27 de octubre, 2018
Llegó el día de la competencia.
Me he preparado para este día con mucha dedicación, incluso dejé de lado mis clases de Karate, al igual que salidas con mis amigos. Porque cuando quiero que algo me salga bien, pongo el doble de mi esfuerzo, para que después no hallan remordimientos de conciencias. Mientras escucho una playlist de Harry Styles, voy ordenando en mi maleta, dos trajes de baño, y una muda nueva de ropa, por si es que llegara pasa algún accidente.
—¡Hija, tu papá acaba de llegar!
Él me llevará junto a mamá, a la piscina.
—¡Ya bajo!
Me hago una coleta baja, dejando unos cuantos mechones en la frente. Estoy a punto de salir del cuarto, cuando de pronto escucho el sonido de unas piedras golpear la ventana. Entonces a mi mente solo llega una persona: Dainan. Camino con una sonrisa hasta la ventana, agacho la mirada hacia el jardín y efectivamente está él. En sus manos tiene una rosa azul, con una hoja en forma de avión.
Abro la ventana—¿Se puede saber por qué mi vecino está tratando de romper mi ventana a piedrazos? —entrelazo mis brazos, con el ceño fruncido.
Él sonríe—Es que tengo una vecina tonta y relativamente sorda.
—¿Qué quieres Dainan?
Dainan, tan guapo y sexi como siempre, arqueando las cejas con su sonrisa ladeada e intimidante. El corazón me da un vuelco y no pude evitar sonreírle, a pesar de haberlo visto hace tan solo unos días. y aquellas gafas de sol sobre su cabeza.
—¿Te enojaste? —ladea su cabeza con una sonrisa, que rompe todas las barreras de enojo que pueda crear.
Desde aquella noche que estuvimos juntos como amigos, entendí que Dainan es una persona que puede cambiar mi humor en tan solo segundos. Es emocionante y divertidísimo el cómo hemos pasado de tener una historia donde hubo odios, rencores e insultos, a una historia de amor, que a ambos nos robó el corazón.
Miro la hora en el reloj de mi muñeca—Es tarde, ya me voy.
Giro en mi eje, pero él me llama.
—Espera, espera. Aún no te vallas, elefante.
La rosa que tenía en su mano se lo lleva a la boca, sosteniendo su tallo con las espinas entre sus dientes. Arrugo la frente al ver que no hace signos de dolor u hostigamiento, él la sostiene tranquilo. Del bolsillo trasero del pantalón saca un lapicero, desdobla la hoja en forma de avión, para escribir algo en ella. Al cabo de unos segundos, que parecen hechos una eternidad para mí, él vuelve a doblar la hoja en avioncito.
Está a unos cuantos pasos de lanzarla hacia mí, pero el ruidoso estruendo de la puerta de mi cuarto, me hace sobresaltar en mi sitio. Giro hacia atrás y observo a papá con cara de perro celoso y enfado. Creo ver salir humo de sus orejas.
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Susurros de amor © [FINALIZADA]
Romance«Si no te hubiese recordado ni tú me hubieses buscado, no nos habríamos susurrado amor ni tampoco experimentado el vasto sentimiento de la tristeza ni la felicidad absoluta.» Hermoso Banner hecho por: @AriaDesign BORRADOR. ERRORES ORTOGRÁFICOS. 2 0...