Un café en venus

Reflexiones para un amigo

Hay tantas formas de definir la existencia humana, que invertir en una sola es como andar el universo a paso ligero. En mi humilde opinión, solo hoy, en este instante, frente a esta cuartilla, diré que se trata de una batalla eterna entre mente y espíritu

Pensé una vez, que entregaba demasiado de mi a hondar en todas las posibilidades de una sola decisión, pude abarcar el extremo de dejar la vida pasar mientras sentada en una butaca meditaba sobre la existencia humana.

Fueron aquellos años de extenuante letargo en que aseguraba el destino como un cruel verdugo

<<algunos habían nacido para vivir la vida y otros para escribirla>>

¿Era cierto esto?

Después del amor descubres que nada es tan bien entendido como lo que se siente en la propia piel, y entonces comienza ese sinsentido de desvivirte por el punto medio

¿Saben qué es ridículo?

Que el hombre evoluciones según más obstáculos sea capaz de imponer en su propio camino. La actualidad es una bruma de prejuicios y una toma constante de desiciones que te definen como persona

¿Pero qué pasa después?

Hay una diferencia clara entre quien anda por la vida sin ver, aquella muchacha que camino a la escuela se sentó tranquilamente a fumarse un amanecer y el otro que andaba a paso ligero pero seguro hacia su destino

Nosotros escogemos, y eso quizás sea lo peor, tener el peso de todos nuestros ideales sobre nuestros hombros y no saber cómo arribar a ellos o dejarlos caer en medio de ese pedregoso camino.

Les pido perdón de antemano por dedicarle estas líneas a un amigo que considero perdido, pues lo entregué a las manos del diablo con la esperanza de que lo acogiera y resultó incapaz de comprender la extensión y la belleza de cada uno de sus días

Él es un bohemio, así nació. Hay cosas de nuestra propia existencia contra las que no podemos luchar, y sin embargo él decide andar a contracorriente. Quizás nunca ha leído el horóscopo. No sabe que con un solo paso en falso puede morir ahogado en las inmensas ganas de todo lo que le quedó por hacer, por ser

Se desvive por vivir un mundo de altos estándares, en esa tierra de antaño donde cada día amanece un peso en vez de un sol.

Me reclamará diciendo que él no es ese monstruos sin corazón, porque vive el romanticismo literario, aboga por la libertad, y es capaz de dedicarle las letras de la ciudad dormida a las olas del malecón

Pero entonces no comprendería que en cada intento de apagar su espíritu luchando por un ideal se estaría matando poco a poco. Quizás todo acabó el día que sobrepuso lo material a lo ideal, dice que pensando en los demás

Ahora puede que mis letras sean la pura tontería llevada a una hoja, pero nuestro espacio de tiempo en el mundo nos resulta a veces tan corto para ser felices, que debería castigarse el despilfarro de entregar nuestros posibles instantes de felicidad al que dirán