Capítulo 02: Regaños y burlas

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03 de agosto, 2018

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03 de agosto, 2018

Si hay algo que debía odiar en mi vida, era estudiar y memorizar las fórmulas de física. Desde el mes que inicié labores, me sentí muy agobiada, y prefería estar encerrada en mi cuarto, leyendo todos los libros de Oscar Wilde o jugando en mi Play Station la nueva versión de God of War, sin embargo, "el estudio es importante para los jóvenes. Sin estudios nadie llega a ser algo en la vida." Eso siempre repite mi madre cuando me mira holgazanear o descansar.

—Señorita Aurora, póngase de pie—me ordenó la profesora de física, escucharla pronunciar mi nombre era raro, normalmente me menciona como la alumna F.

Todos voltean a mirarme sorprendidos, como si hubiera cometido algún delito, pero lo único que hice fue no haber estudiado para la evaluación oral. Me levanto con miedo, pues esta profesora hace preguntas de temas pasados, y son muy difíciles de responder, tan difíciles como presentarte y postular a una empresa sin tener experiencia.

Emily, la profesora, camina por el salón con las manos entrelazadas hacia atrás, totalmente pensativa. En estos momentos solo me queda rezar un padre nuestro y el ave maría. Mis manos, al igual que mis piernas empiezan a temblar como si estuviese haciendo frío, pero en realidad hacia un calor de mil demonios.

—Acérquese a la pizarra, y resuelva el siguiente problema. —se detiene frente a su escritorio y comienza a escribir un ejercicio, que a simple vista se me complica.

Demoré en acercarme, porque primero analicé aquel ejercicio que parecía estar escrito en otro idioma. Con las piernas gelatinosas caminé lentamente hasta llegar a ella. Me recorrió un miedo de los pies hasta la cabeza. Me entrega el plumón y mis dedos comienzan a jugar con él. Justo cuando pensaba resolver, el director tocó la puerta interrumpiendo la clase de la profesora.

—Buenos día profesora y queridos estudiantes, lamento interrumpir su sesión de clases. ¿Puedo pasar? —se disculpa el director.

—No se preocupe director, adelante—el director ingresa, y antes de que comience a hablar, la profesora ordenó que me sentara.

Justo en estos momentos es donde amo al director en todo su esplendor.

—El día de hoy vine a informarles que tendrán un nuevo compañero de salón—indicó—por favor, entre joven Beresford.

Todos giran hacia la puerta para ver a nuestro nuevo compañero, y sinceramente esto era algo ridículo. Estamos a mitad de año, no era temporada de ingreso de alumnos nuevos, tampoco de re ingreso, pero justo en estos momentos solo sentía paz, porque si no fuera por ese alumno nuevo, la clase hubiera seguido y yo hubiera escrito cualquier cosa en la pizarra, menos haber resuelto ese estúpido ejercicio. Desvío mi vista de ese dichoso ejercicio, para poner toda mi atención en mi compañero nuevo...

Oh no...

¡No puede ser!

¡Lucifer en tanga!

El chico nadador de ayer entra con su mochila puesta en el hombro, y viéndolo de pie pude darme cuenta que era demasiado alto, no pude negar también que era muy simpático, y al lado mío ya se podían escuchar los suspiros de algunas compañeras.

Susurros de amor © [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora