Capítulo 14: Una ayuda, un tatuaje

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20 de setiembre, 2018

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20 de setiembre, 2018

El curso de letras es mi fuerte, si hay alguien en el salón que saca puro diez en ese curso soy yo. Tengo compañeros que se acercan a mi carpeta de vez en cuando para que les enseñe, al igual que Bella. Ella tiene buenas notas gracias a mí, porque le enseño los temas que domino al revés y al derecho. Es una buena estudiante, no necesita que le explique dos o tres veces, aprende todo muy rápido.

Mientras leo el libro "El príncipe" de Nicolás Maquiavelo, voy bebiendo una soda que me compré en la tienda minutos antes.

—Tú—escucho la voz repugnante de Alice, quien ingresa al salón, haciendo eco con el sonido de sus tacones.

Alzo la vista para observarla.

—Si, tú—me señala con una de sus finas uñas largas coloreadas y delicadamente esculpidas. —¿Acaso no me escuchas, Aurora?

—Seguramente ya viajó al mundo de sus libros, y traerla a la realidad será bien difícil—increpó entre risas un compañero de cabello rubio, ojos verdes y personalidad egocentrista.

—¡Pero qué demonios quieres! —cerré mi libro, fastidiada.

Debería estar penado el interrumpir a alguien cuando está sumergido en su lectura.

—Eres la delegada del curso de Literatura, y ni te inmutaste en enviar nuestros exámenes y trabajos del semestre—abro la boca y los ojos, muy sorprendida—¡Cómo rayos le diré a mi madre que desaprobaré el curso por tu culpa!

Oh, mierda...

—¿Qué acabas de decir? —dice Austin, el mismo chico de antes, y se levanta de su asiento enfurecido.

—Lo oíste muy bien—Alice camina hacia mí, enseñándome a la perfección su enfado—Nuestra querida delegada no entregó nuestros exámenes ni los trabajos del semestre. ¡No entregó ni una mierda!

—Yo... —musito con nervios, y una capa de sudor cubre mi frente.

Todo el salón comienza a murmullar, puedo oír claramente los insultos hacia mi persona. Entonces hago memoria, así mismo recordando el momento exacto del día que yo le hice la entrega de los exámenes y trabajos al maestro Miller. Incluso él me felicitó por ser una delegada muy responsable.

¿Qué pasó...?

—Si se los entregué—aprieto mi pantalón a los costados—, le entregué todos los archivos al maestro.

Golpea con las uñas largas de sus dedos contra el mesón—Ve a dirección y habla personalmente con el director. Si estás diciendo la verdad, corre y ve.

Austin se acerca hasta quedar frente a mí.

—Ella tiene las mejores notas del curso, nunca desaprobó, ¿no se les hace raro?

La mayoría afirma en voz alta.

—¿Qué estás insinuando, Spencer?

Alza sus manos, a la vez que menea su cabeza riéndose con sarcasmo—¿Yo? Nada. —la sonrisa que me muestra, provoca que un escalofrío me recorra de los pies a la cabeza.

Susurros de amor © [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora