Un café en venus

Plata

Su nombre era un enigma. Caminaba enfrentándose al mundo. Rompiendo los esquemas predeterminados con cada calada que le daba a su cigarrillo

Su cabello rubio platino caía como cascadas hasta rozar sutilmente sus hombros.

En su pálida piel dibujada a la perfección, para encontrar en ella el reflejo del invierno, se ven asomar los más bellos y cristalinos ojos

Matizados en tonos verdes esmeralda, salpicando con diminutas estrellaras azules sus ilusiones

Nunca alzo la vista para detallar nuestro mundo.

Siempre ajena a la realidad buscaba escapar en la inmensidad de la noche

Vestía un holgado uniforme azul que a penas rozaba la silueta de su figura, tan sencilla como delicada

Quizás, una ninfa para aquel privilegiado que pudiese observarla más allá de lo que ella dejaba ver. Absorta en una esfera ideal y fantástica

Ajena a lo sublime de su simple existencia

Intentando ocultar cada uno de sus rasgos. Negaba en ella cada ápice de su belleza desorbitante y dedicaba plegarias infinitas a la existencia de un posible <<Dios>> que le regalase una historia de amor

Caminaba como una más entre tantos, pero sin embargo era diferente.

Mientras seguía monótonamente ese corredero prediseñado de altos estándares, su mente se encontraba muy lejos de todo lo que alguna vez conocimos

Y quizás ese rincón al que solía escapar, probablemente idealizando al hombre como un ser mucho más noble de lo que su alma rota le permitía ver, se mantendría como un lugar inalcanzable para todos nosotros

Me perdía detallando cada centímetro de su cuerpo. Memorizando cada uno de sus gestos. Mientras, ella jugaba a ser una princesa