedad. ¿Era eso? Qué dolor de cabeza.

—Natalia, ¿tú sabías de la fiesta del fin de semana donde la señora Camila? —. La chica lo miró por el retrovisor.

—Claro, amo Henry. Han estado ocupados arreglando todo para esa noche. Pensé que sus ensayos en el salón de piano de la mansión Manchester eran por eso—. Bueno, sí eran por eso, pero no tenía idea de que era la ceremonia en la que presentarían a Ray como el presidente del grupo M.