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- Por favor, se lo ruego, no se vaya, puedo aumentarle el salario si desea, solo no deje de cuidarlos. - decía MingHao extremadamente preocupado.

La mujer simplemente negó varias veces y procedió a tomar sus cosas.

- Lo siento mucho joven, pero no puedo aceptar su propuesta, sus hijos son un desastre. -dijo la mujer y salió de la casa.

Por su parte, MingHao solo atinó a sentarse en el sofá de la sala, viendo como los dos pequeños iban y venían de un lado a otro. La situación era frustrante, pues ya casi todos los que vivían en su barrio y los barrios cercanos sabían del comportamiento de los pequeños, por esta razón, le era cada vez más difícil conseguir una niñera.

Cada día tenía que aguantar el que las personas que venían a cuidar a los niños lo llamaran para decirle que no podían controlarlos. Y esta no era la excepción, pues con esta última, ya era la quinta niñera que renunciaba en lo que iba de la semana.

Uno de los pequeños se acercó a el, y tras forcejear un poco, logró subirse al sofá para comenzar a jugar con un juguete que el mismo había traído. No habrían pasado ni dos minutos en cuanto el otro niño llegó e hizo lo mismo, solo que a diferencia del anterior, este se dedicaba a jugar con la pulsera que tenía su padre en una de sus manos.

- Que voy a hacer con ustedes par de diablitos. -habló en voz baja viendo como los gemelos comenzaban a pelearse. Estos al escucharlo solo le dedicaron una sonrisa y se bajaron del sofá para volver a perderse en quién sabe que lugar de la casa.

Tras unos minutos después de estar siguiendo con la mirada a los dos pequeños, el timbre de la casa se hizo escuchar. MingHao no se sentía con ánimos de levantarse para ir a abrir la puerta, así que simplemente atinó a decir lo que siempre decía cuando se encontraba en ese estado.

- Si eres Jihoon o Hansol adelante. - dijo desde su sitio y a los pocos segundos se escuchó como la puerta se abría y cerraba, y como Hansol aparecía dentro de su rango de visión.

- Luces terrible. -le dijo este tomando asiento a su lado.

- No hace falta que lo digas. -contestó MingHao acomodándose mejor en el sofá.

- Déjame adivinar, los gemelos volvieron a hacer de las suyas y la niñera que contrataste renunció, ¿Me equivoco?. -MingHao negó

- No, no te equivocas, ya es la quinta en renunciar esta semana, no sé qué haré con ellos, no puedo dejarlos solos, y si los llevo al trabajo me despedirían al instante. - suspiró

- Les hace falta una madre. - dijo Hansol observando a los niños caminar de aquí para allá .

- Sabes que si hablo con ella simplemente me mandará a la mierda. - contestó el y Hansol volteó a verlo.

- No estoy diciendo que debe ser necesariamente su madre biológica, MingHao, desde que terminaste con ella no has hecho ni por darte una oportunidad de conocer a alguien más.

- Simplemente no quiero hacerlo, además, el ser padre te cierra muchas puertas.

- Ni siquiera sobrepasas los veinte, ¿Piensas quedarte solo toda la vida?, Y sobre eso, es difícil, si, pero tampoco imposible, es solo cuestión de intentar, ¿Que dices?. - el simplemente se encogió de hombros- ¿Te vas a seguir aferrando a tu ex pasado con Haeun?.

- No molestes Hansol, buscaré a alguien cuando sea necesario, ahora no...

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Un Papá En Problemas / Xu Minghao [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora