— Yalong Bay. —pronunció mi cliente que se hallaba mi lado— ¿Vino antes a este lugar?. —negué ante su pregunta y continué observando la vista que tenía frente a mis ojos.
— Si le soy honesto, es la primera vez que vengo a este lugar. —respondí— un terreno residencial con vistas al mar y en un lugar donde únicamente hay hoteles. —dije y lo escuché reir— esto debe haberle costado una fortuna.
— Todo vale la pena si puedo cumplir los sueños de mi hija. —sonreí ante sus palabras, pues yo también sería capaz de hacer tal locura por mis gemelos, pero mi condición económica no estaba ni a la mitad de la condición de este hombre— ¿Por qué decidiste quedarte en Corea del Sur?, China es un país hermoso y con muchas posibilidades.
— Lo sé, mi intención no era quedarme permanentemente allá. —este volteó a verme y yo metí mis manos en mis bolsillos— pero no es tan fácil.
— ¿Por qué?.
— Mis hijos tienen nacionalidad coreana, señor. Y tengo miedo de que eso represente un problema si decido volver.
Aquella conversación siguió por unos minutos más, hasta que me ví obligado a cortarla porque una llamada había entrado a mi celular.
Me alejé un poco del pequeño local en el que estábamos y me dispuse a contestar aquella llamada
— Jiyeon. —dije apenas contesté— ¿Ocurrió algo?.
— Si, hay un hombre mayor que insiste en entregar un pedido que hiciste o algo por el estilo. ¿Pediste algo?.
— ¿Yo?, No, no pedí nada. ¿Te dijo que era?.
— No, se los he preguntado muchas veces y no quiso decirme.
— Jiyeon, asegura bien la puerta y comunícate con el cuerpo de seguridad del hotel. —pasé mi mano por mi cabello y me fue inevitable mirar hacia todos lados, consecuencia de lo nervioso y preocupado que me hallaba— si te pide dados personales o cualquier otra cosa no se los des. No salgas a ningún lado, al menos no hasta que yo vuelva al hotel.
— Está bien, voy a esperar a que llegues.
Cortó la llamada y yo de inmediato envié un mensaje al contacto del hotel, pues temia que no le hicieran caso a Jiyeon.
— Disculpe jovencito. —alguien dió un par de golpecitos en mi espalda y yo me ví obligado a guardar el teléfono y a girarme para ver qué necesitaba esa persona.
Cuando estuve frente a la pareja, tanto yo como también ellos nos hallamos completamente sorprendidos.
— Xu Minghao. —dijo aquel hombre y procedió a tomarme de los hombros— mira cuánto has crecido, dios mío, no puedo creer que estés aquí.
Mi padre era aquella persona que me tomaba por los hombros, mientras que mi madre únicamente se dedicaba a mirarme sin ninguna expresión en su rostro.
Me ví obligado a bajar mi mirada hacia el suelo, pues esta era la primera vez en muchos años que volvía a sentir aquel peso de ser juzgado por alguien.
Me pregunté varias veces como había sido posible que me los encontrara justamente en este lugar, pero luego recordé que esta era la época del año en la que las personas solían salir de vacaciones.
— ¿Que estás haciendo aquí, hijo?, ¿Cuando viniste?. —preguntó mi padre y yo estuve a punto de responderle, pero otra persona decidió tomar la voz.
— ¿Ya le diste los gemelos a alguien?, Sino no me explico cómo estás aquí sin ninguna preocupación.
Me quedé callado bajo su fuerte mirada. Mi padre en ese momento ya había quitado sus manos de mis hombros y había dado un paso atrás.
Era la primera vez en toda mi vida que me sentía tan humillado, y tras repasar sus palabras mil veces no podía hacer más que darle toda la razón a Jiyeon.
Cueste lo que cueste, y haga lo que ella haga, era imposible poder odiar a mi madre.
— Con permiso. —dije en voz baja y ambos me miraron— tengo cosas que hacer.
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Un Papá En Problemas / Xu Minghao [Completa]
FanfictionSer padre de unos gemelos no es facil, mucho menos cuando la niñera de los mismos te enrrieda en un mundo de confusiones. Ser padre soltero y enamorarse de la niñera no van de la mano. Es entonces que Xu Minghao se encuentra en medio de dos grandes...