Pérdida

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Hay quien puede hallar en una mirada la octava maravilla del mundo, la novena, en el contoneo de unas caderas caribeñas, y no hablemos de sal, agua y malecón. Ni de las campanillas floreciendo y el olor a hierba buena, pero de la buena.

Sin embargo

¿ Qué pasa si te cansas de conformarte?

¿ Qué pasa si eres el centro indefinido entre artistas y dogmáticos levando anclas a un país sin fronteras?

Pasa que Alicia se llevó el de las maravillas, y en una cuerda floja baila una muñeca de trapo que no tiene nombre ni etiqueta hasta que se la pongan.

Un café en venusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora