A un imposible. |Henray|

Capítulo 22.

(cuando veas este símbolo ♫, inicia la canción)

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A pesar de que vivían juntos, no había visto a Henry desde la tarde, lo cual le daba tristeza. ¿Lo estaba evitando? Tal vez estaba esperando mucho, que ambos hubiesen cambiado sus diferencias y decidieran mejorar. Entonces, la fiesta no era la misma sin él. Claro, Henry iba a presentarse, pero de alguna forma eso lo tenía aún más ansioso. ¿Lo haría bien? Aun no creía que fuera profesional, no lo sabía. Para él, Henry Hart era un niño aún.

— ¿Y esa cara? —. Uno de sus amigos cercanos, que había ido a esa fiesta que su madre decidió hacer en su honor en la mansión de ella, se había acercado a él—. No nos hemos visto muy seguido desde que volviste a la ciudad—. Harry era un hombre de su altura, de su clase, de su género secundario. Ambos se conocían desde la escuela, y era normal que tuviesen una relación cercana. Pero... Después de que se fue al pueblo, evadió todo lo que le recordara a la ciudad para no sentirse desesperado.

—He estado ocupado, como ves, ahora soy el presidente—. Harry silbó.

—Felicidades. Pero creo que eso no te alegra—. Aunque debería no alegrarlo, no había pensado mucho en eso. En algo su madre tenía razón: Si era pintor, su sueldo sería versátil, nada fijo, y ahora no estaba pensando solo en él.

Entonces el pianista detuvo su sonada clásica, suave. Las personas que compartían hablando en las mesas, o de pie, no prestaron mucha atención; pero Ray sí lo hizo, porque se dio cuenta que Henry estaba entrando en el pequeño escenario. Iba... Hermoso. Muy elegante. Con un pantalón negro sin estar ajustado a sus piernas, pero delineando la longitud de estas; una camisa blanca que dejaba ver su cuello largo y su clavícula marcada, quedando a medio hombro, y bajando delicada por los brazos delgados, y enredándose tan solo en la muñeca. Iba con los pendientes plateados de aro, y arriba en el cartílago, dos más. Su cabello estaba peinado hacia atrás, a excepción de un mechón lacio que caía en su rostro, pensó que tuvo que alisarlo, porque Henry era naturalmente rizado.

Las notas del pianista comenzaron al cambiar las partituras, y Henry se paró frente al micrófono.

—Nunca lo había visto, es muy lindo.

♫

Amazing Grace how sweet the sound

That saved a wretch like me

I once was lost, but now I'm found

Was blind but now I see

Todos cayeron en silencio al escuchar la voz, y Ray sintió su corazón saltar en su pecho. Hacía mucho, mucho tiempo no escuchaba la voz de Henry, y se había olvidado por un momento de lo talentoso que era el chico. Se movía con profesionalismo, teniendo una postura angelical en el escenario, mientras su mirada estaba ida y nublada de sentimientos.

'Twas grace that taught my heart to fear

And grace my fears relieved

How precious did that grace appear

The hour I first believed

Todos estaban en silencio, viendo al escenario con asombro. Henry cantaba con el corazón, y hacía temblar a más de uno con su voz. Era suave, masculina pero un poco aguda. Eso hacía que llamara la atención, en la fiesta, la mayoría podían pasar como barítonos.

Through many dangers, toils, and snares

I have already come

'Tis grace that brought me safe thus far