Un Papá En Problemas / Xu Minghao [Completa]

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Durante el resto del dia, Haeun seguía insistiendo con los mensajes y pidiendo explicaciones que ciertamente no merecía, razón por la cual había dejado mí teléfono de lado y me había concentrado en las cosas que tenía por hacer.

Entré a mí habitación y Sungwoo entró detrás de mí, lo subí a la cama y este se quedó dormido en solo unos pocos minutos.

Aprovechando el hecho de que Sungwoo dormía, encendí la computadora y me puse a buscar en una página de muebles. Los gemelos crecían demasiado rápido y a este punto, sus cunas comenzaban a quedarles cortas, por lo que ya era el momento de reemplazarlas por otras.

Tras no decidirme con ningún modelo, decidí ir hacia la sala para saber que opinaba Jiyeon, pero al llegar, vi una escena que me sorprendió gratamente. Jiyeon estudiando en la pequeña mesa de la sala, y a su lado Jungwoo sentado en el suelo y dibujando con un lápiz y una hoja que aparentemente Jiyeon le había dado.

Realmente me sorprendía la capacidad que tenía Jiyeon para controlar a los gemelos, en especial a Jungwoo.

Decidí no molestar a Jiyeon y volví hacia la habitación a ver qué hacía Sungwoo.

[...]

Eran casi las once de la noche cuando volví a encender mí teléfono y al hacerlo vi que tenía dos mensajes del grupo del trabajo, uno de Jeonghan dónde se quejaba de los precios del shampoo, y al menos unos treinta y contando mensajes de Haeun.

Abrí su contacto y al ver qué sus mensajes no dejaban de llegar, sin dudarlo terminé por bloquear su número.

Me senté en la cama con la intención de responderle el mensaje a Jeonghan y en ese momento alguien tocó la puerta de mí habitación.

— Adelante. —dije y a los segundos vi a Jiyeon en el marco de la puerta— ¿Ya se durmieron?. —pregunté y ella solamente asintió.

— ¿Vas a estar ocupado mañana por la tarde?.

— ¿Por qué lo preguntas?.

— Es de mala educación responder a una pregunta con otra pregunta. —y una vez más, alguien menor que yo me cerraba la boca.

— No, no voy a estar ocupado, me tomé una semana de vacaciones. —respondí y ella asintió— ahora sí, ¿Por qué querías saber eso?.

— Tengo que hacer un proyecto grupal en la casa de una de mis compañeras y me preguntaba si...

— Jiyeon, no soy tu padre, no tienes por qué pedirme permiso.

— A veces actúas como si lo fueras.

— ¿Cuando actue se ese modo?.

— Déjame pensar. —recargó su cabeza en el marco de la puerta y a los segundos volvió a su postura original— ya se, que tal cuando "Jiyeon no te acerques a Hansol, el no es bueno para ti". —dijo intentando imitar mí voz.

— Yo no hablo así.

— Por supuesto que si, tienes la voz muy suave.

— No quise decir que Hansol era malo en si aquella vez, solo que podría darte ideas erróneas.

— Entonces si no puedo acercarme a Hansol, ¿Que tal Jeonghan?.